Un decálogo contra los bulos sobre el coche eléctrico
Como suele ocurrir con casi todo lo nuevo, el coche eléctrico se enfrenta a resistencias, mitos y percepciones erróneas que generan desconfianza entre muchos conductores. Un documento, en forma de decálogo, elaborado por la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive) y la patronal de concesionarios Faconauto señala, sin embargo, que la realidad técnica es obstinada, en varios sentidos: este tipo de vehículos se incendia con menor frecuencia que los de combustión, el agua es un método eficaz para sofocar posibles fuegos y la recarga doméstica es completamente segura si se realiza conforme a la normativa.
El bautizado como Decálogo de Seguridad del Vehículo Eléctrico, que recoge estos y otros hechos, ha sido presentado recientemente con el objetivo de dotar a los concesionarios de herramientas claras para responder a las dudas más frecuentes de los clientes.
Ambas organizaciones coinciden en que la movilidad eléctrica ya no es una promesa de futuro, sino una realidad presente que necesita un enfoque pedagógico y riguroso para seguir avanzando. Por ello, han decidido lanzar este documento desde los dos entornos que más confianza generan y donde surgen gran parte de las dudas prácticas: el concesionario, como prescriptor clave de movilidad segura, y las comunidades de vecinos, gestionadas por administradores de fincas, que deben adaptarse a la convivencia con esta tecnología. La seguridad, recuerdan, se transmite con información útil y veraz, respaldada por quienes asesoran y acompañan al cliente en una decisión clave.
El decálogo nace como una guía divulgativa que refuerza el papel del concesionario como canal de confianza y del administrador de fincas como agente facilitador en los entornos residenciales. “Ambos desempeñan un rol esencial a la hora de despejar inquietudes, resolver dudas técnicas y contribuir a la adopción de soluciones seguras y bien gestionadas”, leemos en él.
Avalado por el conocimiento técnico de Aedive, el trabajo ofrece respuestas rigurosas a las dudas más habituales sobre el uso cotidiano del vehículo eléctrico. Además, aporta certezas con base científica frente a informaciones erróneas que siguen circulando y dificultan tanto la venta como la aceptación social de esta tecnología.
Las 10 certezas técnicas frente a los mitos más extendidos sobre las que se pone el acento son las siguientes:
Protección por diseño. Los vehículos eléctricos cumplen normativas más estrictas que los convencionales. Sus baterías integran sistemas de supervisión continua desde su concepción para detectar y corregir cualquier anomalía.
Menos incendios, más seguridad. Los datos lo confirman: los coches eléctricos sufren menos incendios que los de combustión, lo que desmonta uno de los bulos más propagados.
Baterías bajo control. Estos dispositivos están monitorizados de forma permanente. Además, tecnologías como las baterías LFP (litio-hierro-fosfato) reducen aún más el riesgo de incendio.
Carga doméstica segura. Un punto de recarga instalado por profesionales cualificados garantiza una experiencia segura. Ante cualquier anomalía, el sistema interrumpe el flujo eléctrico de forma automática.
Nada de enchufes domésticos. Usar enchufes tipo schuko durante horas es peligroso, dado que no están preparados para estas exigencias y pueden sobrecalentarse. Es imprescindible, por tanto, instalar un cargador específico.
Mantenimiento mínimo, pero esencial. Aunque los vehículos eléctricos requieren menos revisiones, es fundamental seguir el plan del fabricante, especialmente en lo referente a la batería. Las intervenciones deben realizarse siempre en talleres cualificados.
Protocolo post-impacto. Si se ha producido un golpe en los bajos del coche, conviene revisarlo en taller antes de estacionarlo en un garaje cerrado.
El agua sí apaga incendios. Lejos del mito, el agua es efectiva contra incendios en eléctricos. Los bomberos están formados y equipados para intervenir, y los residuos se gestionan conforme a la normativa correspondiente.
Espacios compartidos seguros. Informar de la presencia de vehículos eléctricos en garajes permite adoptar medidas preventivas, como señalizar correctamente las plazas o planificar intervenciones en caso de emergencia.
Profesionales, siempre. La instalación de puntos de carga y cualquier revisión debe estar en manos de expertos cualificados, conocedores de la normativa y los protocolos adecuados.
Al respecto de toda esta problemática, el director general de Faconauto, José Ignacio Moya, ha declarado lo siguiente: “Los concesionarios nos trasladan a diario que muchos clientes creen en las ventajas del vehículo eléctrico, pero aún necesitan certezas técnicas. Esta guía se convierte en una herramienta clave para que los asesores comerciales puedan acompañar esa decisión con argumentos sólidos y contrastados. En un momento en que la confianza es determinante, el concesionario no solo vende, sino que prescribe movilidad segura, sostenible y bien informada”.
Por su parte, Arturo Pérez de Lucía, director general de Aedive, señala que “en los últimos meses han proliferado dudas infundadas que se han convertido en barreras reales para la electrificación. Este decálogo aporta claridad con base técnica y responde con precisión a las inquietudes más frecuentes de usuarios, compradores y gestores de espacios compartidos. Es una guía con información contrastada sobre seguridad, mantenimiento y buenas prácticas, diseñada para aportar certezas, reforzar la toma de decisiones informadas y facilitar la convivencia del vehículo eléctrico en todo tipo de entornos, desde el concesionario hasta las comunidades de vecinos”.
El Decálogo de Seguridad del Vehículo Eléctrico está disponible para descarga gratuita tanto en www.faconauto.com y www.aedive.es. Será distribuido a través de toda la red de concesionarios y también a través de los administradores de fincas para reforzar tanto el asesoramiento técnico al cliente como la gestión segura del vehículo eléctrico en entornos residenciales, contribuyendo así a acelerar la adopción de una movilidad segura y sostenible.