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Soportújar: el pueblo granadino de aquelarres, meigas y brujas

Uno de los detalles que esperan a cualquier visitante que se adentre en la localidad

Alberto Gómez

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A sus propios 300 habitantes, después de tantos años de brujería, los llaman brujos y brujas, lugareños que no solo aceptan sino que se enorgullecen de que sus calles estén pobladas de malvadas brujas, dragones terroríficos y otros seres mitológicos que ponen los pelos de punta a niños... y no tan niños.

Situado por encima de los mil metros de altura, Soportújar es uno de esos pueblos singulares de las Alpujarras granadinas, con calles laberínticas que embrujan a sus visitantes, grandes y pequeños, desde que llegan a la entrada de la localidad. 

Y es que nada más llegar uno se encuentra la cabeza de Baba Yagá, temible bruja de la mitología eslava que devoraba sin piedad a los niños. Se trata de una escultura de un escultor igualmente granadino. 

Origen gallego

Pero sin duda uno de los elementos que todo visitante se lleva fotografiado en su móvil es la Fuente de las Brujas, una de las primeras figuras en instalarse en el pueblo. 

Dicen algunos expertos que han estudiado la brujería de la localidad que tras la conquista y la expulsión de los moriscos, quien repoblaron parte de Soportújar fueron gallegos, que importaron una cultura pagana y unas prácticas curanderas nunca vistas, algo de lo que se enteró la Santa Inquisición, que acabó condenando por brujería a una mujer llamada Cecilia Monsia, inicio tal vez de la fama del pueblo. 

Además de aquelarres, meigas y la decoración de buena parte de las fachadas, calles y escaparates de las tiendas de la localidad, a un ya sorprendido visitante también le espera la calle Zanjilla, conocida por ser la calle más estrecha de Andalucía, de apenas 48 centímetros: cuando uno sale se encuentra con los calderos de las brujas y una gran escoba junto a un gato negro.

Para saciar la curiosidad de los más pequeños, se puede completar la visita entrando al Centro de Interpretación de la Brujería, donde se pueden descubrir algunos datos curiosos sobre pócimas y hechizos. Y hasta hay máscaras para probarse.

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