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Consumir, una acción más allá del consumo

Economistas Sin Fronteras

Lucía Rodríguez —

Observando la realidad en la que nos hallamos inmersos, vemos que continuamente se están produciendo vulneraciones de derechos. Con motivo del próximo 15 de marzo (Día Mundial de los Derechos de los Consumidores y Usuarios, también día del Consumidor Responsable), nos centraremos en la relación y efectos del consumo. Intentaremos responder a cinco cuestiones: ¿por qué este día?; ¿hasta dónde alcanza el papel del consumidor?; ¿qué retos tenemos?; ¿cómo podemos enfrentarlos?; y terminaremos por ¿qué iniciativas hay en marcha?

Antes de abordar estas cuestiones, abrimos paréntesis. Nos centramos en el concepto “consumidor”. Hay varias acepciones que lo enmarcan. Una de ellas es la utilizada en la Economía, la que tomaremos como punto de partida: “persona u organización que satisface sus necesidades, demandando bienes y servicios a un proveedor o productor”. A lo largo del texto iremos completando esta definición. Ya que consumir va más allá de satisfacer necesidades, del consumo... Cerramos paréntesis.

¿Por qué este día?

El origen de esta efeméride del 15 de marzo se encuentra en el discurso que pronunció ante el Congreso estadounidense, John F. Kennedy cuando era Presidente, en 1962. “Somos [los consumidores] el grupo económico más grande en el mercado, que afecta y es afectado por casi todas las decisiones económicas públicas y privadas [...] pero es el único grupo importante cuyos puntos de vista a menudo no son escuchados”. La importancia de este discurso radica en que puso sobre la mesa el papel del consumidor como agente de cambio e instó a las instituciones a tomar medidas para proteger sus derechos y tener en cuenta su voz.

Pasaron 20 años desde aquel discurso. Y en 1983 se proclamó en el seno de Naciones Unidas esta fecha como el Día Mundial de los Derechos de los Consumidores. Dos años más tarde, la Asamblea General de la ONU adoptó las Directrices para la Protección de los Consumidoresi. Y dejó un sabor agridulce. Agrio: quedándose como una carta de buenas intenciones, de promesas. Dulce: porque reconocía los derechos de todas las personas como consumidores y usuarios, principalmente vulnerados a través de las grandes corporaciones. Por ello, no se podía quedar ahí el tema, había que avanzar.

¿Hasta dónde alcanza el papel del consumidor?

Si el papel del consumidor es tan relevante, se necesita contar con una serie de responsabilidades. Por ello Anwar Fazal, el activista medioambiental y Presidente en la década de los ochenta y parte de los noventa de la organización CI (Consumers International), abanderó un movimiento de consumo responsable. Fruto de ello, nacieron cinco principios, que a día de hoy son referentes para muchas organizaciones de derechos del consumidor y para movimientos de consumo responsable y crítico: Conciencia Crítica, Participación o Acción, Responsabilidad Social, Responsabilidad Ecológica y Solidaridad.

Es decir, que la responsabilidad del consumidor, va más allá del bien o servicio. Hace que nos planteemos tres preguntas básicas de la economía: ¿qué?, ¿cómo? y ¿para quién?

Qué. Cuestionarnos el producto en sí, si realmente lo necesitamos y si es de naturaleza pública o privada.

Cómo. Procesos, condiciones laborales y recursos naturales utilizados o en su creación/distribución.

Para quién. Acceso limitado a ese bien o servicio. Hay que pensar en lo local con una perspectiva global.

Por tanto, a través del consumo somos agentes de denuncia y cambio. Es decir, somos consumidores responsables y críticos. Con derechos y compromisos.

A raíz de este pensamiento, el 15 de marzo también se celebra el día del Consumidor Responsable. Pone de manifiesto los retos actuales a los que nos enfrentamos como humanidad, así como a la existencia de actuaciones de sensibilización, denuncia y transformación.

¿Qué retos tenemos?

Los retos actuales son derivados del apogeo del modelo hiperconsumista, que necesita de un mundo hiperproductivista a costa de todo, como una esponja de absorción infinita. Llevando al límite la mercantilización de las relaciones humanas y medioambientales. Derivando en la sobreexplotación de los recursos naturales y las personas. Provocando la perdida de la diversidad cultural y de la biodiversidad. Generando problemas de salud comunitaria. Y aumentando las desigualdades sociales y económicas...

¿Cómo podemos enfrentarlos?

Para enfrentarnos a estos retos, todas las actuaciones que realicemos a título propio suman y son necesarias: principalmente, la reducción del consumo (por ejemplo, menor uso del transporte privado, utilización de embalajes, mejor gestión de residuos...). Pero el impacto de las acciones es mucho mayor si lo hacemos de manera organizada. Por ello, podemos participar de manera complementaria, individual-colectiva, en tres niveles de actuaciones:

-De denuncia: presión sobre autoridades y empresas, para que cumplan normativas y no se produzcan vulneraciones.

- De concienciación crítica: conocer los efectos del consumo excesivo derivado de un sistema de producción a escala mundial incontrolable y que no tiene en cuenta sus efectos.

- De cambio de los hábitos de consumo: partiendo del concepto de las tres R (lo primero Reducir, lo segundo Reutilizar y lo último Reciclar)

¿Qué iniciativas hay en marcha?

En uno o varios de los niveles anteriores podemos encontrar muchas iniciativas, a modo de ejemplo:

-Organizaciones defensoras de los Derechos de los Consumidores: ADICAE, ASGECO, AUC, CEACCU, CECU, FACUA, FUCI, OCU, etc. A nivel internacional, Consumers International

- Propuestas teórico-prácticas de cambio de hábitos consumo: http://www.economiasolidaria.org/ REAS (Red de Redes de Economía Alternativa y Solidaria), http://www.konsumoresponsable.coop/, información y formación sobrecConsumo responsable y mercados sociales e Ingenios de Producción Colectiva - Ecologistas en Acción, proyectos a pequeña escala para el consumo sostenible.

- Campañas de denuncia: Yoelijo100%pública (plataforma por la sanidad pública), Desobediencia solar, #NoSomosDelito

Como dice el refrán: no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Para comenzar o continuar con una actitud de consumo responsable y crítico. No hay excusa para esperar al 15 de marzo.

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