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Los exrivales de Albert Rivera en las primarias no descartan dar de nuevo la batalla

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, en una imagen de archivo

Carmen Moraga

  • Este sábado se ha cumplido un año de las primarias en las que Rivera se enfrentó a dos desconocidos militantes de base, a los que arrasó

Hace ahora justo un año, Albert Rivera se vio sorprendido con la noticia de que iba a tener dos rivales en las primarias que acababa de convocar el partido para la candidatura a la presidencia de Ciudadanos. Uno era Juan Carlos Bermejo, madrileño de Las Rozas, y el otro era Diego de los Santos, sevillano e hijo del fundador del Partido Andalucista, dos simples militantes de base sin ninguna proyección pública. Los dos sabían que se lanzaban a una aventura con un final ya escrito, porque ganar a Rivera era una misión imposible, pero eso no les arredró.

Doce meses después de aquella experiencia, por la que durante unos días acapararon protagonismo mediático, ambos barajan de nuevo la idea de volver a dar la batalla.

Bermejo lo tiene claro y adelanta que piensa disputar al líder de Ciudadanos la candidatura a la Moncloa. “Estoy decidido a presentarme. Tengo apoyos y ahora ya sé lo que hay que hacer para ganarle”, afirma, en referencia al escaso margen que tuvieron entonces para dar a conocer entre los afiliados sus proyectos y la carencia absoluta de medios que les brindó el partido para hacerlo.

Su intención, cuando se vaya acercando el momento, es empezar con tiempo a hacer campaña, no solo a través de los medios de comunicación, sino también “visitando las agrupaciones más importantes, como hizo Pedro Sánchez” -comenta- para que lo piensa pedir medios a la secretaría de Organización del partido que dirige Fran Hervías.

Precisamente, una de las quejas de las anteriores primarias fue la desigualdad de condiciones con las que concurrieron frente a un Rivera que contó con todo el apoyo del aparato del partido.

La plataforma con la que optó hace un año por el liderazgo de Ciudadanos, 'Esencia Ciudadana', quedó durmiente al finalizar el proceso. Pero Bermejo dice que durante estos meses ha ido creciendo. “En estos momento cuenta con más de un centenar de personas en toda España”, afirma.   

De los Santos medita optar a las primarias de la Junta de Andalucía

De los Santos, en cambio, no ha decidido todavía que decisión tomará pero no descarta competir con Juan Marín por la candidatura a la presidencia de la Junta de Andalucía. “Es pronto para anunciarlo”, asegura el sevillano, menos lanzado que su compañero madrileño.

Su plataforma 'Alternativa Ciudadana', quedó inactiva tras aquellas primarias y no sabe si la gente que participó entonces se animará a repetir, “si es que decido presentarme”, insiste.  

Mientras Bermejo mantiene una línea muy crítica contra Rivera, al que exige “que rompa de una vez con Rajoy, Cifuentes y Susana Díaz porque no podemos seguir apoyando a la organización más corrupta de Europa”, De los Santos dice que desde su atalaya de militante de base está “ilusionado con las expectativas electorales y atento a la evolución del partido”. 

Ninguno de los dos, según confiesan, tiene relación alguna con Rivera. “Ni antes, ni ahora” puntualizan.

En estos doce meses tampoco les ha variado mucho la vida. Siguen trabajando en lo mismo -son empresarios-, aunque De los Santos se ha lanzado a preparar un guión para un documental sobre “identidad andaluza” tras acabar en 2017 un máster en dirección de cine en la facultad de comunicación de Sevilla.

Al margen de eso, ni una sola aparición pública, ni una sola noticia relacionada con la política. “Ya dije en su momento lo que tenía que decir y también fui crítico con lo que no me gustaba”, puntualiza. 

Juan Carlos Bermejo, por el contrario, se ha hecho notar y ha seguido manteniendo mucha actividad en las redes sociales y en los medios de comunicación en donde escribe columnas de opinión y participa en tertulias. 

El madrileño afirma que le consta que sus  artículos críticos “no gustan mucho al partido”. “Pero directamente a mí nadie me ha dicho nada. Creo que o bien me tienen respeto o miedo. A otros por decir menos les han 'fusilado', en el sentido político de la palabra, claro”, opina.

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