Una estatua del rey emérito apunta al Oso y el Madroño en la Puerta del Sol
Una escultura de dimensiones medianas apareció este martes de improviso en la céntrica Puerta del Sol. Retrataba al rey emérito Juan Carlos I con una escopeta y estaba situada a pocos metros del monumento del Oso y el Madroño, al que apunta con el arma.
La obra, colocada sin permiso municipal, “busca generar un intervención paradójica con la figura del emérito desde las artes visuales mediante códigos de lectura colectivos y masivos”, explica en nota de prensa el artista.
La escultura tiene 170 centímetros de altura (contando el pedestal) y pese a su apariencia metálica está elaborada de poliuretano y masa de modelar, aunque su pátina es de pintura oscura que simula el metal. Llegó desde Santiago de Chile y fue colocada este martes en la céntrica plaza de Madrid, donde recibió la atención de numerosos curiosos y fue fotografiada antes de partir hacia su destino en los próximos días: una exposición del artista en el centro cultural La Parcería, en Arganzuela.
“Ante todo cuestiono la visualidad, como sistema combinatorio. Mi operación como artista contemporáneo es parasitaria. Parasito algo que ya existe. Por ejemplo, el monumento madrileño lo conecto con la monarquía española para hacer una parodia al símbolo de la ciudad. Pero al final todo tiene que ver con el lenguaje visual”, apunta el propio Nicolás Miranda.
El artista, que suele utilizar el humor y la ironía en sus trabajos, recuerda que el rey emérito ha sido criticado en España “por su lujuriosa vida privada y por su afición a la caza de animales en peligro de extinción como bisontes, elefantes y osos”.
Los registros de la acción artística, la serie de postales y la escultura del rey emérito se podrán ver a partir del jueves 4 de mayo a las 20:30 en el centro cultural La Parcería (C/ Martin de Vargas 13, local 3).
La escultura ha sido colocada aprovechando las obras en la Puerta del Sol, que lleva más de un año de cambios con algunos momentos de cierto caos por los trabajos. A lo largo de este periodo, sus monumentos han ido cambiando de posición (el Oso y el Madroño fue movido hace poco) buscando un diseño final más diáfano.
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