El año 2015 está llamado a ser uno de los más fatídicos en cuanto al número de trabajadores muertos en accidentes de trabajo. En el primer semestre del año, el Avance Estadístico dado a conocer por el Instituto de Seguridad y Salud Laboral de la Región de Murcia (ISSL) recoge 9 accidentes mortales de trabajo (7 durante la jornada de trabajo y 2 in itinere).
Todo apunta a que el segundo semestre va a terminar con cifras igual de preocupantes. En los últimos meses (entre junio y septiembre), los medios de comunicación vienen recogiendo una serie de accidentes de trabajo con el resultado de trabajadores muertos. Desde el mismo día que inaugurábamos la Novena Legislatura en el Parlamento murciano, el pasado 15 de junio, en el que conocíamos que dos trabajadores de 52 y 53 años habían fallecido durante el fin de semana al caerles encima una puerta metálica trabajando en una empresa de carpintería de Molina de Segura; hasta el pasado sábado 17 de octubre en el que falleció un trabajador en una cantera de Cehegín, hemos ido conociendo otras fechas con accidentes de trabajo mortales: el 13 de agosto, Pedro Ángel Nicolás López, peón de la construcción que sufrió un golpe de calor mientras trabajaba como peón en las obras del parking de un restaurante en la Costera Sur, entre Algezares y el barrio del Progreso; 23 de septiembre de 2015, un trabajador murió al explotarle un extintor en una fábrica de materiales contra incendios de Murcia.
Los datos disponibles corroboran que la accidentabilidad en el trabajo se está incrementando. Según la Estadística Laboral de Siniestralidad Laboral en la Región de Murcia, en 2014 “el índice de incidencia de accidentes con baja en jornada de trabajo” se ha situado en 3.093,8, lo que representa un incremento del 4,6% respecto a 2013. En cuanto a trabajadores autónomos, el índice experimenta un notable crecimiento situándose en 1555,1 (en 2013 era de 1463,99). Por sectores, el índice de incidencia ha subido en todos, aunque con grandes diferencias. El mayor incremento se ha producido en el sector servicios, con el 5,9%, aunque sigue teniendo un índice de incidencia inferior al resto de los sectores en más de un 50% (ver gráficos). Construcción ha tenido un incremento del 5,7% y sigue siendo el sector con el mayor índice. En agricultura e industria el incremento ha sido del 2,3% y 2,9 % respectivamente.
Los accidentes laborales reaparecen como un síntoma de las fracturas que se ha abierto en las relaciones de empleo, como efecto de cambios en las políticas laborales y en la organización social del trabajo. Son indicadores de la degradación del empleo, de la pérdida de derechos laborales, indicios de precariedad. Las Reformas Laborales altamente agresivas –como la última, la Reforma de 2012 aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy a través de Real Decreto- o los recortes en los recursos públicos que han afectado a las políticas activas de empleo o a la formación, han empujado a muchos trabajadores y trabajadoras hacia la inestable y precaria vulnerabilidad social, y de allí cuando no se podía seguir haciendo malabarismos en la cuerda floja se ha continuado la caída hacia la pobreza o la desafiliación social.
La política del actual Gobierno apunta a una salida de la crisis por la vía baja del empleo precario, de los salarios bajos y de las desigualdades de género que afectan negativamente a las mujeres, de las desigualdades de edad que afectan negativamente a los jóvenes y a los mayores de 45 y de las desigualdades de ciudadanía que discriminan a los inmigrantes. Esta inestabilidad y precariedad de la condición trabajadora en la actualidad está el origen de la elevada accidentabilidad.
En su momento, la extinta Consejería de Trabajo y Política Social, en colaboración con las organizaciones profesionales y sindicales y a través del Instituto de Seguridad y Salud Laboral promovió el Plan Objetivo Cero Accidentes Laborales en la Región de Murcia. En el presente este Plan ha dejado de estar operativo. Desde Podemos vamos a exigir que de nuevo se ponga en marcha una política contra la accidentabilidad en el trabajo. Urge movilizar energías instituciones y sociales para detener la violencia sobre el cuerpo en el trabajo.
Andrés Pedreño es diputado regional de Podemos
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