Lavado de cara para el Depósito Elevado, icono de Chamberí
Una de las estampas más características de Chamberí, la que se toma desde la calle Santa Engracia, enfocando hacia las instalaciones del Canal de Isabel II, se encuentra ligeramente distorsionada desde hace semanas por la presencia de andamios en el centenario Depósito Elevado, que cubren parte de su exterior.
Los trabajos -cuentan desde el Canal- forman parte de las obras de conservación de sus fachadas y tardarán algún tiempo en retirarse: está previsto que los andamios se desmonten antes de marzo de 2020, fecha límite para finalizar la actuación.
El Primer Depósito Elevado está en Chamberí desde el año 1911, cuando finalizó su construcción. El Canal empezó a poner sus ladrillos en 1907, siguiendo los planos del ingeniero Diego Martín Montalvo para solucionar los problemas de presión de agua que se estaban generando en las partes más altas de Madrid y las viviendas más elevadas por la expansión del servicio y la demanda de los cada vez más habitantes de Madrid.
El Depósito Elevado funcionó hasta el año 1952, cuando su función fue sustituida por el construido en Plaza de Castilla. Y hasta 1986 permaneció sin uso (o, más bien, usándose como almacén). En ese año el Canal decidió restaurarlo como sala de exposiciones, siguiendo un proyecto de los arquitectos Javier Alau y Antonio Lopera.
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