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Cámaras, multas, fotos y cortes de tráfico: la actuación de Almeida ante manifestaciones incómodas para el PP

Tres imágenes de las diferentes polémicas del Ayuntamiento relacionadas con las protestas

Diego Casado

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Cada protesta que tiene visos de resultar multitudinaria en Madrid despierta muchas alertas entre los ciudadanos y los partidos políticos, que observan con lupa los movimientos de las administraciones ante el ejercicio del derecho a la manifestación. La última celebrada en la capital este domingo en defensa de la sanidad pública cosechó un buen número de polémicas relacionadas con el Ayuntamiento de Madrid, entidad contra la que no se protestaba pero que comparte color político –el alcalde es José Luis Martínez-Almeida, del PP– con el de la Comunidad de Madrid de Isabel Díaz Ayuso, contra la que sí que iban las quejas por su gestión sanitaria.

Las críticas de la oposición se han centrado en actuaciones de la Policía Municipal en el control de las marchas, su seguimiento a través de las cámaras o en la posibilidad de tomar imágenes que sirvieran para hacerse idea del número de participantes. Estos han sido los temas más controvertidos y las diferentes certezas y dudas sobre ellos:

Las multas de los policías

El Ayuntamiento de Madrid reconoció este lunes que una patrulla de sus agentes municipales multó por “error” (dijo) al menos a dos ciudadanos por repartir folletos en la calle, con los que difundían la asistencia a la protesta de este domingo. Uno de los partes se impuso en Carabanchel, el pasado viernes por la mañana.

“Ni siquiera se van a tramitar”, explican fuentes del área de Seguridad a este periódico al admitir que la Ordenanza de publicidad exterior no impide la propaganda de este tipo de actos.

El consistorio no sancionará a los agentes que emitieron estas multas, porque considera que los funcionarios no se emplearon “de forma dolosa” ni se produjo ningún “exceso” o “altercado” en su actuación.

El tráfico que no se cortó en Delicias

Durante la primera de las manifestaciones en defensa de la sanidad pública, en noviembre, se registraron problemas en el paso de la columna Oeste por diferentes calles, donde la Policía Municipal no llegó a cortar el tráfico y los coches se encontraron con una multitud que los dejó atrapados, según pudo observar Somos Madrid in situ.

El pasado domingo los principales problemas se vivieron en la columna Sur, que partía desde Legazpi a las 12.00 con intención de atravesar todo el paseo de las Delicias hasta llegar a Atocha y, desde allí, acabar en Cibeles. El Ayuntamiento de Madrid había anunciado los cortes con antelación y a las 11.35 anunciaba las primeras interrupciones desde el Centro de Gestión de la Movilidad

Sin embargo, la manifestación se vio cortada en el cruce con la calle del Ferrocarril, a unos 800 metros de su inicio. Allí los agentes de la Policía Municipal permitieron el paso de coches e impidieron el de los manifestantes durante más de diez minutos, indicaron a Somos Madrid testigos presenciales.

Sobre las 12.30 y ante la invasión de la calzada por parte de los ciudadanos que participaban en la protesta, los agentes municipales cortaron finalmente el tráfico y permitieron el paso de la marcha. La columna sur fue la última en llegar a Cibeles.

Desde el área de Seguridad del Ayuntamiento explican que las interrupciones del tráfico “dependen de la valoración in situ de los mandos en la zona” y también de la Policía Nacional, que controla y coordina la seguridad en este tipo de actos.

El apagón de las cámaras

Otra de las polémicas del pasado domingo relacionadas con el Ayuntamiento tiene que ver con las cámaras de tráfico. Normalmente se pueden observar sus emisiones en la página de movilidad municipal, pero el domingo se interrumpió su visionado online, como denunciaba un día después Rita Maestre, la candidata de Más Madrid a la alcaldía.

La cámaras municipales dependen del área de Movilidad, donde explican a este periódico que el domingo se siguió el protocolo habitual para manifestaciones, que consiste en desviar el objetivo de la cámara para que las personas que participan en la protesta no puedan ser identificadas o, en el caso de que esto no sea posible, dejar de emitir en la web estas imágenes.

También apuntan a que este modo de proceder es habitual en accidentes y otro tipo de sucesos similares, y que no fue implantado por Almeida, ya que era seguido durante otras protestas que tuvieron lugar durante la etapa de Manuela Carmena como alcaldesa.

Las cámaras de tráfico sí que emitieron durante una manifestación el pasado 21 de enero, en este caso de protesta contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Varias publicaciones recogieron este momento.

En el Ayuntamiento destacan que en este caso citado no hubo ninguna diferencia con la protesta sobre la gestión sanitaria de Ayuso y que las cámaras se apagaron justo después de las 12.00, siguiendo el mismo protocolo antes comentado.

Las fotos desde la terraza de Cibeles

Una de las imágenes que siempre buscan los fotógrafos de todas las protestas que pasan o finalizan en la plaza de Cibeles es la vista cenital de la manifestación desde el punto más alto de acceso público: la séptima planta del Ayuntamiento de Madrid.

En ocasiones, el consistorio ha habilitado el acceso a los medios de comunicación para tomar estas fotografías con equipos profesionales y trípodes, para que las imágenes tengan más estabilidad. Ocurrió en el pasado desfile del Orgullo o en el último 8M. Pero el domingo el acceso profesional estaba cerrado, al igual que el 21 de enero, durante la marcha contra el presidente del Gobierno.

Sin embargo, sí que se han publicado las fotos de una Cibeles abarrotada desde el torreón municipal, porque el acceso estaba permitido para público general, previo pago de los 3 euros de entrada que tuvieron que abonar los fotógrafos profesionales para ejercer su trabajo.

La delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, censuró este lunes que el Ayuntamiento de la capital no habilitara el acceso profesional a la azotea para tomar imágenes de la manifestación. “Intentar poner el dedo en un auténtico sumidero que tienes es absolutamente estúpido porque las imágenes se ven perfectamente”, dijo.

Las cifras de manifestantes

La última polémica en la que se vio inmerso Almeida ha sido la de las cifras de manifestantes. El alcalde cuestionó los cálculos de la Delegación del Gobierno, que estableció en 250.000 los asistentes el domingo a la marcha contra la gestión de Ayuso. En la de noviembre fueron 200.000, según la misma fuente. Los organizadores elevaron la participación a 600.000 personas.

“Si la Delegación de Gobierno quiere tener credibilidad, lo que no puede hacer es no tratar a todas las manifestaciones con el mismo rasero”, denunció Almeida. “No puede decir que hubiera 31.000 asistentes en enero cuando se manifestaban contra Sánchez y decir que 250.000 están contra Isabel Díaz Ayuso. Hay un trato diferencial evidente”, se quejó este lunes.

A lo largo del 2022 se produjeron en Madrid unas 600 protestas sobre la Sanidad, las más numerosas entre las 3.758 manifestaciones o concentraciones autorizadas por Delegación de Gobierno, según datos de esta entidad, que cifra en 2,2 millones los asistentes totales. La que tomó las calles de la capital ha sido la más numerosa en lo que va de año y en los últimos tiempos solo la superan los 700.000 asistentes de la última marcha del Orgullo, el pasado julio.

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