¿Es Albarracín el pueblo más bonito de España?

Visto desde lo más alto Albarracín se muestra en todo su esplendor. / Foto: Manuel Alende Maceira

Roberto Ruiz

Un pueblo de casas rojas, abrazado a la montaña, donde el orden de las calles se improvisó sobre la marcha y una gran muralla frenó en su día a los peores enemigos. Así, Albarracín, arroja un punto de color al suroeste de la provincia de Teruel.

Cada uno tiene “su pueblo más bonito de España”, quizá Albarracín lo sea o quizá no, pero no se le puede negar que tiene la fortuna de poder estar entre los más pintorescos del país. Sabe destacar entre los favoritos de los amantes del entorno rural y su herencia medieval nos permite viajar en el tiempo con solo pasear por sus calles.

¿Buscas una escapada rural en la que conocer uno de esos pequeños imprescindibles que hay repartidos por España? Entonces Albarracín debería estar en tu lista de favoritos, no puede ser que en la próxima conversación en la que salga el tema de los pueblos más bonitos de España tú no te lleves las manos a la cabeza exclamando “¡Cómo! ¿Que no conocéis Albarracín? ¡Pero eso cómo puede ser!” 

El encanto medieval de Albarracín

Albarracín fue nombrado por méritos propios Monumento Nacional en 1961 y ha sido propuesto por la UNESCO para ser declarado Patrimonio de la Humanidad, por lo que ya te puedes hacer una idea de la importancia de esta pequeña localidad turolense de apenas mil vecinos.

Como ya habrás podido imaginar por su nombre su primer gran momento de esplendor fue durante el periodo andalusí en el siglo XI. Un clan bereber conocido como los Banu Razin tenía el poder, al ser “el lugar de los hijos de Razin” (al-Banu Razin) su nombre ya estaba prácticamente hecho. Entre los legados de esa época y los posteriores que llegaron con el cristianismo a partir del siglo XII, hoy Albarracín nos ofrece una belleza y una riqueza patrimonial digna de contemplar.

Un paseo por las calles de Albarracín

Albarracín es uno de esos sitios que invita a pasear con calma, con paso tranquilo y con la cámara de fotos en la mano. Son muchos sus rincones en los que querremos detenernos así que es mejor dejas las prisas en casa. Todo el centro histórico es peatonal y solo podremos acceder con el coche para descargar si nos alojamos en un hotel de la zona antigua, pero después deberemos dejarlo aparcado fuera. Así se conserva mucho mejor su encanto medieval.

Su gran muralla es lo primero que llama la atención desde la lejanía. Los muros que rodean Albarracín pertenecen a varias épocas, tanto islámicas como cristianas, y de allí, en lo más alto, será desde donde mejores vistas consigas de todo el conjunto arquitectónico.

Prepárate porque Albarracín está lleno de cuestas y más vale que lleves calzado cómodo. La primera parada que te recomendamos es en la Oficina de Turismo (c/ San Antonio, 2) para hacerte con un mapa y recomendaciones sobre otros pueblos de la comarca. Una vez mapa en mano nos adentramos en la zona antigua y comenzamos a subir, a nuestro paso iremos dejando grandes caserones nobles a nuestro lado hasta que lleguemos a la Plaza Mayor, donde encontraremos su Ayuntamiento totalmente porticado.

Se puede decir que la Catedral de Albarracín es uno de sus monumentos más destacados pero solo podrás visitar su interior a través de las visitas guiadas de la Fundación Santa María de Albarracín. Además, también encontrarás otras visitas guiadas en El Andador. Tampoco te puedes perder el Castillo de Albarracín, donde se entremezclan restos de diversas épocas pasadas, y para cuya visita deberás sacar tu entrada en el Museo de Albarracín, donde además encontrarás toda la historia de este pintoresco pueblo.

Calles estrechas sin orden ni sentido, adaptadas a las laderas de un monte, que suben, que bajan y en las que los vecinos podrían pasarle la sal al de la casa de enfrente con solo alargar el brazo. Si hay algo que goza de una mayor fama sobre todo lo demás, ya sea por su belleza o peculiaridad, esa es la Casa de la Julianeta, de arquitectura imposible y desafiante hasta para el arquitecto más actual.

Todo esto además de la iglesia de Santa María, el Palacio Episcopal, la calle Azagra, la Torre Blanca o el Museo Diocesano son algunos de los principales atractivos de Albarracín. Y no, no hace falta ser niño para disfrutar de su Museo del Juguete. 

Otros planes alrededor de Albarracín

Verás que dentro de Albarracín hay pocas sombras para huir del sol del verano así que si buscas un plan más refrescante donde abunde la vegetación siempre puedes recurrir al sendero del río Guadalaviar. Esta ruta fácil y para todos los públicos sigue el curso del río alrededor de Albarracín a lo largo de unos 4 km, desde allí tendrás unas vistas totalmente diferentes del pueblo y su catedral.

Si tienes tiempo para alejarte un poco más a solo 3 km de Albarracín se encuentra el Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno, un lugar perfecto para completar el día con un paseo por la naturaleza y desde donde podemos acceder a senderos que nos llevan a cuevas como Prado del Navazo, Doña Clotilde y la Cocinilla del Obispo donde se conservan importantes muestras de pinturas rupestres.

Y cómo no, si quieres darle un toque de romanticismo a tu viaje, a unos 40 minutos en coche estarán esperándote los Amantes de Teruel.

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