La confluencia andaluza de Teresa Rodríguez se erige como “ejemplo a seguir” ante el derrumbe nacional de Podemos
Las elecciones municipales han vigorizado la marca Adelante, el proyecto de confluencia que impulsaron Teresa Rodríguez (Podemos) y Antonio Maíllo (IU) para las andaluzas, y que se ha convertido en primera fuerza en 56 municipios. La formación morada en Andalucía se ha apresurado a sacar músculo, subrayando que su resultado en los municipios de esta comunidad “es el mejor a nivel estatal”, pero también que los números que logró la confluencia en las andaluzas superan a las candidaturas de Podemos en el resto de comunidades. “La apuesta de Teresa Rodríguez ha sido la mejor a nivel autonómico”, ha proclamado el secretario político de Podemos Andalucía, Pablo Pérez Ganfornina.
Adelante Andalucía logró un 16,18% del escrutinio en las andaluzas del 2 de diciembre, 584.000 papeletas y 17 escaños. El resultado supuso un retroceso respecto a los datos que Podemos e IU habían conseguido por separado cuatro años antes: perdieron 300.000 votos y tres escaños, no lograron erigirse como alternativa de izquierdas al PSOE, y vieron cómo se instalaba por primera vez un Gobierno de PP y Ciudadanos apoyado en Vox. El proyecto de Rodríguez y Maíllo se forjó en contra de la dirección estatal de Pablo Iglesias, que se enfrentó a la gaditana por empeñarse en eclipsar la marca Podemos a cambio de un nuevo sujeto político, marcadamente andalucista. El entorno de Iglesias tildó el 2D como un fracaso y lo atribuyó a la “obsesión” de Rodríguez por ocultar la marca morada “para crear otro partido político”.
Los resultados de las municipales y autonómicas de este domingo arrojan otra lectura de aquel resultado de Adelante Andalucía. Podemos se ha desplomado en las 12 comunidades donde concurrió con su nombre, en algunas como Castilla La Mancha y Cantabria, incluso ha desaparecido del mapa político. En Aragón, fuero del secretario de Organización, Pablo Echenique, pasa de 14 a tres diputados; en Madrid de 27 a siete escaños; en Asturias de 9 a 2 diputados; en Castilla y León, de diez a uno; en Navarra, de siete a dos; en Murcia de seis a dos; en La Rioja, de cuatro a dos; en Extremadura, de seis a cuatro; en Baleares de 10 a seis; y en Canarias, de siete a cuatro. De todos estos territorios, la debacle de Podemos en aquellas regiones donde sustentaron a un Gobierno del PSOE, como en la Castilla La Mancha, sirve de ejemplo a la agrupación andaluza para ratificarse en su mensaje a Iglesias: no hay que sustentar Ejecutivos del PSOE ni entrar en Gobiernos de coalición con ellos. En esta comunidad, Podemos se ha evaporado y Emiliano García-Page ha recuperado la mayoría absoluta.
De repente, a la vista del hundimiento generalizado de Podemos en el conjunto del país, el proyecto de Teresa Rodríguez parece el más sólido dentro de su comunidad, y su retroceso en las andaluzas se releen ahora como un acto de resistencia ante una “ola conservadora” que logró meter al primer Gobierno de centro derechas en Andalucía, tras 36 años y medio del PSOE en el poder.
Podemos Andalucía ha evitado la crítica directa contra Iglesias, apenas 12 horas después del recuento del escrutinio -“hoy toca pensar, no señalar responsabilidades a nadie”. Pero sí se han apresurado a sacar pecho. El máximo exponente de su victoria es Cádiz, único “ayuntamiento del cambio” que queda en pie para Podemos, aunque ha sido gracias a una campaña de espaldas a la marca Podemos. Aquí el precursor de la victoria ha sido el alcalde José María González 'Kichi', que ha rozado la mayoría absoluta (a falta de un concejal) con una campaña personalista de la que excluyó conscientemente a Iglesias y su equipo. “Tenemos la responsabilidad de empujar desde el sur un renacer de esta fuerza política a nivel estatal, con nuestro buque insignia, que es la Alcaldía de Cádiz, un faro de esperanza”, ha sentenciado Pérez Ganfornina.
Teresa Rodríguez tiene permiso por maternidad hasta septiembre, pero su sujeto político se muestra ahora más fuerte que ayer, no porque tenga gran capacidad de influencia en el Parlamento, sino por la extrema debilidad en la que ha quedado Podemos en el conjunto del país. “Este proyecto es el ejemplo a seguir. Tiene que ir cociéndose a fuego lento durante mucho tiempo”, dice el número dos de Podemos Andalucía, convencido de que la confluencia con IU y la marca Adelante es el camino. Desde esta nueva autoridad moral, el equipo de Rodríguez reenvía un mensaje a Iglesias a las puertas de la negociación de la investidura de Pedro Sánchez: “Hay que anteponer las políticas a los sillones”; “Hay que ser dique de las derechas y alternativa de gobierno al PSOE”; “No hay que entrar en gobiernos de coalición” con los socialistas en los municipios. Es la hoja de ruta de la corriente Anticapitalistas, liderada por Rodríguez y Kichi, un sector minoritario en el seno de Podemos, pero que controla la agrupación andaluza.
El coordinador regional de IU, Antonio Maíllo, ha destacado que su proyecto, bien como Adelante, bien como IU, han sido primera fuerza política en 64 municipios, y en 74 son segunda fuerza.
Pérez Ganfornina también ha avanzado que Adelante Andalucía rechazará sentarse a negociar los próximos Presupuestos Autonómicos con el Gobierno de PP y Ciudadanos. El consejero de Hacienda, Juan Bravo, ha tendido la mano a todos los grupos y la formación izquierdista se mostró, a priori, favorable a dialogar con la Junta. Ahora, sin embargo, Podemos Andalucía considera que esa negociación es “puro marketing”. “No vamos a asistir a una reunión de postureo”, avisa.
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