El edificio de Esperanza Aguirre se suma a la exhibición de banderas de España
Malasaña se ha sumado muy tímidamente a la convocatoria para llenar de banderas de España los balcones de sus edificios, en respuesta al referéndum de autodeterminación convocado este domingo en Cataluña. Uno de los edificios que más enseñas nacionales mostraba hoy era en el que vive Esperanza Aguirre, en la calle Jesús del Valle.
Hasta tres banderas nacionales mostraban las ventanas de este antiguo palacio, en el que además de la expresidenta de la Comunidad de Madrid y de su esposo, Fernando Ramírez de Haro -conde de Bornos- , también habitan algunos de sus familiares.
Aguirre se dejó ver este sábado por primera vez en bastantes semanas en un acto público. Fue en la concentración convocada por Denaes (Fundación para la Defensa de la Nación Española) que congregó a miles de personas en Cibeles, y en la que se mostraron multitud de banderas nacionales. El acto se cerró con la interpretación del Cara al sol y el saludo fascista por parte de un nutrido grupo de manifestantes.
Un barrio sin apenas banderas
Un barrio sin apenas banderas
Esta semana, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, animaba a los madrileños a secundar la iniciativa de las enseñas rojigualdas. “Creo que es una buena ocasión de poder colocar las banderas como lo están haciendo muchos españoles”, afirmó Cifuentes. Sin embargo, sus vecinos de Malasaña -la mandataria también tiene casa en el barrio- han hecho un seguimiento minoritario de sus indicaciones.
En la mayoría de las vías de la zona se observan una o dos banderas (por calle) en los balcones de viviendas, y casi ninguna en comercios, salvo en las tiendas de chinos, que parece que están haciendo el agosto estos días con ese producto. El Teatro Barceló es una de las excepciones, con tres rojigualdas en su fachada, y también llaman la atención las cinco enseñas nacionales colocadas en una vivienda situada en el cruce de San Vicente Ferrer con San Andrés.
La colocación de banderas de España es habitual en algunos balcones de Madrid para celebrar fiestas señaladas (el Doce de Octubre, San Isidro o incluso la navidad) y también durante la celebración de éxitos futbolísticos recientes, como el pasado Mundial de Sudáfrica, en el que la selección española resultó vencedora.
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