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“Si no llamas, nadie te avisa”: los fallos de comunicación en cribados obligan a las extremeñas a buscarse su propia cita

Imagen de archivo de una paciente somentiéndose a una mamografía
16 de diciembre de 2025 21:39 h

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Siete nombres propios que no son los únicos—Delia, Beatriz, Pilar, Laura, Lorena, Ana y Eva— coinciden en la misma incertidumbre sanitaria que hoy afecta a más mujeres extremeñas. Todas ellas comparten tres circunstancias: viven en Extremadura, nacieron en 1975 y 1976, por lo tanto, tienen 49 ó 50 años, y ninguna ha recibido la citación de la Junta de Extremadura para participar en el programa de detección precoz del cáncer de mama, a través de cribados.

La paradoja es que fue el propio Gobierno de María Guardiola quien anunció que las mujeres de 48 años quedarían incluidas en el programa de cribado de cáncer de mama de este año 2025, con el compromiso además de reducir paulatinamente la edad hasta los 45 años. Hasta ese anuncio, la edad de inicio para la realización de las mamografías en Extremadura se fijaba en los 50. Sin embargo, varias mujeres han contactado con elDiario.es Extremadura para denunciar que la citación nunca les ha llegado. Ni carta, ni SMS, ni llamada. Todas aseguran cumplir los requisitos exigidos, pero el sistema público sanitario no las ha convocado.

El vacío administrativo las coloca en un mismo punto de vulnerabilidad: la edad en la que deberían haber sido llamadas a revisión y la ausencia de cualquier notificación oficial. Su testimonio revela un fallo que, más allá de lo personal, abre interrogantes sobre la gestión del programa de cribado y la garantía de acceso a una herramienta clave de prevención sanitaria.

El caso de Eva, de 48 años, ilustra cómo un fallo en el cruce de datos puede dejar fuera del cribado a mujeres que han cambiado de municipio. Se trasladó desde Torreorgaz a Cáceres hace unos meses y su cambio de domicilio no fue incorporado a las bases de datos del programa desde su nuevo centro de salud. Eso bastó para que no le llegara la citación. “Me di cuenta de que no me llegaba nada y llamé al teléfono del programa de cribado. Solo atienden durante dos horas al día y estuve esperando hasta que conseguí hablar. Me dieron cita enseguida, pero porque yo la pedí porque si no llego a llamar, yo creo que nadie me habría avisado, ya que me advirtieron de que no aparecía el cambio de domicilio”, explica. La experiencia revela una brecha en el funcionamiento que afecta a cualquier mujer cuyo padrón no se haya sincronizado correctamente con el registro del cribado.

Cristina es enfermera, vive una situación aparentemente opuesta pero igualmente reveladora. Forma parte de un grupo de riesgo debido a un gen cancerígeno y sigue un protocolo específico con resonancias y mamografías cada seis meses, por lo que nunca prestó atención a la ausencia de cartas del cribado general. Sin embargo, según su propio testimonio, tras la polémica generada en Andalucía por los fallos en su sistema con el gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla, comenzó a recibir citaciones automáticas. “A la semana o diez días de salir esa noticia, tenía una cita para el 2 de diciembre. Llamé a Mérida para cancelarla porque yo ya tengo mi seguimiento y prefería que dieran esa cita a otra mujer. Y hace tres días me volvieron a llamar para preguntarme si iba a presentarme. Les expliqué que ya había avisado, que estoy en otro proceso médico y que no debía estar en esa lista”, cuenta. Su caso evidencia que el sistema puede citar incluso a mujeres que no deberían estar dentro del circuito poblacional.

Delia Prado, de 50 años, por su parte, relata que nunca ha recibido la citación de la mamografía anual que le corresponde. Llamó a su médico de cabecera el año pasado porque la carta no llegaba y él la registró como preferente debido a su condición de mama fibroquística, lo que requiere un seguimiento más estrecho. A pesar de ello, lleva dos años sin realizarse la mamografía y aún está esperando una respuesta. Una situación que retrata la dificultad real de muchas mujeres para acceder a un chequeo preventivo esencial si no son ellas las que están informadas y piden ellas mismas la cita.

Información contradictoria

A la confusión evidente por estos testimonios se suma la falta de claridad en la información institucional. En el Área de Salud de Coria, por ejemplo, la nota informativa oficial publicada en PDF en la web establece que la edad de cribado comienza a partir de los 48 años. Sin embargo, la página de la Junta de Extremadura donde se indica que se puede ampliar la información pulsando en 'Quiero saber más', ese enlace conduce a una web de 2022 donde dice que la prueba preventiva es a partir de los 50 años. Esa desactualización contrasta con el anuncio del Servicio Extremeño de Salud (SES), que comunicó en 2024 y 2025 la ampliación progresiva de la citación a mujeres de 49 y posteriormente de 48 años.

