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Rajoy promete construir cada día “una mayoría para la gobernabilidad”

Mariano Rajoy, en la tribuna del Congreso de los Diputados durante su discurso de investidura, este 26 de octubre de 2016.

Gonzalo Cortizo

El Mariano Rajoy más dialogante ha pedido desde la tribuna del Congreso la confianza del resto de los diputados para convertirse en presidente al segundo intento. “El Gobierno que pretendo formar puede estar muy lejos de cumplir las condiciones de solidez y estabilidad que yo reclamaba en el pasado debate”, ha dicho Rajoy para concluir: “Tengo asumido que cada día tendremos que construir una mayoría para la gobernabilidad”.

El candidato del PP ha mostrado su cara más amable con frases conciliadoras: “Haré todo lo que esté en mi mano para trabajar de forma conjunta. No me faltará tiempo para escuchar ni atender las inquietudes de sus señorías. Sabré interpretar lo que han dicho los españoles”.

“No podemos estar en elecciones cada seis meses, no conviene a nadie”, ha afirmado: “España necesita un Gobierno, pero no cualquier Gobierno, uno estable, sólido, duradero, previsible y fiable. Y también con acuerdos para evitar una legislatura estéril”.

La mano tendida de Rajoy ha sido el eje principal de un discurso basado en la reclamación de confianza, frente a la interinidad de estos meses. “España no ha estado en funciones, pero todo tiene un límite”, dijo. “He aceptado el encargo del rey porque España necesita un Gobierno con urgencia”, aseguró el candidato del PP.

Consciente de que encara una legislatura en minoría y de que el acuerdo con Ciudadanos no basta, Rajoy se esfuerza por atraer a los socialistas para que apoyen las reformas previamente pactadas con Ciudadanos para permitir su investidura. “Son compromisos de gobierno que redundarán en beneficio de todos”, ha afirmado Rajoy en su discurso: “Mi voluntad es mantener los acuerdos y cumplirlos”.

El presidente en funciones ha asumido que ese acuerdo es una especie de programa de gobierno, ya que las 150 medidas que contiene requieren de tiempo para aplicarlas y ha invitado al PSOE a sumarse, dado el “entendimiento entre los partidos constitucionalistas”. No obstante, en el discurso de este miércoles ha pasado por alto el detalle de estas medidas: “Pueden ir al Diario de Sesiones del anterior discurso de investidura”.

Las principales reivindicaciones del PSOE son la derogación de la LOMCE, de la reforma laboral y de la conocida como 'ley mordaza'. El jefe del Ejecutivo está dispuesto a hacer retoques en esas materias, pero Moncloa niega que vaya a colaborar en derogar las leyes de su primer mandato.

Rajoy tiende la mano a negociar varias reformas “que marcan la vida de un país durante generaciones: el envejecimiento de la población, el futuro de nuestros jóvenes, las migraciones, el cambio climático, los nuevos avances y las igualdad entre hombre y mujer”.

Así, Rajoy ha explicado: “Pediré la convocatoria del Pacto de Toledo antes de final de año. Me propongo un impulso al diálogo social con los agentes sociales para fortalecer la creación de empleo y la asistencia a los desempleados de larga duración”. El candidato popular a la investidura también ha llamado “a un pacto nacional de la educación”, petición realizada en varias ocasiones por el líder de Ciudadanos, Albert Rivera.

El presidente del PP también ha reconocido que se necesita “un acuerdo sobre financiación autonómica” y ha anunciado la convocatoria de una conferencia de presidentes autonómicos, nunca convocada durante su mandato.

Rajoy ha pasado de puntillas sobre los casos de corrupción, como Gürtel, que estos días se juzga en la Audiencia Nacional. Para el PP, el acuerdo con Ciudadanos sigue vivo y abierto al resto de formaciones: “Sigue vigente mi oferta al resto de grupos para que enriquezcan el acuerdo. Realizo esta invitación desde la humildad y el reconocimiento de los casos que han protagonizado personas de mi partido, pero también desde la certeza de que en este campo nadie puede presumir de infalibilidad”. Con estas últimas palabras, quería hacer ver que el PP no es el único castigado por los casos de corrupción.

Sobre el conflicto con Cataluña se ha mantenido en su discurso habitual: “El reto más grave de España en estos momentos afecta a su soberanía nacional, el único pueblo soberano es el que conforma la totalidad de los españoles. Les aseguro que cumpliré con la obligación de cumplir la ley: nadie puede privar al pueblo español de su derecho exclusivo a decidir sobre su territorio”. También en este punto, ha hecho Rajoy una llamada al diálogo con la Generalitat: “Estoy dispuesto a buscar fórmulas que acomoden mejor la necesaria solidaridad interterritorial”.

Tras el discurso, en los pasillos del Congreso, a Rajoy le han preguntado por sus expectativas respecto a la respuesta que darán a sus palabras el resto de los grupos. “Espero sensatez, responsabilidad y compromiso”, ha dicho dicho Rajoy, segundos antes de entrar en su coche para volver a Moncloa.

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