La dimisión de Teodoro García Egea deja en el aire al PP de Granada

El tsunami que ha generado la crisis del Partido Popular y que se ha llevado por delante, de momento, al secretario general de los populares, Teodoro García Egea y hará previsiblemente lo mismo en un mes con su líder, Pablo Casado, tiene consecuencias directas en la dirección del PP de Granada. Sin referentes en Génova, la posición del aparato granadino queda debilitada puesto que García Egea ha sido el hombre que ha manejado los hilos hasta el punto de haber colocado al actual presidente provincial, Francisco Rodríguez, tras un proceso que culminó en unas primarias a las que concurrió sin rivales y sin apoyo de la militancia cuando ya era mandatario interino por decisión de Madrid. Ahora, el futuro de la formación en Granada queda en el aire.
Según fuentes de los populares, Rodríguez se queda sin el que ha sido su principal valedor tras la salida del secretario general, lo que le coloca en una posición de debilidad. Elegido como líder del PP de Granada en septiembre de 2020 tras la purga del expresidente provincial, Pablo García, su mandato errático desde entonces ha estado marcado por las directrices que ha ordenado Teodoro García Egea. De hecho, esa cadena de mando no ha sentado bien en los populares andaluces que nunca llegaron a estar en sintonía total con el equipo de Casado, a pesar de forzar algunos encuentros en los que se pretendía dar una imagen de unidad que nunca fue tal. Porque Sevilla y Madrid tuvieron casi siempre posturas alejadas y Granada se situó más cerca de la calle Génova que de la capital de Andalucía, lo que sirve para explicar en qué equilibrio de fuerzas de queda ahora el PP granadino.
Sin el apoyo de la dirección nacional y con una militancia que le ha dado la espalda desde que alcanzase su presidencia, Francisco Rodríguez y su equipo son conscientes de que tienen que remar para seguir vivos en el organigrama del Partido Popular. Tanto es así que en los últimos días han protagonizado un giro de 180 grados en su postura al respecto de la formación y de su apoyo a Pablo Casado. En apenas horas, Rodríguez ha pasado de mostrar explícitamente su respaldo a Casado y a Teodoro García Egea a seguir el camino de la mayoría de barones y cargos del partido y exigir un congreso extraordinario para elegir a un sucesor del hasta ahora líder de la oposición en el Congreso de los Diputados. Un cambio de chaqueta que está siendo duramente criticado entre las filas de los populares granadinos que ven en esta actitud un nuevo ejemplo del escaso liderazgo que Rodríguez maneja desde que se hizo con la presidencia provincial.
De hecho, según cuentan voces del partido a elDiario.es Andalucía, el pasado lunes se adelantó el comité de dirección del PP de Granada normalmente previsto para la tarde y se convocó a las 9 de la mañana. En ese encuentro la consigna aún era la de apoyar abiertamente a Casado, lo que levantó las suspicacias de buena parte de la militancia que ya entonces daban por amortizado al político palentino. Pese a ello, tras el encuentro del comité, Francisco Rodríguez viajó hasta Madrid para estar en la sede de la calle Génova y mostrar su apoyo en persona al presidente nacional y al número 2 de los populares, Teodoro García Egea. Un respaldo que duró tan poco que a las pocas horas utilizó sus redes sociales para reclamar el citado congreso extraordinario en el que Alberto Núñez Feijóo parte como favorito para tomar las riendas del Partido Popular.
El control de Teodoro
En ese breve trayecto entre el amor y el olvido han quedado años de entendimiento mutuo entre García Egea y la dirección provincial del PP de Granada. Pues el político murciano tenía tanto poder de decisión en tierras granadinas que menos de un año después de llegar al cargo fue el encargado de repartirse los cromos con su homólogo entonces en Ciudadanos, Fran Hervías -al que acabaría reclutando tras el hundimiento de los naranjas-, para darle la alcaldía de Granada a Cs mediante un bipartito con el PP y empezar una guerra que acabó en julio del año pasado con la salida de los populares de forma abrupta y con el retorno del PSOE al bastón de mando del Ayuntamiento de la ciudad de la Alhambra.
