Cómo se convirtió 'Regreso al futuro' en una película de culto

El mítico coche DeLorean de la saga Regreso al Futuro

Alberto Gómez

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Hay salas de cine que programan sesiones especiales para ver, de nuevo, la trilogía. Hoy por hoy es fácil cruzarse con alguien que vista una sudadera con la imagen icónica del DeLorean, joya que es de las figuras más preciadas en ferias de lego o de Playmobil. Y, si aparece en algún evento Michael J. Fox junto a Christopher Lloyd, la imagen se hace viral. ¿Por qué sigue teniendo tanto éxito la saga Regreso al futuro? ¿Cómo se convirtió en una película de culto?  

Más de mil millones de dólares recaudados por taquilla en todo el mundo, millones de espectadores que las vieron solo en el cine (y los incontables que la han visto en alguna plataforma), son solo algunas de las cifras cosechadas por una trilogía que, como los buenos vinos, ha madurado bien y ha crecido en éxito entre los aficionados al cine.

El DeLorean DMC-12, ocupado a veces por Marty McFly y a veces por el Doctor Emmett L. Brown, desde que llegó a la gran pantalla el 3 de julio de 1985 sigue arrancando una sonrisa entre quienes lo ven, aunque sean jóvenes que no habían nacido aún cuando Marty y ‘Doc’, grandes actores y mejores amigos desde entonces, llegaron a nuestras vidas de la mano de Robert Zemeckis, Bob Gale, Steven Spielberg o Alan Silvestri, entre otros.

Un solo Oscar

Siguen siendo tres películas que, a pesar de los escasos reconocimientos por parte de la academia norteamericana del cine (un solo Oscar, en concreto al de mejores efectos sonoros en la gala de 1986 para la primera parte de la trilogía), impactan. No se olvidan. Y todo por culpa de una serie de ingredientes que la convierten en una película imprescindible y nostálgica. ¿Quién no se acuerda de la banda sonora? ¿Y de la ropa que se secaba sola? ¿O del condensador de fluzo? En definitiva, es una trilogía que se mueve entre tres fechas diferentes, 1955, 1985 y 2015 para recorrer el Viejo Oeste, el presente y el futuro oscuro de un Michael J. Fox que desde entonces quedó en el corazón de los mejores aficionados al séptimo arte.

Con el tiempo se ha convertido en una obra de culto para muchas personas, una comedia tan brillante como original que hizo que hasta los mismísimos expresidentes de los Estados Unidos Ronald Reagan y George Bush (padre) citasen alguna de sus frases emblemáticas en sus discursos como presidentes.

Hoy por hoy está reconocida como una de las mejores películas de la historia del cine y la biblioteca del Congreso de los Estados Unidos decidió preservarla en el National Film Registry. En definitiva, se trata de tres largometrajes perfectamente ensamblados que nos ofrecen diferentes historias y de las que cuesta quedarse solo con el guion, las interpretaciones o la música. Algo que solo ocurre en las obras maestras.

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