Samy, el perro víctima de la dana de Valencia que espera una familia con la que empezar de nuevo

La dana del pasado 29 de octubre acabó con cientos de negocios, arrasó con miles de viviendas, causó daños millonarios y dejó 227 fallecidos. También afectó a decenas de perros, que de pronto se vieron sin familia ni hogar. Ese es el caso de Samy, una mestiza de pastor alemán que sobrevivió pero que lo perdió todo y ahora busca empezar de nuevo, a la espera que alguien se interese por ella y la adopte.

La peluda fue rescatada a punto de ahogarse junto a su familia, que perdió la casa y todo lo que tenían. Todos sobrevivieron, pero desde entonces su vida ha cambiado por completo, según explican desde el Refugio de María, una asociación que opera en el municipio valenciano de Sueca. 

La riada se llevó por delante la vivienda de esta familia, que se ha reubicado como ha podido y eso ha supuesto un problema para la perrita. “En el piso donde están ahora no les dejan tener a Samy”, lamentan. Ella permanece en un campo en el que recibe visitas diarias, pero está “muy triste” porque pasa buena parte del tiempo sola y sin compañía. 

Samy “ha sobrevivido a la tragedia” pero su vida no ha cambiado por completo. “Necesita encontrar una nueva familia”, reivindican desde la asociación, que intenta darle una salida haciendo un llamamiento a través de sus redes sociales. 

La peluda no tiene problemas de convivencia: es sociable con otros perros, se lleva bien con gatos, es muy lista, también activa y le encanta jugar. “Sería ideal una familia que viva en casa con jardín”, añaden los voluntarios del Refugio de María. Además, tiene chip, vacunas y está esterilizada. 

Perros sobrevivientes de la dana pero sin hogar

Samy no es un caso aislado. Tras la riada, muchos perros perdieron a sus dueños, terminaron abandonados y otros directamente se quedaron sin el refugio donde vivían, como fue el caso del recinto de Carlet, que quedó arrasado por el agua. Muchos de ellos participaron el pasado domingo en el desfile solidario de canes, una iniciativa de la protectora AUPA y la Fundación Bioparc que busca darles visibilidad. 

Entre ellos, Sheila, que perdió a su dueña; Lúa, que fue entregada a la protectora porque sus dueños lo perdieron todo; Teo, que deambulaba desnutrido por las calles y no se ha podido encontrar a su familia al no llevar chip; Gahara, abandonada en un chalé con otros perros tras la dana; Pupu, rescatado por la Policía por estar mal cuidado en una casa llena de barro; y Tysson, Dana o Bull, que se encontraban en el refugio de Carlet cuando se inundó por el agua.