La Escuela de Teatro afronta su peor año de matriculación

El taller de Artes Escénicas de Vitoria, TAE, afronta este próximo curso con una caída importante de matriculaciones que espera remontar en los quince días restantes de mes aunque, según confiesan, sin demasiadas esperanzas. “El pasado año por estas fechas no teníamos esta sensación que nos invade ahora. Estamos tocando madera y esperando que esta descenso se deba a un retraso y que la gente se acerque a apuntarse antes de que se cierre el plazo a finales de septiembre. Pero mucho nos tememos que no va a ser así. Estamos preocupados”, explica la responsable de administración, Txelo Fernández que añadía que nunca en sus 30 años de historia han tenido estas cifras tan bajas.

Los cursos que ven peligrar su continuidad son los destinados a la iniciación al teatro de personas adultas o aquellos para personas con discapacidad psíquica. “Ya no sólo se trata de que no resulta rentable económicamente sino que no tiene sentido celebrar esos talleres con sólo tres participantes porque requieren de mucha interacción y juego y es imposible desarrollarlos sin más alumnos”, explicaba Txelo Fernández.

El profesorado del centro lo forman diez tutores que imparten clases a lo largo de todo el curso y distintos profesionales de diversas disciplinas que imparten clases de forma puntual en forma de monográficos de diferentes temas. Todos los profesores, además de una amplia experiencia pedagógica, son especialistas en la disciplina que imparten.

Cursos infantiles con lista de espera

En cambio la enseñanza para niños a través del juego dramático tiene lista de espera. “Esos son los primeros que se llenan. Están muy demandados”. Ahora mismo la escuela cuenta con algo más de 300 alumnos, doce de ellos matriculados en los estudios profesionales. “Lo ideal sería contar con unos veinte en este aula. Lo hemos conseguido todas las temporadas”.

A estas dificultades se suma la reducción del apoyo financiero que las instituciones les venían prestando. La escuela ha perdido en los dos últimos años el 50% de las subvenciones que recibía de Gobierno vasco y Diputación Foral. “Hemos tenido que hacer malabares para no aumentar los precios, tan sólo hemos subido un 1 o un 2% pero no más porque sabemos que la gente anda muy justa”, manifestaba Fernández que aseguraba que pese a las dificultades la continuidad de la escuela no está en riesgo.