Que corra el aire: la fórmula para prevenir la transmisión aérea del coronavirus en los espacios cerrados
El contagio de la COVID-19 se produce de manera más fácil en los espacios cerrados, según van revelando diferentes estudios sobre su propagación. Además, ante el riesgo, cada vez más probado, de que el virus pueda transmitirse en cierta medida por el aire, la fórmula de prevención más efectiva es: que corra el aire. Así se deduce del documento sobre recomendaciones de climatización y ventilación para la prevención de la propagación del SARSCov-2 que acaban de actualizar los ministerios de Sanidad y Transición Ecológica.
El documento desgrana una batería de medidas que redundan en una misma idea: la ventilación de los espacios cerrados que se han revelado como el entorno más susceptible para la expansión del nuevo coronavirus. Entre ellas, pide que, en los centros de trabajo, se utilice a máxima potencia el sistema de ventilación mecánica durante dos horas antes de la entrada y dos horas después de la salida de los trabajadores. También recomienda “la apertura de ventanas accesibles”. Estas corrientes que renuevan el aire de las estancias son recomendables a pesar de que haya aire acondicionado.
Lo cuenta Raúl Rejón