Slack despunta un 53 % en su salida a bolsa y roza los 40 dólares por acción

La tecnológica Slack debutó este jueves en la Bolsa de Nueva York disparándose el 53,50 % y subiendo hasta los 39,91 dólares por acción en sus primeras operaciones, después de que ayer optara por establecer un precio de salida de 26 dólares por título.

La primera cotización bursátil de la compañía que diseña software de mensajería para los lugares de trabajo fue de 38,50 dólares, por encima del precio establecido anoche, lo que demuestra el interés de los inversores por esta compañía.

En sus finanzas presentadas ante la Comisión de Mercados y Valores estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés), Slack presentó unas pérdidas netas de 138,9 millones de dólares a cierre de año fiscal (31 de enero de 2019), con una facturación de 400,55 millones.

Según detalló la tecnológica, cuenta con 10 millones de usuarios activos diarios y sus clientes de pago aumentaron en un 49 % con respecto al año fiscal anterior.

Slack está considerada uno de los “unicornios” (como se conocen a las empresas con una valoración de 1.000 millones de dólares antes de entrar en bolsa) de mayor tamaño que este año se estrenan en Bolsa, después de los bautizos de Uber y Lyft, y su valoración global ronda entre los 16.000 y 17.000 millones, según los diferentes analistas.

La compañía optó por una modalidad para su estreno llamada cotización directa -igual que hizo en su día Spotify-, por lo que no existen entidades bancarias como intermediarias de la salida a bolsa, y en la que, en lugar de sacar nuevas acciones al parqué, los actuales inversores tienen la oportunidad de negociar con las participaciones que poseen.

Es por esto que en esta modalidad la empresa no capta dinero -la compañía cuenta con 800 millones de dólares en líquido-, sino que es una manera de que sus accionistas consigan liquidez al registrar sus acciones para la venta.

En una entrevista con la cadena especializada CNBC momentos antes de salir a bolsa, su consejero delegado, Stewart Butterfield, pronosticó el cambio de los emails corporativos por servicios de mensajería -como Slack- que permitan una mayor celeridad: “En los próximos años, desde luego entre los cinco y los siete años por venir, veremos un cambio más grande”, predijo.