Aeropuertos sin aviones, ciudades de la Cultura sin arte
De los creadores del aeropuerto de Castellón, que no tiene aviones pero cuenta con la ventaja, sin duda imprescindible, de poder pasear a pie, a diferencia del resto, y también de poder entrenar si tienes un coche de carreras (y eres amigo de Fabra), llegan las ciudades de la Cultura sin arte. Sí, por lo visto es algo común que los proyectos se queden a medias por falta de medios y lo que en un principio era una buena idea, un proyecto interesante, se convierte en un desastre, en una deuda, y ya hemos perdido la cuenta de cuántas van.
Mònica Oltra ya cuestionaba la rentabilidad y la practicidad de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, con unos presupuestos completamente desbordados y unos resultados más que insuficientes; sobre todo porque no cumplían su función y en las instalaciones se daba lugar a espectáculos que no tienen nada que ver ni con las artes ni con las ciencias (pero con mucho más prestigio internacional, más prensa, más ruido y flash). Denunciaba que todo aquel dinero se podría haber destinado a la cultura de otra forma, mucho más efectiva y directa, y no a aquellas construcciones faraónicas que, además, estaban medio deterioradas al poco de finalizar. Por supuesto, con el gran sentido del humor que se gastan nuestros políticos, no se le ha hecho tanto caso como el que debiera, y la última culturetada la dan en Galicia, con el parón de su propia Ciudade da Cultura (sin cultura). Una vez acordado que definitivamente se paraliza el proyecto, se demandaba que el dinero que estaba destinado a la construcción del Plan Gaiás fuera destinado a distintos sectores de la cultura gallega, pero ha sido rechazada.
Así que no nos queda otra que conformarnos con los aeropuertos sin aviones, las ciudades de la Cultura sin arte, las deudas amontonadas, la cultura en un rincón sin hacer ruido.