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PNV y EH Bildu celebran enfrentados un Aberri Eguna marcado por Catalunya

Celebración del Aberri Eguna por parte del PNV

Aitor Guenaga

Los dos partidos que luchan desde hace décadas por la hegemonía del nacionalismo en Euskadi llegan a este Aberri Eguna (Día de la patria vasca) más enfrentados que nunca en sus estrategias políticas. Tanto en las que tienen que ver con el futuro nuevo estatus político vasco, como en todo lo relacionado con el final definitivo del ciclo terrorista de ETA, anunciado para antes de verano.

De hecho, desde que PNV y la izquierda abertzale (entonces con la marca de Batasuna) rompieron el acuerdo que sustentaba el Pacto de Lizarra (firmado en septiembre de 1998) tras la decisión de la organización terrorista ETA de retomar los atentados a partir de enero de 2000, ambos partidos han construido sus estrategias de acción política de espaldas uno con el otro. Y superando situaciones difíciles, los independentistas liderados por Arnaldo Otegi con ilegalizaciones (2003) y cárcel de sus principales dirigentes por su larga marcha de romper con claridad el cordón umbilical que les ha unido históricamente con ETA -algo aún pendiente y que se evidencia, además, en el enfrentamiento entre ambos partidos por la negativa de EH Bildu a reconocer el daño injusto causado por ETA, tal y como le exigen todas la formaciones- y en el caso de los peneuvistas con el fracaso de la hoja de ruta diseñada en el 'plan Ibarretxe' y la posterior pérdida del Gobierno vasco (2009) a manos del lehendakari socialista Patxi Lopez, gracias a la entente firmada entre PSE-EE y PP y la exclusión por parte de los tribunales de Batasuna de la Cámara vasca.

Son esos antecedentes los que ayudan a explicar y contextualizar la posición política de ambos partidos ante el desafío catalán y la receta que tanto PNV como EH Bildu vienen proponiendo a la sociedad vasca para el nuevo estatus político en Euskadi. Los primeros, desde la “bilateralidad” y el acuerdo; los segundos, desde la construcción de nuevas mayorías que permitan, con los ritmos que sean posibles en cada territorio (País Vasco, Navarra y el País vascofrancés), crear una república vasca independiente.

En palabras de Itxaso Atutxa, la líder del PNV en Bizkaia -principal organización del partido que preside Andoni Ortuzar- ahora toca contemporizar. Atutxa, durante la presentación de los actos del Aberri Eguna de este año bajo el lema 'Nuestro futuro, nuestra patria, ha hecho un llamamiento a “proteger lo ya construido y, llegado el momento avanzar nuevamente”, porque “resistir puede significar ganar”. Nada de emular a los independentistas catalanes, ni mucho menos seguir la estela que ha dejado el movimiento en favor de la república catalana, trufada de detenciones, encarcelamientos, quiebra política y, finalmente, la aplicación del 155 por parte de Rajoy. El PNV solo mira a Catalunya para explicar qué camino no quiere recorrer y aprovechar para cargarse de argumentos que le permitan no apoyar a favor de los Presupuestos Generales del Estado, recién aprobados por el Gobierno de Mariano Rajoy.

A Arnaldo Otegi le faltó tiempo para dejar claro que la estrategia de EH Bildu se contrapone por completo a la tesis defendida por la dirección del PNV. Y en un vídeo colgado en su cuenta de Twitter, el máximo referente de la izquierda abertzale asegura que ellos no han “nacido para resistir, nacimos para vencer”.

Por contra, EH Bildu, defiende avanzar ya hacia la “República vasca”. ¿Cómo? Creando nuevas mayorías sociales y políticas que permitan abrir sostener ese pulso con el Estado. ¿Cuándo? desde ya mismo, aunque respetando las diferencias abismales que existen entre las tres realidades administrativas de Euskal Herria.

El manifiesto de la coalición independentista, titulado 'Una nueva Euskal Herria', denuncia “la deriva antidemocrática y autoritaria del Estado español”, algo que a juicio de EH Bildu “obliga a todos los demócratas a actuar de manera conjunta para conseguir mayores cotas de soberanía” y construir “un muro democrático y popular contra el autoritarismo español”.

Podemos lo celebra desde 2016

Podemos Ahal Dugu vuelve este año a celebrar el Aberri Eguna, pero con un marcado discurso social, alejado de todo tipo de veleidad identitaria. Podemos se sumó a esta festividad por primera vez en 2016 y, desde entonces, no ha fallado a la cita. La formación morada lo conmemorará con el lema 'Gure Eskubideen Jabe! Los derechos sociales construyen país'. Para sus dirigentes, “la soberanía no está situada en un futuro idílico, no implica un Estado independiente”, sino que ejercerla “significa profundizar en la democracia hoy, con las competencias y las soberanías que ya tenemos y somos capaces de ejercer, y es una cuestión de voluntad política”. Podemos busca claramente el cuerpo a cuerpo con el PNV y quiere denunciar cómo utiliza el autogobierno ya existente el partido que lidera los gobiernos de todas las instituciones vascas. “Vamos a poner el foco en cómo está usando el PNV la soberanía que ya tenemos para enfrentar estos problemas, por ejemplo, recortando el presupuesto en igualdad, diseñando una reforma regresiva de la RGI o no apoyando a las empresas industriales en crisis”, señalan.

El Aberri Eguna ha sido la fiesta de los partidos nacionalistas a lo largo de casi toda su historia. Las únicas excepciones hay que buscarlas en el inicio de la Transición, cuando el PCE y los socialistas vascos se sumaron en alguna ocasión a un Aberri Eguna unitario, como en 1978, con manifestación incluida. La comunidad autónoma vasca sigue sin tener una fiesta plural que permita celebrar el Día de Euskadi a todas las formaciones y los intentos realizados -el 25 de octubre, aniversario del referéndum de aprobación del Estatuto, durante la etapa del lehendakari López- han decaído con la vuelta del PNV al control del Ejecutivo vasco.

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