En el extremo sureste de Villa Grimaldi una torre de unos dos metros de alto y 70 centímetros de ancho vigila el parque. No es como la que dominaba este centro de detención, convertido desde 1997 en el Parque por la Paz. Ahora es un monumento a la memoria y a la justicia. En 1976, sin embargo, era uno de los mayores centros de secuestro, tortura y exterminio construidos durante la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-90). Se estima que en él fueron detenidas y torturadas alrededor de 4.500 personas. 226 de ellas nunca llegaron a salir de ahí.
Algunas de estas imágenes relatan lo que supuso este golpe militar, que ha dejado más de 3.200 muertos y desaparecidos, así como miles de detenidos y torturados. Sus familiares, 40 años después, siguen reclamando justicia y verdad.
Todos los días Gloria Elgueta caminaba cinco cuadras desde donde vivía con sus padres hasta una casa colonial llamada Londres 38. Una vez allí, se quedaba observando la entrada principal porque casi todo el mundo sabía que dentro estaba su hermano Martín (en la foto, con amigos), detenido en julio de 1974 por miembros de la DINA (policía política de Pinochet). Mirar era lo único que podía hacer. Todavía hoy desconoce lo que sucedió, y donde están sus restos: las autoridades nunca dieron ninguna explicación a la familia de la detención ni formularon cargos contra él. 2. Todos los días Gloria Elgueta caminaba cinco cuadras desde donde vivía con sus padres hasta una casa colonial llamada Londres 38. Una vez allí, se quedaba observando la entrada principal porque casi todo el mundo sabía que dentro estaba su hermano Martín (en la foto, con amigos), detenido en julio de 1974 por miembros de la DINA (policía política de Pinochet). Mirar era lo único que podía hacer. Todavía hoy desconoce lo que sucedió, y donde están sus restos: las autoridades nunca dieron ninguna explicación a la familia de la detención ni formularon cargos contra él. © AI
Todos los días Gloria Elgueta caminaba cinco cuadras desde donde vivía con sus padres hasta una casa colonial llamada Londres 38. Una vez allí, se quedaba observando la entrada principal porque casi todo el mundo sabía que dentro estaba su hermano Martín (en la foto, con amigos), detenido en julio de 1974 por miembros de la DINA (policía política de Pinochet). Mirar era lo único que podía hacer. Todavía hoy desconoce lo que sucedió, y donde están sus restos: las autoridades nunca dieron ninguna explicación a la familia de la detención ni formularon cargos contra él. 2. Todos los días Gloria Elgueta caminaba cinco cuadras desde donde vivía con sus padres hasta una casa colonial llamada Londres 38. Una vez allí, se quedaba observando la entrada principal porque casi todo el mundo sabía que dentro estaba su hermano Martín (en la foto, con amigos), detenido en julio de 1974 por miembros de la DINA (policía política de Pinochet). Mirar era lo único que podía hacer. Todavía hoy desconoce lo que sucedió, y donde están sus restos: las autoridades nunca dieron ninguna explicación a la familia de la detención ni formularon cargos contra él. © AI
Aunque no se acordaba de su caso concreto de entre las cientos de personas a las que ayudó a salir de Chile durante la dictadura, Frode Nielsen (izquierda), este hombre de cara arrugada dice, mientras abraza a Víctor (derecha) lo que lleva diciendo desde que era embajador de noruega en el país: que todas las personas son valiosas y que eso no se debe olvidar. Víctor, detenido tras el golpe de Estado en noviembre de 1973, sí se acuerda de cómo Nielsen le ayudó a lograr salir de la cárcel y poder exiliarse en Noruega ©Fredrik Naumann/Felix Features
Aunque no se acordaba de su caso concreto de entre las cientos de personas a las que ayudó a salir de Chile durante la dictadura, Frode Nielsen (izquierda), este hombre de cara arrugada dice, mientras abraza a Víctor (derecha) lo que lleva diciendo desde que era embajador de noruega en el país: que todas las personas son valiosas y que eso no se debe olvidar. Víctor, detenido tras el golpe de Estado en noviembre de 1973, sí se acuerda de cómo Nielsen le ayudó a lograr salir de la cárcel y poder exiliarse en Noruega ©Fredrik Naumann/Felix Features
Para algunos, el exilio fue la única solución para evitar nuevas detenciones y torturas. Durante la dictadura, se utilizó la desaparición, el exilio o la relegación con el fin de debilitar a los movimientos sociales y controlar los procesos sociales y económicos. Relegar es el término que se utiliza para privar a la gente de sus viviendas, comunidades y medios de subsistencia. Hombres como el de esta foto tuvieron que abandonar sus hogares y familias. Algunos de ellos para siempre. © AI
Para algunos, el exilio fue la única solución para evitar nuevas detenciones y torturas. Durante la dictadura, se utilizó la desaparición, el exilio o la relegación con el fin de debilitar a los movimientos sociales y controlar los procesos sociales y económicos. Relegar es el término que se utiliza para privar a la gente de sus viviendas, comunidades y medios de subsistencia. Hombres como el de esta foto tuvieron que abandonar sus hogares y familias. Algunos de ellos para siempre. © AI
Nombres como Villa Grimaldi, Isla Dawson, Londres 38 o incluso el mismo Estadio Nacional Santiago no parecen albergar lo que en realidad esconden: centros donde la mayoría de los detenidos son torturados y muchos de ellos, asesinados. En 2004 la Comisión Valech presentó un informe complementario que dio cuenta de 28.459 casos de detenciones ilegales y torturas. Una revisión final de los resultados de la Comisión estableció un número total de más de 40,000 víctimas de violaciones de derechos humanos entre 1973 y 1990. © londres38
Nombres como Villa Grimaldi, Isla Dawson, Londres 38 o incluso el mismo Estadio Nacional Santiago no parecen albergar lo que en realidad esconden: centros donde la mayoría de los detenidos son torturados y muchos de ellos, asesinados. En 2004 la Comisión Valech presentó un informe complementario que dio cuenta de 28.459 casos de detenciones ilegales y torturas. Una revisión final de los resultados de la Comisión estableció un número total de más de 40,000 víctimas de violaciones de derechos humanos entre 1973 y 1990. © londres38
Personas como Verónica de Negri (en la foto, durante su visita a Noruega en 1986), madre de Rodrigo, golpeado y quemado hasta la muerte por soldados chilenos, no pueden creer que siga vigente la Ley de Amnistía, que liberó de responsabilidad criminal a todas las personas que cometieron o encubrieron crímenes cometidos entre el día del golpe militar y el 10 de marzo de 1978, fecha en que se levantó el estado de sitio. Aunque según cifras oficiales, desde el año 2.000 alrededor de 800 individuos han sido condenados, procesados o imputados, todavía hay más de 1.000 causas criminales activas. © Bernt Eide