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Málaga rompe con Carlos de Haya, el “piloto de Franco”

Carlos de Haya

Néstor Cenizo

Carlos de Haya era un hábil piloto, capitán de la Aviación Nacional de los sublevados, participante en decenas de bombardeos y pieza importante para que Franco y el general Kindelán organizaran el paso del Estrecho de las tropas de África. Hasta hace pocos años, Carlos de Haya era la denominación oficial del principal hospital de la ciudad, y aún es el nombre de la avenida en la que está ese hospital. Si se cumple el dictamen del Pleno, será por poco tiempo: el ayuntamiento aprobó la semana pasada que esa avenida vuelva a ser el Camino de Antequera, como ya se denominó desde 1782 hasta que Franco le cambió el nombre, en 1940.

La Comisión de Derechos Sociales aprobó el 18 de diciembre una moción de IU-Málaga para la Gente pidiendo el cambio de denominación, con el único voto en contra del PP, que sin embargo votó a favor del cambio en el Pleno. La decisión de cambiar el nombre de avenida Carlos Haya a Camino de Antequera es, por tanto, unánime, y ahora corresponde ejecutarla al alcalde. Remedios Ramos, la concejala que presentó la moción, advierte de que estará pendiente.

El voto por el cambio en el Pleno fue el último episodio de una larga polémica. En la anterior reunión de la Comisión de Derechos Sociales los concejales votaron el cambio de nombre sin saber muy bien qué votaban. Habían aprobado cambiar el nombre a avenida 4 de diciembre, denominación que el Pleno no ratificó. En los últimos meses los partidos habían propuesto varios nombres para sustituir a Carlos de Haya: avenida Norman Bethune (en honor al médico canadiense que atendió a los civiles bombardeados por la aviación golpista en la carretera Málaga-Almería), avenida 4 de diciembre (en recuerdo del 4 de diciembre de 1977, fecha de las manifestaciones por la autonomía andaluza) y avenida de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

IU-Málaga para la Gente presentó nuevamente la moción proponiendo recuperar la antigua denominación (Camino de Antequera), y esta vez sí logró el apoyo del resto. “Es una reivindicación lógica y justa”, opina Ramos, que recibió el apoyo de vecinos que aún llamaban a la avenida por su antiguo nombre. Aunque aún existe una calle Capitán Carlos Haya en Getafe, hace tiempo que una de las terminales del aeropuerto y una calle de Bilbao dejaron de llamarse Carlos Haya.

Sin embargo, y pese al cambio en el callejero, la memoria de Carlos de Haya en Málaga parece aún lejos de extinguirse, porque el hospital sigue siendo para muchos el Hospital Carlos Haya. El franquismo dio nombre de tres de sus aviadores muertos en la Guerra Civil a los hospitales de Sevilla, Málaga y Granada. En Sevilla, el hospital García-Morato (llamado así en honor al fundador de la Patrulla Azul) pasó a ser el Virgen del Rocío, y en Granada, el hospital Ruiz de Alda es ahora el Virgen de las Nieves. Aunque desde 2009 el antiguo Carlos Haya es oficialmente el Hospital Regional de Málaga, el cambio se realizó con extrema discreción, su nombre oficial no ha calado y algunos echan de menos el intento frustrado de llamarlo Hospital Blas Infante.

Participación en el asedio de Málaga

Participación en el asedio de MálagaCarlos de Haya es un nombre que de tanto sonar en Málaga ha acabado por escribirse y decirse mal. Carlos de Haya y González de Ubieta (y no Carlos Haya) ni siquiera nació en Málaga, sino en Bilbao en 1902, y murió en Teruel, en 1938. Si su familia se asentó en la ciudad es porque el piloto se había casado con la hija de un popular médico local, José Gálvez Ginachero. El 18 de julio de 1936 Carlos de Haya estaba en Málaga porque su mujer acababa de dar a luz a gemelos, pero inmediatamente marchó a Sevilla para ponerse a disposición de Queipo de Llano. Esa mujer, Josefina, fue hecha prisionera por la República, y canjeada poco después por el periodista (y autor de El Cero y el Infinito) Arthur KoestlerEl Cero y el Infinito.

Desde la base de Tablada, De Haya participó activamente en el establecimiento de un puente aéreo en el Estrecho que permitiese a los golpistas pasar a la península al ejército africano. Algunos historiadores consideran a Carlos de Haya una especie de piloto personal de Franco por la gran cantidad de servicios que le prestó. Suele citarse como su gran hito su participación en el aprovisionamiento del Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza (en Andújar, Jaén), asediado por los republicanos. Se dice que el piloto lanzaba los víveres y las medicinas atadas a un pavo, que amortiguaba la caída y luego servía de sustento. Con más de 300 vuelos y 3.000 horas de pilotaje, Carlos de Haya participó también en la batalla de Belchite y de Teruel, donde murió.

Entre militares leales y sublevados hay acuerdo en que las cualidades como piloto de Carlos de Haya eran excepcionales, pero si su memoria se ha honrado durante casi ocho décadas en Málaga no es ni por su vinculación a la ciudad ni por sus dotes para la aviación, sino porque Franco así lo decidió en agradecimiento a su servicio al golpe. En un libro publicado en 2013, los historiadores de la Universidad de Málaga Andrés Fernández y Maribel Brenes documentan la participación de Carlos de Haya en el corte de las comunicaciones aéreas para el asedio de la ciudad de Málaga, que desembocó en la sangrienta huida de decenas miles de personas hacia Almería y en la muerte de miles de ellos, ametrallados desde el aire y bombardeados desde el mar.

La aplicación de la Ley de Memoria Histórica avanza en Málaga a paso de tortuga. Remedios Ramos denuncia que desde que se aprobó, en 2007, apenas se han cambiado los nombres de cuatro calles malagueñas: las dedicadas a los generales golpistas Franco, Mola, Sanjurjo y Queipo de Llano. El Boletín de la Provincia no publicó hasta el 23 de diciembre del año pasado la retirada de las distinciones a Francisco Franco como alcalde honorario e Hijo Predilecto y Adoptivo de Málaga, pese a que había aprobado la moción en noviembre de 2007. “Nosotros no vamos a parar hasta que veamos caer todas las flechas del yugo del callejero”, advierte Remedios Ramos.

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