Los pezones de 'La paseante', vandalizados
Hay lugares de Malasaña que soportan estoicamente el paso del tiempo y las acciones de los que los utilizan como plataforma para sus reivindicaciones. Uno de los casos más llamativos es el de La paseante, la escultura situada frente a la Escuela de Artes de la calle Palma, que periódicamente sufre los ataques de diferentes colectivos y sirve de soporte publicitario para sus acciones.
La paseante se convirtió a principios de año en mujer anuncio para denunciar la mercantilización de la educación, vio como sus labios eran sellados en 2014 para protestar contra la entonces incipiente Ley Mordaza, e incluso perdió su cabeza a manos de los vándalos en verano de 2013, cuando todo el conjunto escultórico fue arrancado del suelo. Ahora, alguien se ha fijado en que sus pechos podrían servir para alentar una reivindicación feminista en redes sociales.
La escultura presenta estos días unos pezones marcados de morado por encima de su ropa junto a la etiqueta #freenipples, uno de los hastags que -junto a #freethenipple o #tetaspormanuela- se han utilizado en las redes sociales para denunciar la censura por el torso femenino en internet, ejemplificado en los casos del pezón de Nuria Roca o de @fuckingmanola.
La paseante, una de las cuatro chicas de bronce de Malasaña, ha pasado de espectadora a protagonista de este debate y espera pacientemente -como siempre hace- que la llegada de los servicios municipales de limpieza le libere de toda reivindicación política.
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