El encierro de Madrid con el que los profesores quieren embargar armas a Israel gana el apoyo de dos ministros

“Es el Gobierno el que nos tiene que liberar de este encierro, aprobando el decreto” asegura Carlos, profesor de Secundaria de 63 años, desde la quinta planta del Círculo de Bellas Artes. Lleva 24 horas acantonado junto a decenas de docentes en esta institución situada en pleno centro de Madrid, en la que irrumpieron este martes para exigir al Gobierno que apruebe el prometido embargo de armas a Israel en el próximo Consejo de Ministros.

“El encierro es ya indefinido, ya se lo hemos dicho al Gobierno, ahora estamos hablando de lo que vamos a hacer durante él”, matiza a este periódico porque la asamblea de Marea Palestina: educación contra el genocidio decidió hace unas horas que no saldrán hasta que su exigencia se cumpla. El ánimo entre los que le rodean es alto, porque además de haberse sumado sindicatos como CC.OO., unos minutos antes habían confirmado la visita hoy a su encierro de dos de los tres ministros a los que interpelaron en su último comunicado: Sira Rego y Ernest Urtasun, ambos del grupo parlamentario de Sumar. Tanto la ministra de Juventud e Infancia como el ministro de Cultura acudieron al lugar antes de la hora de la comida.

“Me comprometo a trabajar en el seno del Gobierno sus demandas” ha escrito la ministra Rego después de su visita en redes sociales. Urtasun ya declaró el lunes que la aprobación del embargo de armas a Israel es “una de las grandes prioridades” para Sumar a la vuelta de parón vacacional, además de exigir la llamada a consultas de la embajadora española en el país de Oriente Medio.

No serán los únicos contactos políticos previstos durante el día, ya que los concejales de Más Madrid Eduardo Rubiño y Lucía Lois acudirán al Círculo justo antes de la asamblea prevista para las cinco de la tarde. También el secretario general del PCE, Enrique Santiago, ha transmitido esta mañana su apoyo a la acción. De la ministra socialista Pilar Alegría, a quien también han emplazado a una reunión por llevar la cartera de Educación, no tienen aún respuesta, aunque esperan que la parte del Gobierno del PSOE también se siente a hablar con el encierro.

Los profesores movilizados han alzado la voz porque creen que “la educación tiene que ser siempre la vanguardia y la conciencia ética de la sociedad”, asegura Carlos, uno de los portavoces designados por la asamblea del encierro. También lo es Irina, profesora de la UNED de 41 años que ha decidido sumarse desde la Red Universitaria por Palestina, uno de los movimientos educativos que ha confluido en este espacio. “Hemos dicho hasta aquí: no nos valen las excusas de que Israel tiene mucha influencia y que no se puede hacer nada. No queremos seguir colaborando con un genocidio, con un delito internacional”. Su movimiento reclama además “la ruptura inmediata de las relaciones académicas con Israel, porque hay mucho dinero a la investigación que se está yendo a ese país, en algunos casos a su industria bélica”, denuncia.

También anuncia que sus asambleas están abiertas a todos los miembros de la comunidad educativa: “No solo maestros o profesores, todas las familias y Ampas son bienvenidas, padres y madres que estén preocupados porque se empiece un curso con normalidad cuando al otro lado del Mediterráneo se están masacrando a niños”, indica. Esta semana el Ministerio de Educación de Gaza ha publicado el dato de que 18.541 estudiantes han sido asesinados durante los ataques de Israel a la franja.

Para recordar a estos muertos, la Marea Palestina ha programado para el próximo domingo la que será su segunda acción en Madrid: una lectura en Callao el próximo domingo, desde las 10.00 de la mañana, de los nombres de todos estos alumnos “masacrados”, cuyos nombres serán leídos por profesores como si pasaran lista de forma virtual. El volumen es tan grande que dudan de si serán capaces de poder citar a todos durante las doce horas que durará el acto. Por el momento, decenas de docentes se han presentado voluntarios para pasar lista (pueden hacerlo escribiendo a laeducacionconpalestina@gmail.com indicando disponibilidad horaria y poniendo en asunto Pasamos lista Madrid). Además de los mensajes “preciosos” que les están llegando por esta vía, los organizadores también esperan que la sociedad civil los arrope como público a lo largo del día.

Que los profesores hayan planteado un punto fijo para organizar las movilizaciones recuerda a la acampada por Palestina que se montó en la Complutense la pasada primavera. El espacio de referencia facilita que puedan recibir allí el apoyo de otros colectivos que llevan meses e incluso años movilizados. Es el caso de Jalil, un palestino que se lleva manifestando en las calles de Madrid desde octubre del año 2023, denunciando el genocidio de su pueblo a manos de Israel. Ahora lo hace todas las semanas en la Puerta del Sol, por las mañanas, pero hoy ha decidido junto a sus compañeros trasladar la protesta al Círculo de Bellas Artes.

Jalil cuenta que ha notado mucho el cambio de actitud de la sociedad española: “Al principio estábamos descorazonados, había muy poca respuesta y nos preguntábamos hasta cuándo iba a mirar para otro lado la gente. Pero en los últimos meses ha pasado lo de La Vuelta, un cambio de tono en el Gobierno y también notamos que mucha más gente nos da su apoyo en la calle, en las últimas semanas es espectacular”.

El encierro educativo por Palestina ocupa actualmente la sala Gómez de la Serna, en la quinta planta de este edificio privado dedicado a la cultura en Madrid. Es donde negociaron el martes ubicarse después de unos primeros momentos de tensión y de que, una vez que acudió al lugar el director del centro, acordaran que podrían permanecer allí. Las primeras horas han sido de organización logística y la primera noche la pasaron con sacos de dormir y turnándose, para compatibilizar la protesta de los docentes con sus respectivos trabajos. Hoy esperaban la visita de Sanitarios por Palestina, que les darán algunas claves para alargar el encierro en el tiempo, si fuera necesario.

De momento están dispuestos a aguantar lo necesario, aunque el objetivo inicial es que el decreto sea aprobado el próximo martes 9 de septiembre en el siguiente Consejo de Ministros. Aunque estén dispuestos a aguantar mucho más, después de notar el apoyo ciudadano en las primeras horas de movilización: “La sociedad española está convencida de que lo que está sucediendo es aberrante”, apunta Irina, quien cree que su ejemplo se extenderá por otros centros de enseñanza: “Sería una enorme irresponsabilidad que el sector educativo no dijera nada después de estos dos años”, confía.