El presidente de los empresarios lorquinos dice que el cataclismo empresarial que se avecina tiene “proporciones bíblicas”

El presidente de la Confederación de Empresarios de la Comarca de Lorca (CECLOR), Antonio García, ha considerado este martes que las consecuencias económicas y laborales de la crisis del coronavirus son “incalculables” y que “el cataclismo empresarial que se avecina tiene proporciones bíblicas”.

En declaraciones a EFE, ha dicho que “nunca hemos vivido nada parecido a lo que puede venir ahora” y que las organizaciones empresariales y las cámaras de comercio están remitiendo escritos todas las administraciones para reclamar medidas extraordinarias a la altura de la situación.

“Si no llegan, será muy complicado retomar el vuelo”, ha explicado quien ha creído urgentes cuestiones como la simplificación administrativa de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), a los que habrá que dar carácter retroactivo desde el inicio del estado de alarma “por causa de fuerza mayor”. Además ha pedido una medida equivalente al ERTE para empresas de menos de cinco trabajadores, como los pequeños comercios.

Para García, el Estado se tiene que hacer cargo de las prestaciones de los trabajadores que los empresarios tienen a su cargo “sea cual sea el tamaño de la empresa si esta está cerrada por orden administrativa”.

Sobre las cotizaciones sociales se ha preguntado “qué pasará el día 31” y ha dicho esperar que no se hable de aplazamientos, sino de una “exoneración”, porque “si no hay trabajadores trabajando ni empresas funcionando, de nada sirve que aplacen el pago de las cuotas a la Seguridad Social”.

Entre las demandas de los empresarios de Lorca se encuentra el aplazamiento y fraccionamiento de obligaciones tributarias y el establecimiento de avales públicos del Estado para facilitar el acceso al crédito a las empresas.

García ha opinado que en el caso de los particulares será urgente “una moratoria hipotecaria” de los bancos mientras dure el estado de alarma.

Trabajando a puerta cerrada y de forma telemática, CECLOR no cesa de recibir consultas y comunicaciones de empresas asociadas marcadas “por la inquietud y la incertidumbre”, ha concluido su presidente.