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Los hospitales privatizados de Madrid obligan a pacientes crónicos a pagar el envío de sus medicinas a casa

Entrada de las urgencias de la Fundación Jiménez Díaz.

Sofía Pérez Mendoza

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Hospitales privatizados de Madrid obligan a algunos pacientes crónicos a pagar el envío de sus medicamentos a casa si deciden no ir al centro a recogerlos para evitar riesgos. El enfermo debe contratar por sí mismo el servicio de mensajería y correr con los gastos. La práctica se repite en los centros de la red pública gestionados por QuirónSalud, según ha confirmado la empresa a eldiario.es. El cobro se lleva a cabo pese a que la Consejería de Sanidad marca que la dispensa a domicilio durante el estado de alarma, un nuevo servicio puesto en marcha por la administración para cortar posibles contagios, no tiene coste para el paciente. 

Los hospitales afectados por esta política son la Fundación Jiménez Díaz, el hospital Rey Juan Carlos (Móstoles) y el hospital de Villalba. QuirónSalud también controla el hospital Infanta Elena (Valdemoro) y a preguntas de eldiario.es sobre si se aplica el mismo criterio, la empresa da por hecho que sí. 

En todos ellos se hace una interpretación restrictiva de las directrices de la Comunidad de Madrid, a las que deben circunscribirse, y se limita el servicio público solamente a los pacientes que el protocolo de la Consejería de Sanidad considera “prioritarios”. Aquellos que están en cuarentena o con Covid, que viven solos y no pueden desplazarse, de riesgo por edad avanzada, pluripatológicos, oncohematológicos o inmunodeprimidos.

A los que no cumplen estos requisitos, QuirónSalud les obliga a pagar por el servicio si eligen evitar acudir al hospital para no arriesgarse a posibles contagios. “La resolución no dice que el coste lo tenga que asumir el hospital. En los casos prioritarios se considera que la necesidad es incuestionable y por eso no se paga”, justifican fuentes de la empresa, que explican que según el hospital los envíos para prioritarios se hacen a través de mensajería pagada por el centro, de voluntarios o de Policía y Guardia Civil. 

Diana tiene esclerosis múltiple y ha tenido que pagar 15 euros para recibir su medicación mensual en casa. Consultó hace unos días a su hospital de referencia, la Fundación Jiménez Díaz, para confirmar si podía recoger sus fármacos en una farmacia o bien recibirlos en casa, como anunció la Comunidad de Madrid. El centro le informó de que debía elegir un servicio de mensajería y asumir su contratación y su pago. “Esto pone a los crónicos en una situación de elegir gastarse el dinero, que no siempre se tiene, o ir al hospital y ponerse en riesgo cuando el propio centro nos avisó de que era mejor no ir y me canceló la revisión rutinaria con mi neuróloga”, cuenta a eldiario.es. 

En una situación normal, la farmacia hospitalaria dispensa en el propio hospital medicamentos específicos –fabricados particularmente para cada paciente, en muchos casos– que no se pueden recoger en las farmacias de calle. Con el estado de alarma y la población confinada, la Comunidad de Madrid y otras autonomías, como Catalunya, decidieron poner en marcha un servicio especial para evitar que los enfermos crónicos se acercasen a focos de contagio como los hospitales. 

En los públicos, a todos y sin coste

En Madrid, los hospitales públicos están dispensando a domicilio los fármacos a todos los pacientes de manera gratuita, sin limitar solo a los “prioritarios”. En el hospital del Henares (Coslada), por ejemplo, el servicio alcanza prácticamente al 100% de los enfermos crónicos que lo utilizan habitualmente y es Protección Civil quien distribuye la medicación por las casas, según fuentes de UGT. “Está funcionando bien, no nos constan problemas. La entrega la organiza cada farmacia hospitalaria y sin coste para el paciente”, explica la Consejería de Sanidad. Sin embargo, no aclaran cómo puede darse la situación que señalan en estos centros privatizados ni si están controlando el correcto funcionamiento del sistema en toda la red de centros sanitarios y no solo en los 100% públicos. 

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció el 26 de marzo que los madrileños que necesitaran recoger medicación en los hospitales podían hacerlo en su farmacia y, “si tenían problemas de movilidad, esta irá al domicilio”. Dos semanas después, la recogida en farmacia no se ha puesto en marcha, según confirma el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid. “Es una pena. Fue un ofrecimiento que hicimos”, apuntan fuentes del colegio profesional, que aseguran que esta vía ayudaría a reducir la carga de trabajo de las farmacias hospitalarias, cuyas técnicas han tenido que multiplicar sus tareas por los envíos a domicilio. 

Algunos pacientes de Muface también están teniendo problemas para sustituir la retirada de medicación en el hospital por un traslado a casa. Agustín (nombre ficticio), inmunodeprimido, tuvo que ir a su centro privado de referencia a buscar una inyección mensual para una dolencia de espalda. El hospital le informó de que, como era un concierto privado, no se acogían al mismo protocolo que la sanidad pública. 

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