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La ayuda pública a países en desarrollo cae más de 25 millones en tres años

La Coordinadora ONGD Euskadi denuncia el descenso de las subvenciones públicas de ayuda al desarrollo y la cooperación internacional. EFE

Laura Murillo Rubio

Bilbao —

La Ayuda Oficial al Desarrollo es una parte del presupuesto que las administraciones públicas dedican a la lucha contra la pobreza en países empobrecidos. Sin embargo, las políticas de recortes establecidas a consecuencia de la crisis económica han reducido “considerablemente” las subvenciones y partidas económicas de las instituciones a las ONGD y Euskadi “en estos momentos” no es una excepción. Así lo ha manifestado Mila Domínguez, portavoz de la Coordinadora de ONGD en la CAV, quien asegura que han registrado un descenso “muy importante” en los presupuestos destinados a cooperación al desarrollo que “alarma al ámbito social y cooperativo”. Unos datos que se alejan del objetivo del 0,7% establecido por la Ley vasca de cooperación de 2012 y que hacen “inviable” su alcance en los próximos años, según la encuesta elaborada por la propia Coordinadora entre las más de 80 organizaciones vascas que la integran.

“En otros casos hemos denunciado los recortes, ahora queremos denunciar las consecuencias de esos recortes”, han recriminado respecto a una política de cooperación vasca que “no es la ideal”, puesto que se encuentra atada a “pactos políticos” que hacen que los ingresos desciendan y fluctúen anualmente. Y es que a excepción de la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de San Sebastián, el resto de administraciones suman un descenso prolongado desde 2008 hasta 2014. En el caso de la Diputación de Bizkaia el porcentaje se reduce del 0,64% en 2008 al 0,29% para este año, una tendencia que sigue también la Diputación de Álava. Los consistorios se unen a la misma tónica, salvo el Ayuntamiento de Vitoria que a lo largo de este periodo ha otorgado unas partidas “muy desiguales que no favorecen a los trabajos de cooperación”, han denunciado.

De esta forma, Euskadi “deja de ser la referencia que durante 25 años había sido” en el sector de la ayuda a la cooperación internacional y sitúa en un panorama de “incertidumbre” a las organizaciones para el próximo ejercicio, “ya que muchas han tenido que reducir sus plantillas y otras han desaparecido”, ha dicho Domínguez. El incumplimiento de los compromisos por parte de las administraciones públicas ha provocado que entre los años 2010 y 2013 el conjunto de las ONGD miembro de la Coordinadora hayan sufrido una pérdida de ingresos de 25.036.217 euros, lo que en porcentaje se traduce a un 35,5% de impacto de recortes en proyectos del sur, aquellos destinados a países de América Latina, África y Asia. “Varios proyectos de salud en la Amazonia peruana y muchas zonas de África han desaparecido por la falta de subvenciones para llevarlos a cabo”, ha señalado la portavoz, quien ha ensalzado el valor del voluntariado que “sí ha aumentado”, siendo las mujeres mayoritarias en esta labor. “De 143 mujeres hay 1 hombre”, ha indicado. Por su parte, la reducción de trabajos en los países del sur ha pasado de 1440 a 1060 en tres años, mientras que el cese de intervenciones en determinadas zonas geográficas ha afectado a un 53% de las organizaciones miembro.

ONGDs en riesgo de extinción

La pérdida de ingresos públicos somete a las organizaciones dedicadas a la cooperación internacional a un futuro “incierto”. Hasta ahora, el personal contratado ha descendido un 17% pasando de 429 empleados a 356, una reducción que afecta más a los hombres y asociaciones más pequeñas. En un 87,7% de las entidades de “bajo tramo”, es decir, las más pequeñas, no hay personal masculino contratado.

En este sentido, un 32,7% de las organizaciones de la Coordinadora ya han reducido personal “para encarar el escenario futuro como consecuencia de los recortes” y un 24,2% tiene previsto hacerlo el próximo año, según detallan en las conclusiones aportadas por la encuesta. Asimismo, la reducción de jornadas es otra alternativa contemplada por las ONGDs. Un 15,2% cree que tendrá que recurrir a ella en 2015, puesto que el 55% de las organizaciones prevé que su actividad disminuya en este 2014.

Así, la portavoz de la Coordinadora ha declarado que las instituciones ponen “la crisis como bandera” y en relación a ello pueden entender que las partidas económicas desciendan, “pero no lo pueden hacer los porcentajes, deben mantenerse”, ha recriminado sobre la coyuntura actual de la ayuda al desarrollo en Euskadi puesto que “cada vez es más complejo trabajar en proyectos transformadores a largo plazo”.

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