La lluvia pondrá fin a un episodio histórico por altas temperaturas

El comienzo de febrero en Andalucía y el resto del territorio peninsular poco ha tenido que ver con lo que entendemos por invierno. Las elevadas temperaturas que se han registrado por toda la geografía andaluza, con algún que otro récord absoluto para un mes de febrero, ponen de relieve el excepcional episodio que acabamos de vivir. Estaciones meteorológicas de toda el la Península han estado dando registros más propios de primeros de abril o mayo, ya en plena primavera, que de comienzos de febrero. Hasta la propia Agencia Estatal de Meteorología ha usado la etiqueta #VeranilloenInvierno para referirse y dar seguimiento en redes sociales al episodio.

La máxima peninsular en todo el episodio se registraba la tarde del pasado 4 de febrero en el observatorio meteorológico del aeropuerto de Valencia. Hasta los 29.6 °C escalaba el termómetro en la tarde más calurosa vivida en la ciudad valenciana para un mes de febrero desde que hay registros. La marca superaba en dos décimas a la anterior, imbatida desde 1990. Una marca aún más excepcional teniendo en cuenta la diferencia temporal que existe entre ambos registros. La de 1990 se daba un 28 de febrero, con casi una hora más de insolación.

En Andalucía muchas estaciones han visto batir registros para una primera mitad de mes, destacando la ubicada en la Base Naval de Rota, donde los 24.2 °C que se alcanzaban en la tarde del pasado 4 de febrero, se convertían en nueva máxima histórica para un mes de febrero. Sin embargo, el registro más elevado se daba en la tarde del lunes en la localidad de Huércal-Overa, en Almería, con 27.7 °C. Temperatura próxima a los 27.3 °C alcanzados en Huelva, o los 26.2 °C de Málaga, que se han situado como las capitales más calurosas de todo el episodio. Una situación del todo excepcional por su extensión y magnitud, con anomalías de temperatura de más de 8 grados respecto a los valores medios de comienzos de febrero.

Un breve respiro

Afortunadamente esta suerte de primavera adelantada llega a su fin, al menos temporalmente. Mientras la Península Ibérica sigue aún bajo el impenetrable muro de la dorsal anticiclónica, la fábrica de borrascas de Terranova, en la costa oriental de Norteamérica, funciona a todo ritmo. La maquinaria de bajas presiones norteamericana condiciona el tiempo en la mitad occidental europea con el tránsito que hacen las borrascas hacia el este, y para los próximos días tiene preparado todo un espectáculo para las Islas Británicas, que acabará por afectar parcialmente al sur peninsular.

Desde la tarde del viernes 7, la aproximación hasta la costa irlandesa de una profunda y extensa borrasca va a derribar el muro anticiclónico que afecta a Europa, para desplazarlo y vencer parcialmente la situación de bloqueo. La llegada de un largo sistema frontal hasta la fachada atlántica va a poner en conexión latitudes tan dispares como las escandinavas y las ibéricas.

El frente, muy poco activo en latitudes peninsulares, servirá para dar entrada a aire más frío y húmedo que el que nos ha afectado hasta el momento. La lluvia asociada al frente a duras penas dejará registros reseñables. Lluvia muy débil y dispersa que en las jornadas de viernes y sábado podrían afectar a puntos aislados de la mitad occidental, más probables e intensas en el área del Estrecho.

Lo que sí será más apreciable en la práctica totalidad de la región será el descenso de las temperaturas. Ya desde la jornada del jueves los termómetros recuperarán cierta normalidad para la época del año, con un descenso generalizado de entre dos y tres grados en las máximas, volviendo a quedar de nuevo por debajo de la barrera de los 20 °C en la práctica totalidad de la región. Bajada de temperaturas que a duras penas se dejará notar en las mínimas, que seguirán estando muy por encima de sus valores normales.

¿El febrero más cálido desde que hay registros?

Más allá del fin de semana los pronósticos no resultan nada halagüeños. El dibujo de los grandes centros de presión en el Atlántico Norte mantiene una circulación zonal muy marcada desde Terranova hasta las Islas Británicas, quedando la Península Ibérica al margen de la embestida de las borrascas atlánticas. Al contrario, el anticiclón de las Azores quedaría centrado y fortalecido sobre la vertical peninsular durante toda la primera mitad de febrero, alejando la posibilidad de cualquier entrada fría o húmeda.

Una perspectiva seca y cálida en consonancia con las previsiones que la Agencia Estatal de Meteorología maneja también para la segunda mitad de febrero. Las anomalías de temperatura previstas por la agencia señalan una tendencia que seguirá por encima de los valores normales tanto en Andalucía como en el resto del territorio peninsular. Un escenario a medio plazo que podría acabar situando a febrero de 2020 como el más cálido y seco desde que hay registros.