Teodoro García Egea fue también el que acabó de purgar al expresidente de los populares granadinos, Sebastián Pérez, al apartarlo para controlar el futuro de una formación manchada por casos de corrupción como el de la ‘Operación Nazarí’ que acabó con el exalcalde, José Torres Hurtado, detenido junto a su cúpula de Urbanismo. El político murciano y ex secretario general del PP nacional acabó por eliminar una a una a todas las voces críticas con sus decisiones en Granada y se deshizo de todos los cargos relacionados con Pérez hasta aupar en la presidencia a Francisco Rodríguez. Una situación que localmente se ha encajado como una muestra de control absoluto por parte de Madrid y que hace que los afiliados granadinos hayan llegado a considerar a Rodríguez como un “títere” de Génova.
Sin ir más lejos, fuentes del partido cuentan que García Egea ha mantenido una relación tan estrecha con los actuales dirigentes del PP de Granada que se ha quedado a dormir en casa de ellos y, de hecho, durante la celebración del último congreso de los populares andaluces celebrado el pasado mes de noviembre, García Egea se montó en su bicicleta para subir a Sierra Nevada acompañado de uno de los cargos del aparato provincial más cercanos a Francisco Rodríguez como es Eric Escobedo, alcalde de Lanjarón y vicesecretario de Territorial. Pero su salida dibuja un panorama incierto para todos los que un día le apoyaron en Granada y ahora olvidan aquellos tiempos.
Futuro incierto
Es incierto porque ahora el PP de Andalucía es el que quiere tomar el control de lo que ocurra en tierras granadinas, teniendo en cuenta que es año electoral y que los populares se juegan el Gobierno regional. Una empresa en la que no quieren distracciones y en la que van a poner todos sus esfuerzos sin las injerencias de Teodoro García Egea una vez que ha salido del partido. Ahora, el PP-A de Juan Manuel Moreno Bonilla tendrá mucho peso en las listas que se presenten para los comicios andaluces y algunos de los que daban por segura su presencia cuando estaba García Egea pueden caerse, lo que deja a Francisco Rodríguez con poco margen de maniobra. Así, la figura del senador José Antonio Robles también emerge como otra de las damnificadas por este tsunami del PP.
Robles, como Francisco Rodríguez, ya estaba en una posición de debilidad notable dentro del PP, con la diferencia de que no tenía poder dentro de la estructura provincial, aunque intentó el asalto a la presidencia en las primarias en las que Rodríguez resultó vencedor con apenas el apoyo del 2% de los afiliados. Ahora, tras los últimos acontecimientos, según cuentan fuentes populares, el senador ha quedado señalado. Como Rodríguez, en los últimos días había apostado fuerte por la continuidad de Casado y García Egea hasta el punto de enviar mensajes internos contra la presidenta de la comunidad de Madrid y rival en esta guerra, Isabel Díaz Ayuso. Algo que puede perjudicarle de cara al futuro más inmediato.
“Entre bambalinas”
No obstante, las voces del PP consultadas no creen que de cara a la galería vaya a haber grandes cambios a nivel granadino. Todo lo que ocurra con la presidencia actual se dirimirá entre bambalinas y cualquier eventual salida no parece que se pueda dar hasta después de las elecciones andaluzas. Para entonces, no es descartable que la militancia exija un congreso extraordinario para elegir a un nuevo presidente del PP de Granada ante el evidente desapego de Rodríguez con la mayoría de los afiliados. De hecho, circulan peticiones en ese sentido, aunque no queda claro su verdadero origen. No obstante, las elecciones municipales de mayo de 2023 también cobran importancia ya que el PP sueña con recuperar la alcaldía granadina y frenar el previsible sorpasso del partido de extrema derecha Vox.
Al respecto de cómo queda el escenario popular a los pies de la Alhambra, desde el PP-A prefieren no hacer valoraciones y en la dirección provincial niegan cualquier incoherencia en el mensaje dado en los últimos días al pasar del apoyo a Casado a pedir otro líder. Niegan que García Egea haya tenido influencia en la elección de Francisco Rodríguez como presidente del PP de Granada: “Fue elegido en un congreso por las bases”. Al mismo tiempo, dicen que su postura sobre el Partido Popular no ha cambiado. “Se pronunció apostando siempre por su partido y lo sigue haciendo defendiendo la necesidad de unidad del partido”.
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