'Canal del funcionario' es el espacio de opinión de Miguel Hernández, funcionario de la Comunidad Autónoma de Murcia y de la Tesorería Territorial, articulista y colaborador en varios medios y autor de Rincones Insólitos de la Región de Murcia.
No se rían del IMIDA
Reírse del IMIDA no es solo hacerlo de un puñado de trabajadoras y trabajadores que llevan en situación de precariedad más de una década (algunos hasta 19 años). Es reírse del servicio público y de la investigación. Es reírse en nuestras narices del desprecio que lleva años el Gobierno regional imponiendo a un organismo que debería ser santo y seña de la investigación, no solo en la Región sino en España.
Pero no, parece ser que no basta con ningunear, marear y hasta humillar a decenas de trabajadores que siguen trabajando con la espada de damocles de la temporalidad y precariedad encima de sus cuellos.
¿Cuál es la política de investigación del Gobierno regional?, ya se lo dijo el propio presidente López Miras a ellos: “Qué tengáis suerte en vuestras reivindicaciones”.
El IMIDA debería convertirse en el ejemplo de la Región que deberíamos ser, cuyos investigadores, desde el primero hasta el último, formarían parte de un centro de referencia en materia agrícola.
Pero la realidad es cruda, cruel y sangrante. Una institución que lleva más de dos años sin dirección es el mejor ejemplo de que al Gobierno regional le importa un pepino.Nadie es capaz de poner al empresariado agrícola ‘las peras al cuarto’, y solo se utiliza a sus profesionales como pañuelos de usar y tirar.
¿Dónde está la transparencia y la rendición de cuentas de las inversiones públicas realizadas y quién se está llevando los beneficios de las mismas?
¿Alguien se ha preguntado qué repercusión económica, social y laboral tendría el IMIDA si se apostara por convertirlo en una referencia internacional?
Son demasiadas preguntas que por desgracia no tienen respuesta. Y si alguna la tiene, el informe que se realizó y pagó al efecto, habita en algún cajón de algún irresponsable.
El problema de los trabajadores y trabajadoras del IMIDA no es un problema de capítulo I. Miente quien crea eso. En una empresa con más de cincuenta mil trabajadores no es creíble que un incremento gradual de plantilla en cincuenta personas sea el problema, representaría menos del 0’1%.
El verdadero problema es que el anterior Gobierno regional, pero también el actual, no cree en la gestión pública. Véanse sus políticas educativas, sanitarias o industriales.
El IMIDA lleva demasiado tiempo bailando en el borde del precipicio, y lo normal es que termine cayendo. No sé si en las garras de la UCAM, o al abismo del olvido.
Seguir apostando por un IMIDA donde, si eres amigo o familiar, tienes un trato preferencial, mientras unas 60 personas ‘tiemblan’ cada vez que se asoma el Brexit por la televisión, o cuando miran al año 2021, cuando finalizan las ayudas europeas y se imaginan en medio de la plaza, desnudos, sin futuro, con mil dudas y con alguna hipoteca, es apostar por llevar a la región al ostracismo. A convertirnos en el patio trasero de la España vaciada, a renunciar a la formación, al desarrollo y a la investigación como señas de identidad. Así que no se extrañe si dentro de dos años, cuando pida una cerveza en algún bar, al otro lado de la barra esté un doctora en biología molecular. Es la Región que algunos quieren.
Estoy convencido que, algún día, alguien se dará cuenta de que el IMIDA es una de las mejores inversiones que esta región puede hacer. Que las políticas públicas deben ser gestionadas de manera correcta y no como sucede ahora, donde impera el egoísmo y el favoritismo empresarial por encima del interés general. Y todo esto, con dinero público.
Más de cien proyectos se llevan a cabo, cerca de treinta millones de euros, de los cuales unos dos tercios provienen de los fondos europeos. ¿Alguien se imagina cuantas líneas de investigación más podríamos tener con una plantilla estable? En el año 2007, el presupuesto del IMIDA rozaba los 13 millones de euros, mientras que en 2019 tiene poco más de diez millones y medio. Hagan sus cuentas y verán lo que les importa a algunos la investigación en la región.
El próximo día 20 de diciembre, han convocado de nuevo una concentración en Agricultura. ¿Volverá a estar la vicepresidenta? Algunos se conforman con que esté la oposición.
Hace tiempo escribí esto:
Primero vinieron a por los contratados, pero yo no era contratado.
Después vinieron a por los laborales temporales, pero yo no era de ese grupo.
Más tarde vinieron a por los interinos, pero yo tampoco era de ellos.
Al final, vinieron a por mí, pero miré hacia atrás, y estaba solo.
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