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Conciertos sin licencia en la terraza del Hard Rock Hotel indignan a vecinos de Atocha: “Sufrimos noches insoportables”

El Hard Rock Hotel en Ronda de Atocha (Madrid).

Guillermo Hormigo

Madrid —

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Un hotel es un lugar en el que, normalmente, el descanso se busca por encima de todo. Sin embargo, en uno llamado Hard Rock la cosa cambia. El inconveniente llega cuando la música no suena solo para inquilinos que han optado por unos alojamientos más animados, sino que afecta también a la apacible vida de los vecinos.

Es lo que ha ocurrido hasta hace poco tiempo con el nuevo Hard Rock Hotel de Madrid, según denuncian varios residentes y recoge un informe de la Agencia de Actividades de Madrid, el organismo municipal que controla la concesión de permisos a particulares y empresas. Ubicado en el número 17 de la Ronda de Atocha, se trata de un lujoso espacio que abrió sus puertas el 1 de julio de 2021. En abril de 2022, ante el tirón de la música en directo una vez retiradas la mayoría de las restricciones asociadas a la pandemia, el recinto comenzó a organizar un mayor número de actuaciones en su terraza.

Conciertos que tuvieron lugar sin que el permiso concedido a Hard Rock por parte del Ayuntamiento de Madrid a través de una declaración responsable autorizara ni este tipo de eventos ni la instalación de equipos de música en la cubierta. Así lo acredita el informe elaborado por un técnico de la Agencia de Actividades de Madrid, al que este medio ha tenido acceso después de que fuera remitido a los vecinos denunciantes como parte implicada en el proceso.

En el escrito se constata que dentro de los elementos autorizados en la licencia del recinto “no hay incluidos equipos de reproducción/amplificación sonora o musical”. El documento da cuenta de la inspección efectuada el 29 de marzo de 2023, en la que se comprueba “la existencia de 22 altavoces en los paramentos de la terraza de la planta octava y un equipo ecualizador de música, emitiendo música al exterior en parte de la terraza”. El técnico municipal recuerda igualmente que “no se admite el ejercicio de ninguna actividad de espectáculos públicos o recreativa”.

El espacio dispone incluso de un acceso directo sin atravesar la recepción del Hard Rock. Además, sus responsables instalaron una cocina portátil con chimenea de extracción para ofrecer servicio de comidas. Estos elementos exceden las competencias que les limitaba la autorización originalmente concedida de acuerdo al especialista enviado por el consistorio: “Dicho uso no está contemplado en las licencias del establecimiento, solo el de solárium-terraza exterior”.

César, uno de los vecinos más movilizados, afirma en conversación con Somos Madrid que “la azotea ha funcionado desde el principio como un comedor abierto al público general”. Así, vecinos de la Ronda de Atocha se encontraron de la mañana a la noche con las canciones del cantante David Otero sonando entre sus paredes. El pasado 13 de octubre, el exintegrante de El Canto del Loco se convirtió en el último artista en pasar por esta sala de espectáculos que surgió sin los permisos para ser tal cosa. “Yo no lo conozco, mi sobrino me dijo quién era”, apunta César.

Llamamos a la policía y pusimos varias denuncias. Los agentes nos aseguraban que se pasarían a medir el ruido, pero es que eso ni siquiera era necesario: estaban organizando unos eventos musicales con una licencia que no se lo permitía

Este residente narra que la situación fue especialmente intensa en el verano de 2022, con actuaciones y música hasta altas horas de la noche durante varios días a la semana: “Llamamos a la policía y pusimos varias denuncias. Los agentes nos aseguraban que se pasarían a medir el ruido, pero es que eso ni siquiera era necesario: estaban organizando unos eventos musicales con una licencia que no se lo permitía. Por supuesto, tampoco vinieron nunca a registrar la contaminación acústica”.

César cuenta que fue entonces cuando trasladaron el caso a la Agencia de Actividades municipal. Sufrieron “noches insoportables”, dice, mientras no obtenían ninguna respuesta. Desde que recibió el escrito vecinal, la entidad tardó cuatro meses en enviar un inspector, que acudió al local el 29 de marzo de este año. Ocho semanas después les trasladaron el informe elaborado por este experto, en el que “constan varias irregularidades”, como se recoge en el arranque de este artículo.

Volantazos en el criterio de la Agencia de Actividades

Pese a ello, desde la Agencias de Actividades les respondieron el pasado 14 de septiembre que su queja había sido descartada y el expediente cerrado “debido a la legalización de los elementos sonoros en una nueva declaración responsable”, por lo que la terraza del recinto podría seguir operando como improvisado restaurante y recinto de conciertos.

Todo ello a pesar de que los propietarios incumplieron las limitaciones de la declaración responsable previa, que ellos mismos presentaron antes de iniciar estos eventos, según el informe elaborado por el técnico del Ayuntamiento. “Algo me olió a chamusquina, era como si intentasen quitarse el asunto de encima torticeramente”, opina César.

Sin embargo, el 15 de octubre se produjo un vuelco radical en el criterio de la Agencia de Actividades. Según relata César, ese día recibió un correo de esta entidad “en el que comunicaban la retirada de la licencia para el funcionamiento de la terraza”. El cambio de parecer coincide con el endurecimiento de los controles en licencias municipales por parte del Ejecutivo que dirige José Luis Martínez-Almeida a raíz de la tragedia en dos discotecas de Murcia (aunque en aquel caso pesaba una orden de cierre sobre los establecimientos afectados).

César asegura que, ya antes del cambio de parecer de la Agencia de Actividades, Hard Rock solicitó un nuevo permiso para operar como bar-restaurante en la terraza, según le han informado desde el propio organismo de control. “La dieron de alta el 3 de octubre”, concreta. En ella tampoco se incluye la celebración de eventos musicales y solo accedería a la azotea la clientela del hotel, pero este ciudadano adelanta que van a estar “muy vigilantes” porque “es difícil fiarse”.

El hotel defiende la legalidad y minimiza las críticas vecinales

Desde Hard Rock Hotel, en conversación con Somos Madrid, niegan cualquier irregularidad y manifiestan que poseen una licencia de actividad de bar y restaurante para la cubierta: “Una empresa internacional con el prestigio de Hard Rock no podría permitirse saltarse las normas así como así”. Reducen el periodo en el que se operó con el permiso de solárium-terraza a “unas pocas semanas hasta que quedó todo perfectamente legalizado”, pese a la información que recoge el informe de la Agencia de Actividades. Aseguran disponer de documentación que acredita la posesión de todos las autorizaciones oportunas desde poco tiempo después de la apertura, aunque por el momento no la han trasladado a este medio.

Inciden igualmente en la sintonía con las autoridades y “la buena relación con la inmensa mayoría de los vecinos, que no nos han trasladado ninguna queja, todo lo contrario, agradecen cómo hemos revitalizado la zona”. Subrayan los controles a los sonidos emitidos y el aumento de la altura de los paneles para la reducción de las emisiones acústicas, algo que César corrobora ya que “este último verano los ruidos han sido menos fuertes”. Sin embargo, para este residente el problema radica en que dichas emisiones nunca deberían haberse producido al no estar el local autorizado para ello.

El área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, de la que depende la Agencia de Actividades municipal, no ha atendido hasta el momento las peticiones y preguntas remitidas por este diario.

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