¿Impulsa la libertad quien va a espiar a los funcionarios?

La campaña de las elecciones madrileñas, en la que todos nos jugamos tanto, se está viendo manchada por gravísimos ataques a la democracia. Ahí están las amenazas de muerte, cartas con balas dentro, enviadas al ministro del Interior Grande-Marlaska, a la directora de la Guardia Civil, María Gámez, y al candidato de Unidas-Podemos, Pablo Iglesias. Ahí, la racista valla de Vox incitando el odio contra niños que migran solos. Hechos ante los que falta una respuesta, contundente y ya, de la autoridad judicial y electoral que proteja el sistema democrático. Hechos que llegan cuatro meses después de que ex mandos del Ejército amenazaran a la mitad del país, “26 millones de hijos de puta” con exterminarlos, a ellos y su estirpe, “por rojos”.

Son ataques burdos, a lo Trump. Además, coinciden con la cuarta ola del Covid (como la RAE lo admite en masculino y siendo un virus, ¿puedo evitar el vínculo “malo= femenino”?). A la sombra de todo lo anterior pasa inadvertido el anuncio de otro atropello, más sutil, si se quiere, pero que tendría efectos demoledores de llevarse a cabo. Me refiero al proyecto, expuesto por una alto cargo de la Junta de Andalucía –de PP y Cs apuntalados por Vox– de que van a usar inteligencia artificial para espiar a los funcionarios y premiarles (o castigares, claro) según sus comentarios en redes sociales como Linkedin o Facebook. ¿Estáis al tanto?

Os transcribo la declaración literal de Ana María Vielba, Secretaria General de Administración Pública de la Junta:

“Tenemos un proyecto muy bonito, a mí me encanta (…) porque nos preocupa la innovación. Se llama 'Genoma del funcionario' (…) Esto significa que todo aquello que tenga puesto en sus perfiles públicos, puede ser utilizado para poderle dar el puesto de trabajo al que él va a acceder” (o negárselo, se infiere). “Tú me coges mi Linkedin, mi perfil de Facebook (…) Todo eso, a través de inteligencia artificial, lo vamos a tener en el perfil de cada uno de los funcionarios, por eso lo llamamos 'Genoma del funcionario' y cuando se presente a una plaza tendremos su currículum, su capacitación, su formación y, además, lo que le interesa y lo que, de verdad, sabe hacer (…). Por ahí va a ir todo lo que nos da la ley como base legal”.

Recomiendo verlo, desde el 07’10“ hasta el 08’24”, porque el pasmoso desparpajo con que se expone supera la cita textual:

Los lemas del PP esconden lo contrario de lo que dicen defender

De la misma manera que lo que se vote en Madrid trasciende el perímetro autonómico, el anuncio de espionaje en Andalucía debería dar qué pensar a las y los electores de la capital. Porque, ¿puede erigirse en adalid de la libertad el mismo PP que anuncia sin sonrojo que acechará lo que cualquier trabajador público, en su ámbito privado, piense, opine, comparta para, en función de eso, promocionarlo o relegarlo?

Si se atreven a hacerle esto a los funcionarios, ¿qué no harán al resto de ciudadanos? ¿Si imponen el espionaje desde la Administración, que no permitirán al sector privado?

Díaz Ayuso y JuanMa Moreno son la poli mala y poli bueno del PP, pero ya comparten esa propaganda falsaria de la “Bajada masiva de impuestos” que solo baja los de sociedades, donaciones y patrimonio para beneficiar a grandes empresas y herederos forrados.

La presidenta Isabel Díaz Ayuso y su compañero el presidente andaluz JuanMa Moreno Bonilla son la poli mala y poli bueno del PP. Pero comparten esa propaganda falsaria de la “Bajada masiva de impuestos” que solo beneficia a los ricos y ahonda la desigualdad porque las tasas que bajan son las de sociedades, donaciones, patrimonio que no son las que paga la ciudadanía general, sino las grandes empresas y linajes con suculentas herencias.

Además, ante el espionaje masivo de funcionarios que se atreve a presentar a bombo y plantillo este Moreno Bonilla del que se destacan su “prudencia y moderación” (¿no os recuerda al timo de Gallardón?), cabe temer que Ayuso, la desaforada, lo llevara a cotas máximas.

Pero, ¿el supuesto liberalismo que abandera la derecha no era que el Estado fiscalizara lo mínimo la actividad privada de los ciudadanos?

En un ejercicio de 0% coherencia o 100% hipocresía la derecha, que abandera la libre elección de educación por las familias, cierra aulas de colegios públicos más demandados que otros concertados.

Otro asunto made in Andalucía, ilustrativo del 0% coherencia o 100% hipocresía, es el brutal desmontaje actual de la Educación Pública por el gobierno de JuanMa Moreno –con la inestimable ayuda del consejero Imbroda, de Ciudadanos. Cierran aulas de colegios públicos con más demanda por las familias que otros en la misma zona que son concertados y a los que dejan intactos.

¿Dónde queda la libertad de estas madres y padres de elegir la educación de sus hijos? ¿Dónde el derecho a que sus niñas y niños estudien en centros que no les adoctrinen? Los dirigentes del PP repiten palabras como libertad, vaciándolas de significado, como el conjuro hipnotizador de una bandada de papagayos.

Los precedentes en Madrid son para preocuparse. Ignacio Escolar desmenuzó aquí cómo el PP, en tantos años mandando en la comunidad, ha modelado al electorado. A través, sin ir más lejos, de su privatización de la educación. Se da por hecho que Ayuso barrerá. Que tendrá a neofascistas de Vox sentados en su gobierno, como consejeros.

Pero muchas otras aberraciones se nos venden como inevitables a diario. ¿Habéis leído lo de las quimeras de humano y mono que crea el científico español Izpisua en China? ¿Y lo del chip cerebral que desarrolla Elon Musk que, lo queramos o no, nos implantarán?

También daban por hecha la SúperLiga porque la impulsaban los poderosos multimillonarios contra los que, según nos sermonean, es inútil toda resistencia. Y sin embargo, mirad dónde ha ido a parar en cuanto que, en Inglaterra, se han plantado legiones de anónimos aficionados.

Madrileñas y madrileños, hoy como siempre, solo activos y movilizados se conquistan y defienden libertad y derechos. Este 4 de mayo, si veis que la derecha y la ultraderecha encarnan una involución histórica, podéis hacer dos cosas: resignaros o votar pensando en la libertad, los derechos y la convivencia que creéis que merecemos. Cruzo los dedos.