Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Al Capone no llevaba coleta

La antigua mansión de Al Capone en Miami Beach disponible para el cine y la TV

Elisa Beni

32

“He sido acusado de toda muerte excepto de la lista de bajas de la II Guerra Mundial”

Al Capone

El mafioso más emblemático de la historia se convirtió, con el paso del tiempo, en icono de una paradoja jurídica: la de que a un gran criminal como él sólo se le pudo acabar condenando por un mero delito fiscal. Así Al Capone se convirtió en el santo patrón de todos aquellos a los que se les ha pillado por una nadería cuando no se ha conseguido hacerlo por los delitos graves que se suponía habían cometido.

No le pidan a ese nuestro país grandes tramas. Aquí el ala oeste se queda en raquis de plumón y si llega. Así que no se extrañen tampoco de que si fallan los intentos de las subvenciones, los cobros y no se qué más cosas para convertir a Iglesias en un quinqui, a alguien se le ocurra convertirlo en un Al Capone con coleta e intentar colgarle una imputación penal con una carambola inexplicable incluso desde el punto de vista procesal. Lo de Rodríguez- Medel con Sánchez, vía Franco, no funcionó, vamos a ver si lo de García-Castellón con Iglesias nos hace el avío, se dicen. Se trata de derribar al Gobierno y un vicepresidente con “problemas con la Justicia” es tan conveniente como cualquier otra cosa. Decenas de querellas con pocas posibilidades hacen cola en el Supremo, pero todo es bueno para el convento.

Tengo que reconocer que he estado surfeando sobre este tema mucho tiempo, entre otras cosas porque con Podemos tampoco hay forma de tener claro lo que ha pasado en realidad, de manera que se te complica analizar lo que pasa con los otros, que también son tela de turbios. En todo caso, en esta confusa marejada de periodistas que hacen cosas que no son cosas de periodistas, de Villarejos y sus manejos y de embarulladas historias de bragueta, no conviene perderse en puntillas innecesarias. Yo no sé qué hacen periodistas dando material a policías, ni de dónde sale el material ni si el rollo va de follar y de que luego un cabrito no te chantajee con las cosas del follar, como ya le pasó a Clinton con Starr. No lo sé ni me importa porque hay una cuestión meridianamente más clara y sobre la que no veo discusión: hay un juez que está haciendo unas diligencias para buscar un presunto comportamiento de alguien que no está en la causa y al que no acusa nadie de nada, ni la Fiscalía ni la acusación particular ni ninguna popular.

Tenemos pues que no hay ninguna acusación contra Pablo Iglesias de la Fiscalía y que la dueña de la tarjeta ha remitido al juez un escrito en el que afirma que recibió de él la tarjeta de su teléfono desaparecido en buen estado. Todo lo demás es pólvora del rey. Con estos mimbres, este miércoles ha resonado en el Congreso de los Diputados una voz, la de Teodoro García Egea, señalando al vicepresidente del Gobierno, como “investigado por varios delitos”. Se comprueba una vez más que cuando el PP cambió el nombre de imputado por investigado, palabra ya existente para designar otra cosa, estaba dispuesto a jugar a las polisemias en el sentido que mejor le viniera. Evidentemente Iglesias no está “investigado” ni existe un 'caso Pablo Iglesias', pero algunos tienen tanta prisa que no esperan siquiera a que desde los juzgados les ayuden con la máquina de titulares y la ponen en marcha del tirón.

El pack se complementa con el conveniente apoyo de la prensa amiga. En esa realidad paralela esto ya es el 'caso Pablo Iglesias', el juez se prepara ya para llevarlo al Tribunal Supremo y de ahí al suplicatorio y al escándalo político que quiebre el Gobierno de coalición no quedan más que unos pocos pasos. ¡Qué lástima para algunos que siga rigiendo el principio acusatorio y que sin acusación, de la Fiscalía o de Dina, un juez se quede desnudo! Por ese motivo, la falta de acusación, parece que asoman ya los intentos de desprestigiar la labor de la Fiscalía, hablando de avisos y de filtraciones, como si eso no hubiera sucedido en tiempos de Segarra o como si Luzón fuera sospechoso de ser un oculto simpatizante de Podemos. Ya que nada de eso es creíble, se introducen aquí más asuntos de bragueta que apuntan a inhabilitar la acción fiscal y que vaya usted a saber si desembocan en la pretensión de calzar un fraude procesal que acabe dinamitando el Caso Tandem. El caso que refleja a la perfección la España que huele, la que destila mierda. Y este empeño no es patrimonio de ningún partido sino de la ciudadanía. Dame una palanca y moveré el mundo, dame un procedimiento e intentaré moverte el culo del poder.

Tampoco voy a decirles que opine que se haya manejado bien esto desde Podemos. No debieron particularizar el tema para hacerlo rentable en las urnas porque acabar con la indecencia de deep state es algo que supera los intereses personales. Tampoco debieron descuidar la calidad jurídica y la dirección letrada de un caso tan relevante. Recurrir la expulsión como perjudicado de Pablo Iglesias no fue una buena idea. Si hay una consigna clara entre los poderes fácticos es la de sacarle a él del Gobierno y darle la oportunidad de hacer un papelón a un juez que es amigo íntimo de Aznar, y al que este le dio 17 años de canonjía cobrando un sueldo altísimo y sin que se le conociera esfuerzo alguno, es propio de bisoños o de invencibles.

De momento el juez -con un afán de trabajo encomiable para lo que viene siendo su trayectoria- ha enviado una orden internacional de investigación a una empresa escocesa para ver cómo les llegó una tarjeta de móvil que les envió el marido de la propietaria. Todo dentro de lo que no es sino un fleco menor de una investigación que en realidad versa sobre cómo llegó a casa de Villarejo esa tarjeta SIM, ya que se le intervino en un registro. Puede que me equivoque en lo que les he contado, pero no encuentro otra hipótesis con la que explicar que un juez se empeñe en buscar material para intentar imputar a Iglesias sin que medie acusación por un hecho que nada tiene que ver con la investigación a Villarejo y sobre el que la supuesta víctima ha dicho que nones.

Todo sirve en la guerra y también en el amor. Ya saben.

Etiquetas
stats