Otro proyecto para convertir en 112 habitaciones de lujo las oficinas de un edificio clásico en la Gran Vía de Madrid
El Ayuntamiento de Madrid ha dado luz verde inicial al enésimo proyecto de hotel de lujo en la Gran Vía. Estará situado en el número 76 de la avenida, muy cerca de Plaza España, sobre un edificio que fue concebido como una casa de pisos de alquiler y que actualmente contenía oficinas. Su empresa propietaria, Bicon Capital, quiere poner el inmueble en el mercado hotelero con una reforma integral que transformará su interior para llegar a las 112 habitaciones, según el proyecto al que ha tenido acceso Somos Madrid.
Las intenciones de la compañía pasan por “poner en valor” el edificio con una rehabilitación integral del inmueble que combine la creación de numerosas habitaciones de hotel con la recuperación de algunos elementos antiguos y añadir alguno nuevo, como una marquesina de estilo modernista a la entrada. Las estancias hoteleras se distribuirán de la segunda a la octava planta a razón de 16 habitaciones por piso, mientras que en la novena se ubicará un nuevo restaurante, con acceso a una zona solarium en la azotea.
Los locales comerciales de la planta baja se mantendrán, aunque con ligeras reformas en el restaurante que hace esquina con la calle General Mitre y una ampliación de la entrada al futuro hotel. En general se recupera la posición del acceso clásico al edificio, aunque no las arquitecturas que presidían sus dos torres originales.
Las obras supondrán una inversión de 11,3 millones de euros para dejar una superficie final 6.558,91 metros cuadrados de superficie, ligeramente inferior a la actual. El plan económico financiero consultado por este periódico fija en 210 euros el precio mínimo de la habitación doble para los futuros clientes de este hotel.
Como elementos antiguos más característicos que el proyecto propone conservar están las vidrieras de la casa Maumejean en uno de sus patios, con un buen estado de conservación y sin restauraciones aparentes.
El proyecto se enmarca dentro de la apuesta de la actual alcaldía por el turismo de lujo y la conversión de edificios antiguos en hoteles trofeo., como ocurrirá en la misma acera de Gran Vía, un poco más arriba, con el edificio del Romano. O al otro lado de la avenida, con la transformación del Edificio Metrópolis, por citar solo dos de los ejemplos más llamativos.
El edificio del cine Azul
Gran Vía 76 se proyectó en el año 1930 sobre un solar de Jesús Ussia y Cubas, donde hasta 1925 se encontraba el antiguo mercado de los Mostenses. El imponente edificio de abastos fue derribado para dejar paso a la última parte de la Gran Vía, la más cercana a Plaza de España, para dejar paso a un edificio de materiales nobles y recubrimientos de mármoles.
En su origen se concibió como una finca de lujo, con un cine en su local bajo más grande y una tienda en otro contiguo. El resto de plantas -a partir de la segunda- tuvo diferentes usos. En principio casas de alquiler pero después hotel, hostal, academia y las oficinas que actualmente ocupan el lugar.
El primer cine fue inaugurado en octubre de 1933 con el nombre de Velussia, con el formato de sesión continua de películas documentales. En 1939 cambia su nombre al cine Azul, previa reforma de Alejandro Blond González y 410 butacas de aforo. Su historia finalizó en el año 2005, debido a que la legislación del Ayuntamiento de Madrid cambió para poder convertir las salas de cine en otros locales comerciales. Fue entonces cuando abrió allí un restaurante de comida americana.
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