Captura de pantalla de información oficial desactualizada

El desconcierto aumenta cuando las afectadas que sí saben que se puede llamar para pedir cita, intentan contactar con la Unidad Central del programa. El teléfono oficial, 924 38 25 87, solo atiende de lunes a viernes entre las 12:00 y las 14:00 horas, lo que dificulta que muchas mujeres puedan llamar aunque también se puede contactar en el correo electrónico habilitado para incidencias, incidenciascitaspdpcm@salud-juntaex.es. Según las mujeres que han logrado comunicarse con el servicio, las citas únicamente se están ofreciendo por la tarde, lo que limita todavía más su capacidad de acceso a la mamografía.

En Cáceres capital, varias mujeres de entre 48 y 50 años aseguran que nunca han sido citadas. “Tengo 49 años y no me ha llegado ninguna carta ni aviso. Y conozco a muchas vecinas en la misma situación”, señala una de ellas. Todas coinciden en que la falta de citaciones automáticas, la ausencia de información desde los centros de salud y la dificultad para contactar con la administración están generando desigualdades que podrían retrasar diagnósticos cruciales. “A ver, es que hay mucha gente que si no las avisan ni siquiera saben dónde tienen que pedir la cita”, asevera Ana.

El contexto nacional añade preocupación. El Ministerio de Sanidad solicitó recientemente a todas las comunidades información detallada sobre sus programas de cribado, después de que en Andalucía se descubrieran fallos que dejaron fuera del seguimiento a miles de mujeres que ya tenían pruebas sospechosas. En este escenario, los testimonios recogidos en Extremadura apuntan a un posible problema de gestión que amenaza la detección temprana del cáncer de mama, una enfermedad cuya supervivencia roza el 98% cuando se detecta en fases iniciales. Se da la circunstancia que desde la Junta de Extremadura se criticó al Ministerio de Sanidad por no disponer de una plataforma apta para el envío de todos los datos disponibles sobre los cribados en la región, aunque terminó remitiéndolos a los pocos días.

Respuesta institucional

Desde la Unidad de Programas de la Dirección General de Salud Pública (DGSP) del Servicio Extremeño de Salud (SES) aseguran no tener constancia de que existan mujeres en la franja de edad de cribado que no hayan sido citadas para la realización de la mamografía dentro del programa de detección precoz del cáncer de mama. “En cualquier caso, el programa está diseñado para ofrecer todas las facilidades posibles. Si por algún motivo la carta de citación no hubiera llegado, o hubiera sido enviada a una dirección postal errónea tras una actualización, tanto las mujeres interesadas como los profesionales sanitarios pueden contactar directamente con nosotros a través de nuestro call center (924 38 25 87, de lunes a viernes de 12 a 14 horas) o mediante los correos electrónicos habilitados”.

“Nuestro objetivo es asegurar que todas las mujeres en edad de cribado tengan acceso a la mamografía en el marco del programa de prevención”, concluye la respuesta del Gabinete de Prensa institucional, pero dejando entrever que son las propias afectadas las que deben realizar las gestiones pertinentes para conseguir su cita.

Modelo de sanidad

Con este escenario, la polémica entra de lleno en la campaña electoral del 21D. Irene de Miguel, candidata de Unidas por Extremadura, ya exigió explicaciones a la presidenta María Guardiola por el retraso en el envío de datos al Ministerio y advirtió de que la misma empresa privada que provocó la crisis de cribados en Andalucía opera también en la región, con una adjudicación “a la baja” de un millón de euros menos de lo previsto para los autobuses que realizan mamografías en los pueblos. De Miguel ha sido la candidata que más ha insistido en que el caso de los cribados refleja el riesgo de una privatización encubierta de la sanidad pública y la falta de garantías en programas tan sensibles como la detección precoz del cáncer de mama.

El PSOE de Extremadura se sumó a las críticas cuestionando la contratación de la empresa encargada de las mamografías móviles en las zonas rurales y reclamando explicaciones al Gobierno regional por una decisión que, a su juicio, podía generar desconfianza entre las mujeres.

En respuesta, la presidenta de la Junta, María Guardiola, rechazó de plano las acusaciones y acusó al PSOE de “jugar con el miedo de las mujeres y con la angustia de tener cáncer”, calificando esta actitud como “lo más sucio” que había visto en política en mucho tiempo. Guardiola defendió además que en Extremadura hay “maravillosos profesionales” y que el sistema sanitario funciona correctamente.

Así, lo que para Delia, Beatriz, Pilar, Laura, Lorena, Ana y Eva es una cita que nunca llegó, para el conjunto de la ciudadanía se convierte en un símbolo de la distancia entre las promesas institucionales y la realidad sanitaria. El 21D no solo decidirá quién gobierna Extremadura: también pondrá sobre la mesa qué modelo de salud quiere la región para su futuro, entre la defensa de un sistema público fuerte y universal o la consolidación de fórmulas privatizadoras que ya muestran sus grietas en servicios esenciales de prevención.

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