EDUCACIÓN
La agresión de un alumno a una profesora en un instituto de Sevilla acaba con la paciencia de su equipo educativo
La agresión sufrida por una profesora el pasado viernes a manos de un alumno de la ESO ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia del equipo educativo del IES Polígono Sur de Sevilla. Su director ya ha puesto la cuestión en conocimiento de la Inspección Educativa, de la Delegación Territorial de Educación de la Junta y del Comisionado para el Polígono Sur. La profesora, que lleva tres años trabajando en el instituto, ha cogido la baja, mientras que el menor ha sido expulsado y va a ser trasladado a otro centro educativo de la zona. La pandemia ha hecho mella en el comportamiento y la convivencia, y ha afectado al saber estar de determinados alumnos o al reconocer al profesor como figura de autoridad, según coinciden en decir a este periódico el director del centro y el comisionado, cuando apenas lleva un año en vigor la ley andaluza que reconoce a los profesores como “pilar fundamental del sistema educativo” y que garantiza “el trato, la consideración y el respeto” a su figura por parte del alumnado.
Tanto Antonio Blázquez, director del IES, como Jaime Bretón, comisionado, están tratando en las últimas horas que la Junta estudie la posibilidad de aportar puntualmente algún tipo de apoyo profesional para paliar ciertas conductas agresivas por parte de algunos alumnos, explican. Se da la circunstancia que este miércoles se volverán a ver las partes en la presentación de la programación educativa del Festival de Cine de Sevilla, que tendrá lugar precisamente en el IES Polígono Sur y a la que también acudirá el alcalde, Antonio Muñoz. Junta y Comisionado, hace apenas unos días, destacaban el papel del profesorado como parte de “la transformación social” del Polígono Sur.
Pese a la "labor encomiable" del equipo directivo, dice el profesorado, las medidas tomadas durante el curso no ha hecho disminuir los patrones de conducta
La visión que el profesorado tiene de la situación que se respira en el IES es más alarmante: están fimando un contudente manifiesto en el que exponen la “terrible situación laboral y educativa” que viven, situándola efectivamente “desde el inicio de curso”. “El clima de convivencia del centro supera unos límites de violencia extrema”, sentencian. Agresiones y peleas, daños al mobiliario, amenazas, consumo de drogas, insultos “continuados”, todo un “clima de violencia y disruptividad” que en ocasiones impide el proceso educativo. Pese a la “labor encomiable” del equipo directivo, dice el profesorado, las medidas tomadas durante el curso no ha hecho disminuir los patrones de conducta, que han tenido como último episodio la agresión del viernes, por la cual tuvo que personarse incluso la Policía Local. El alumno tiró del pelo a la profesora, la zarandeó y la empujó contra la pared, según le trasladó a los agentes.
Un centro con 850 alumnos
“La situación en el barrio este año está siendo complicada tras la pandemia”, incide el director, aludiendo en ese sentido a que el confinamiento y el absentismo ha generado “falta de buenos hábitos” entre parte del alumnado, a lo que no ayuda que haya una elevada ratio, con “grupos muy llenos” en las aulas. Blázquez está “elevando” la problemática a las instancias superiores “en busca de una solución”, siendo “conscientes” del “tipo de parte del alumnado” que acude al centro, donde conviven un total de 850 alumnos de ESO, Secundaria y Formación Profesional.
Según el profesorado, a ese respecto, “las características del centro y su contexto no pueden suponer en ningún caso la justificación de agresiones al profesorado que atentan contra la integridad física y psicológica no ya solo del profesorado, sino también de parte del alumnado”. “Nos encontramos ante una situación nunca antes producida y solicitamos ayuda, medios y respaldo para poder continuar trabajando por y para el alumnado en unas condiciones laborales dignas”. Otro profesor se acaba de dar de baja por ansiedad.
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