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Un rosario de dimisiones en las filas del PP de Sevilla, el inesperado efecto secundario de la estrategia para teñir de azul la provincia el 28M

El ya exconcejal del PP en Lora del Río, Álvaro Aranda, uno de los que han dimitido en las últimas semanas.

Fermín Cabanillas / Sara Rojas

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Desde que comenzara el proceso para nombrar a los candidatos que aspiran a conquistar las alcaldías el próximo 28 de mayo, el Partido Popular en la provincia de Sevilla ha sufrido hasta una decena de bajas de algunos de sus miembros “leales de toda la vida”. La última en abandonar el partido, a dos semanas de la cita con las urnas, ha sido la presidenta del PP en Alcalá de Guadaíra, Jeannette Espinosa Fernández, por sentirse “humillada, menospreciada y ninguneada” por la dirección provincial del partido, como ha denunciado ella misma en una carta difundida a través de sus redes sociales.

Términos de “desprecio y ninguneo” que se llevan repitiendo desde febrero por boca de otros dirigentes populares de la provincia, que también han decidido retirarse, fruto del descontento cosechado a las puertas de las elecciones municipales. Dos Hermanas, Lora del Río, El Pedroso, La Rinconada, Gines, Villaverde del Río, Salteras e incluso el presidente de Nuevas Generaciones de Sevilla son algunos de los nombres que se suman a este rosario de dimisiones que deja la campaña del 28M, en la que los populares están decididos a aprovechar la “oportunidad histórica” que ha insuflado el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, a las siglas del PP, tras arrasar en las autonómicas del pasado 19 de junio.

Para conseguirlo y hacerse también con el botín de votantes que deja Ciudadanos tras su declive, los populares han desplegado una estrategia que no ha sentado bien a los históricos del partido en el mapa municipalista. De ahí que varios de ellos hayan denunciado haberse sentido “absolutamente ignorados y olvidados” por el aparato regional del PP, en su apuesta por renovar las cabezas de lista para mejorar sus resultados en territorio rural. Una decisión unilateral y de espaldas a los órganos locales que los propios dimisionarios en sus respectivas cartas de despedida atribuyen a la dirección provincial, a la que critican por colocar a candidatos foráneos, fichados de otros partidos (fundamentalmente de Ciudadanos) o independientes con un perfil consolidado para encabezar las listas del PP en los municipios clave para ganar las diputaciones provinciales. La redacción de SevillaelDiario.es ha contactado con la Dirección Provincial del PP para recoger su valoración, sin haber obtenido respuesta hasta el momento.

Carencia de democracia interna

Una de las más llamativas de estas dimisiones fue la tomada por el hasta el pasado 2 de marzo presidente provincial de Nuevas Generaciones (NNGG), Pedro González Rodríguez-Albariño, asesor en la Diputación con sueldo de 43.362,34 euros al año, que ahora tiene Carlos Raigada, otrora alcalde por Ciudadanos y ahora candidato del PP en Almadén de la Plata. Tan solo cuatro semanas después de aquella decisión, que hizo que Raigada obtuviese rápidamente un puesto de trabajo en la Diputación a costa de González, este último hizo pública una carta en la que presentaba su dimisión, aludiendo a “faltas de respeto y deslealtades por parte de la dirección provincial”.

Días después, el pasado 24 de marzo, Rocío Pérez renunciaba a la candidatura a la presidencia de NNGG en Sevilla, y afirmaba que se había sentido “coartada, intimidada, despreciada y amenazada por integrantes del partido y de Nuevas Generaciones”. En línea similar a lo manifestado por otros compañeros que se sumaban a la oleada de dimisiones, lamentaba que su partido “no lucha por la democracia interna y la libertad de los afiliados”.

En Dos Hermanas, la designación de Fernando Carrillo como candidato del PP sin el consenso de la agrupación local hizo que abandonara el militante más antiguo del PP en este municipio, Francisco Diosdado. Tras 32 años de afiliación, Diosdado denunciaba en una carta manuscrita que la designación a dedo era una “traición” para los veteranos de la formación que preside en Sevilla Ricardo Sánchez. Además, en el escrito reprobaba al que ha sido su partido durante más tres décadas por actuar movido por decisiones propias de un grupo “desagradecido contra los luchadores (como yo y otros y otras muchas) en un lugar como éste, nombrando como candidato a su señor que ha sido socialista cuando le ha convenido y después de Ciudadanos”. 

Acusaciones de “desprecio y ninguneo”

En línea similar, el ya exconcejal del PP en el Ayuntamiento de Lora del Río Álvaro Aranda condenaba haber sido “objeto de humillaciones y desprecios”. “Me han acusado de cobrar comisiones ilegales”, apuntaba también para resumir los motivos que le habían llevado a dejar no solo la concejalía que ocupa desde 2019, sino la militancia en el partido de Juan Manuel Moreno, que comunicó a través de una carta pública el pasado 21 de febrero.

También por entonces, la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Villaverde del Río, Magdalena Martín, se dio de baja como militante y pasó a formar parte del grupo de concejales no adscritos. “Se nombró a otro candidato por la puerta de atrás, de manera antidemocrática”, acusó en ese momento Martín, quien atribuyó la decisión al malestar que supuestamente había suscitado su lucha por recuperar el servicio de urgencias 24 horas en su localidad. “Comuniqué que si no se abrían las urgencia en Villaverde no habría candidatura del PP para las próximas elecciones. O que yo, al menos, no me quería presentar”, explicó en un vídeo antes de zanjar: “A Sevilla no le ha gustado nuestra presión y se han vengado de este comité tan molesto y reivindicativo”.

Casi al unísono, la presidenta del comité local del PP en El Pedroso, Susana Pérez, dejaba el cargo y rompía el carnet de militante. No aclaró entonces los motivos que le llevaron a ello, aunque algunas fuentes apuntan a discrepancias a la hora de elaborar la lista electoral.

Falta de “transparencia” con el comité local

Otra dimisión también sonada fue la protagonizada por el portavoz del PP de Salteras, que se despedía denunciando el “desprecio y ninguneo” de su propio partido. Manuel Ruiz Macías aprovechó el último Pleno municipal del mandato para propinar varias acusaciones a la dirección de su propia formación.

El 19 de febrero, el portavoz del PP en el Ayuntamiento de La Rinconada y único edil del partido en este municipio, Juan Pedro Molina López, anunciaba su baja como militante por el nombramiento de Joanna Moreno Morata como nueva candidata popular a la Alcaldía sin que la dirección del partido hubiese contado con él. En sus redes sociales, defendía su trabajo como concejal en La Rinconada, “al aportar todos los meses ideas, proyectos, mejoras...”, y rechazaba el nombramiento de la candidata que supo “por terceras personas, nunca por la dirección”.

Por último, el pasado 5 de mayo fue el secretario general del PP de Gines y edil en dicho municipio, Domingo Camino, el que dimitía de su cargo orgánico y abandonaba el partido, porque, según denunció, la cúpula del PP había “impuesto” al comité local un candidato ajeno al mismo y que, además, “no vive” en este municipio aljarafeño. Así, afeaba a la dirección provincial la falta de “transparencia” y de diálogo con el comité local, sumándose a la lista de descontentos que arrastra ya el PP de Sevilla en la recta final de las elecciones municipales.

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