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SOS Panadeira, mucho más que un pantalán: la lucha por una costa pública

Impacto de las obras en la costa

Marcos Pérez Pena

El conflicto generado por el proyecto de construcción de nuevos pantalanes por parte del Real Club Náutico de Sanxenxo, unas obras autorizadas por Portos de Galicia con la oposición tanto del Ayuntamiento como de numerosos vecinos, organizados en la plataforma SOS Panadeira, viene de lejos. Las obras, iniciadas el pasado verano, paralizadas por la presión social y por varios recursos judiciales, y de nuevo en marcha, pueden llevar a la práctica destrucción de dos arenales (Os Barcos y Panadeira), a la pérdida de banderas azules y a una mayor contaminación por el movimiento de barcos en los 121 amarres previstos. El proyecto supone, en definitiva, una ocupación del espacio público (puerto y playas) para el beneficio de una entidad privada, el Real Club Náutico de Sanxenxo.

Los responsables de este club privado ofrecieron este miércoles una rueda de prensa en la que aseguraron que seguirán adelante con las obras, a pesar de que las actuaciones están recurridas judicialmente por el Ayuntamiento, en una demanda admitida a trámite por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Santiago; y por Nauta Sanxenxo, la empresa municipal que gestiona el puerto, ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. En la rueda de prensa, que quiso ser una demostración de fuerza por parte del clube participaron diez colectivos, aunque solo uno (la cofradía) era de Sanxenxo.

El presidente del Náutico, Pedro Campos, afirmó que “acabaremos las obras a pesar de quienes recurren a la coacción y al insulto”, en referencia a la plataforma SOS Panadeira, y argumentó que “el Club está compuesto por veraneantes, que venimos aquí por el mar y las playas. ¿Cómo las íbamos a dañar si son nuestro sentido de estar aquí?”. También señaló que “lo que está ocurriendo va más allá de unos pantalanes” y que “si permitimos que la violencia se imponga, la próxima vez usarán este método para otra cosa, y así se acaba con el Estado de Derecho”. En tono amenazante, concluyó que “no confundan nuestra amabilidad con debilidad. Estamos presentando demandas por lo civil y por lo penal. Y contaremos con las medidas de seguridad que sean necesarias tanto para los trabajadores del Náutico como para los socios y los operarios que están haciendo la obra”. También afirmó que “con Telmo y con Catalina”, en referencia al anterior alcalde Telmo Martín y a la actual alcaldesa Catalina González, ambos del PP, “siempre ha habido sintonía, pero puede venir otro alcalde y quién sabe. El futuro del Club estará mejor si tiene sus propias instalaciones”.

La rueda de prensa, en la que participaron los regatistas Fernando Echávarri y Támara Echegoyen, así como responsables de otros clubs náuticos privados de Galicia, fue interrumpida por las protestas de los vecinos de Sanxenxo agrupados en SOS Panadeira, llegando a vivirse momentos de tensión. También hace unas semanas un grupo de activistas denunció una agresión de un trabajador de Portos de Galicia cuando intentaba detener las obras de construcción del pantalán.

Un pantalán criticado por (casi) todos

Vecinos y vecinas dibuja un SOS sobre la arena de la playa

La oposición al pantalán también llegó por parte del Colegio Oficial de Biólogos y por la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac), integrante de la Foundation for Environmental Education, la entidad responsable de la concesión de las banderas azules. “Si finalmente se ejecuta esta obra tal y como está pensada, la playa de Panadeira, aun si cumpliera con todos los demás criterios imperativos, no podría ser considerada zona de baño, al ser incompatible con la zona portuaria”, señaló Adeac, que asegura “no estar en contra de las ampliaciones de puertos deportivos”, eso sí, “siempre que haya una necesidad justificada, unos estudios de impacto ambiental y un consenso social”, aspectos que, en esta ocasión, “no se cumplen”. También recordaba que “los pantalanes están en contra de las orientaciones generales del propio Ayuntamiento y de Nauta Sanxenxo” y decía desconocer “cuáles son los argumentos que pudieran justificar unas obras que aparentemente van en contra del desarrollo sostenible de Sanxenxo”.

El malestar en el Ayuntamiento es visible, igualmente, pues denuncia que la actuación incumple la normativa urbanística vigente, tanto el Plan de Utilización de Espacios Portuarios de Sanxenxo, aprobado por Portos de Galicia, como el Plan de Ordenación del Litoral de Galicia. El concejal de Medio Ambiente, José Luis Rodríguez (del grupo independiente VIPS), se ha mostrado en los últimos días muy crítico con la actuación de la Xunta: “solo hay un culpable de este malestar generado entre los vecinos, la administración local y otros colectivos con el Náutico de Sanxenxo, y este es Portos de Galicia, ya que autorizó esta actuación desoyendo al Ayuntamiento”.

SOS Panadeira lleva meses trabajando en distintas acciones de información y protesta. Ha organizado concentraciones y manifestaciones, cadenas humanas sobre la playa, acciones reivindicativas al paso de la Vuelta a España, ha buscado paralizar las obras estableciendo turnos de vigilancia, ha organizado un festival de música y ha establecido contactos con grupos políticos y con distintas administraciones para frenar el proyecto. Su actividad continúa y aseguran que no se detendrá hasta la retirada del proyecto. Como dijo este miércoles el presidente del Club Náutico, “lo que está ocurriendo va más allá de unos pantalanes”. En efecto, se trata de la defensa del espacio público y de frenar un proyecto de utilización de los recursos de todos para el beneficio, privado, de unos pocos.

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