Una manifestación de estudiantes convocada en la plaza de la universidad histórica de Alcalá de Henares ha protagonizado, junto con los gritos de los simpatizantes de Ayuso increpando a los manifestantes, la llegada de la presidenta de la Comunidad de Madrid a este monumento, donde tiene lugar la apertura del curso universitario de la región. “Ayuso, sionista, estás en nuestra lista” y “¡Fuera empresas de la universidad!” han sido algunas de las proclamas de un centenar de personas que se han congregado en una de las esquinas de la plaza de San Diego, delimitados por vallas a cien metros del camino donde Ayuso ha sido recibida por la alcaldesa de la ciudad cervantina, Judith Piquet, y el consejero de Educación y Universidades, Emilio Viciana.
Uno de los momentos de máxima tensión lo han protagonizado cuatro representantes de los estudiantes del Claustro de la Universidad de Alcalá que han abandonado la ceremonia para unirse a la protesta. A continuación, la presidenta, rodeada de una nube de cámaras, ha evitado contestar las preguntas de los periodistas y ha saludado a sus simpatizantes, situados al otro lado de la plaza.
En conversación con este periódico, un universitario que prefiere no decir su nombre ha subrayado la importancia de la lucha de las universidades públicas por una correcta financiación, pero también por situaciones dramáticas del mundo como el genocidio en Gaza: “Ayuso dice que la política se tiene que quedar fuera [de las universidades], pero ella misma es la que lleva una política reaccionaria, que pinta como algo más técnico y profesional, pero todo es política”. “Movilizar y organizar a los estudiantes trabajadores es la única forma de conseguir derechos para los propios trabajadores y de organizar una alternativa real que represente a la clase trabajadora”, añade.
Lo cuenta Val Torres