Anabel, víctima de los cribados de cáncer en Andalucía, a Juanma Moreno: “Nos estáis matando y no me voy a callar”
“Nos estáis matando y yo no me voy a callar”. Así de contundente se ha dirigido Anabel Cano, víctima de los cribados de cáncer en Andalucía, al Gobierno de Juan Manuel Moreno, dos días después de que el presidente de la Junta redujera la cifra de afectadas por los errores en el cribado del cáncer a un 1%, equivalente a menos de una treintena de mujeres.
Con la voz quebrada por la indignación, Anabel ha lamentado que la administración andaluza “me ha abandonado”. “A mí y a cientos de mujeres”, ha añadido esta socia de Amama, la asociación que destapó estos fallos y que asegura que son más de 300 las víctimas que han terminado desarrollando cáncer, frente a la treintena a la que se refirió el presidente andaluz este fin de semana, durante la presentación de su libro en Barcelona, a más de mil kilómetros de Andalucía.
La voz de Anabel, cuya mamografía salió a la luz en una sesión de control de octubre para reprochar la gestión sanitaria del PP en la Junta, ya retumbó en el Parlamento andaluz a finales de noviembre, cuando se dirigió directamente al presidente con estas palabras: “Juanma, me habéis arruinado la vida, estoy muerta en vida”. Esta vez, ha vuelto a lanzarle un mensaje a las puertas del hospital Virgen del Rocío: “No me voy a callar por mí y por las demás”.
La mujer que pidió a gritos en el Parlamento de Andalucía explicaciones sobre lo ocurrido con el programa de cribado del cáncer de mama está dispuesta a seguir alzando la voz para reclamar que “nos escuchen y nos ayuden, que lo que pedimos es salud”. En su caso, clama por una cita con el fisioterapeuta: necesita recibir la rehabilitación que su cirujano le prescribió como “preferente” el 28 de noviembre para no perder la movilidad de su brazo derecho tras someterse a una mastectomía –cirugía para extirpar total o parcialmente el tejido mamario–.
“Yo no puedo estar hasta el 20 de enero esperando”, ha aseverado Anabel, quien ha deplorado: “El pecho ya lo he perdido, pero al menos voy a intentar no perder la movilidad para que no dependa de una persona para todo”. Al hilo, ha recordado que es víctima de “un cáncer por un cribado mal gestionado”. “Estoy reclamando un fisioterapeuta para mi enfermedad que está agravada por el cribado porque me han abandonado”. “Si un médico cirujano me dice que necesito un fisio preferente es porque lo necesito ya, dejémonos de libros y de tonterías”, ha criticado ante los medios de comunicación, en las inmediaciones del hospital de la Mujer.
“No diga que son 23, somos más de 300”
Asimismo, Anabel ha negado que solo el 1% de las afectadas por los retrasos en las pruebas diagnósticas hayan terminado desarrollando un tumor maligno, como señaló Moreno este sábado en Barcelona, al reconocer que de las 2.713 afectadas que computa oficialmente la Consejería de Sanidad “el 99% no tiene lesiones tumorales”. El presidente andaluz relativizó así el impacto de esos fallos al resaltar que hablamos de un programa en el que se hacen medio millón de mamografías y donde se produjo un problema porque “una jefatura de servicio se saltó el protocolo” en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Anabel ha respondido a estas declaraciones, junto a otras compañeras afectadas, garantizando que “no es verdad”. “Somos 301 a día de hoy y siguen llamando y faltan todavía Huelva, Málaga y Jaén”, ha apuntado la socia de Amama, en referencia a la gira que ha puesto en marcha la asociación por las provincias andaluzas con el objetivo de recabar denuncias de afectadas.
En la misma línea, pacientes de Cádiz, Almería, Jaén, Sevilla y Málaga han lamentado a través de audios difundidos por Amama la “aberración” de que Moreno reduzca la cifra de mujeres afectadas por el cribado del cáncer de mama a menos de 30. Las víctimas acusan al líder del PP andaluz de “frialdad, descaro y falta de empatía”. Y hacen un llamamiento a que “prevalezca la verdad”.
En ese contexto, el consejero de Sanidad, Presidencia y Emergencias, Antonio Sanz, ha aclarado este lunes que el porcentaje al que aludió Moreno en Barcelona es una “media mundial”. “Es lo que siempre hemos dicho: que el 99% de las mujeres con bi-rad 3 [no concluyente] no tienen cáncer de mama”, ha recordado el consejero, antes de apostillar: “No lo dice el presidente, lo dicen todos los estudios científicos, que establecen que en estos casos entre un 0,5 y un 1,2% de las mujeres tienen un cáncer”.
Testimonio de otras mujeres afectadas
Mientras tanto, Anabel recordaba junto al hospital sevillano que tuvo que someterse a una mastectomía “provocada por un fallo en los cribados”, después de pasar “un año esperando y viviendo con un cáncer sin saberlo”. “La vida de las personas es lo más importante, no puede ser más importante un libro”, ha reprochado, insistiendo en que “hay compañeras que están esperando cirugías, pruebas, resonancias, biopsias e incluso quimioterapia”.
Entre ellas se encuentra María Fernández, de 61 años y también socia de Amama. Se hizo la mamografía que considera “sospechosa” en agosto de 2023. En aquella ocasión –a diferencia de las anteriores– no recibió ninguna notificación sobre el diagnóstico de la prueba y su doctora de cabecera tampoco tuvo constancia del resultado, lo que la facultativa atribuyó a que “no habían encontrado nada”. Sin embargo, en otra mamografía rutinaria realizada a los dos años aparecieron cuatro nódulos en el pecho izquierdo.
María está convencida de que “un cáncer avanzado no sale de un día para otro”. Y por eso empezó a reclamar el informe de la prueba que le realizaron en 2023, sospechando que ya entonces tendría que “haber indicios”. Más allá de la “mamografía desaparecida” en el cribado de 2023, María denuncia los retrasos que tienen que sufrir incluso diagnosticadas ya como pacientes oncológicas por falta de recursos: del 29 de septiembre que tenía la biopsia, le fueron retrasando la cita hasta el 21 de octubre.
Ese día concluyeron que tenía que empezar inmediatamente el tratamiento de quimioterapia para reducir el tumor antes de la intervención. Pero no ha conseguido iniciar el tratamiento hasta el pasado 13 de diciembre, después de acudir a diario a reclamar porque le decían que “no había hueco”. “Es muy frustrante y vergonzoso que te atiendan porque amenazamos con poner una hoja de reclamaciones”, lamenta María, quien también ha lanzado un mensaje al presidente andaluz: “Están jugando con nuestras vidas, es muy fuerte que yo me tenga que morir porque alguien no hace su trabajo bien; el que no sirva a la calle, y el primero que tendría que irse a la calle es el que debería dar la cara y no estar vendiendo libros”.
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