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Acoso escolar
Hip-hop contra el bullying: un rapero granadino canta su experiencia para ayudar a otros jóvenes

Annarce (a la derecha de la imagen) durante el videoclip de su canción 'Si hubiera hablado'

Álvaro López

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La historia de Ismael Martín (Granada, 2001) no es una historia común. Conocido como Annarce en el mundo del rap, este cantante granadino se ha convertido de la noche a la mañana en un referente de la música con mensaje social. A sus 21 años, ha publicado una canción contra el bullying desde la experiencia de alguien que estuvo a punto de no sobrevivir a él. Annarce fue un joven acosado desde pequeño que ahora quiere que otros niños no tengan que pasar por lo mismo que le toco vivir.

'Si hubiera hablado' es el nombre del tema con el que este rapero granadino ha puesto en el foco la violencia que sufren muchos adolescentes en las aulas, ante la pasividad a veces de sus propios profesores. Esta canción cuenta cómo un joven prefiere quitarse la vida a tener que seguir viviendo todo tipo de vejaciones, insultos y golpes por el simple hecho de ser él mismo. A través del relato de la víctima, Annarce dibuja un entorno que no es consciente del daño que está sufriendo y que acaba por empujarle hacia el suicidio.

“Yo aún hoy soy un chico con miedo porque me hicieron mucho bullying cuando era adolescente”, confiesa a este periódico Ismael Martín, la persona que hay detrás de Annarce. “Crecí prácticamente solo porque mi hermana era anoréxica y mi madre pasaba mucho tiempo con ella en el hospital. Mi padre no estuvo nunca”. Rapero desde que con 13 años decidió escribir para evadirse de un mundo hostil, Annarce tuvo claro muy pronto que vivía en un infierno. Incluso desde el colegio, cuando una profesora le llamaba tonto “casi a diario”. Porque parte del problema, dice, es que hay adultos que no saben identificar el acoso.

Terapia de choque

“Los años de instituto fueron años muy duros porque me veía muy solo”. Cada día sentía miedo a tener que acudir a su clase por no saber si en esa ocasión decidirían reírse de él, insultarle o pegarle. “Me tiraban bolsas de basura, me daban puñetazos o collejas. Todo eran vejaciones”. Y lo eran simplemente porque Ismael era Ismael y un grupo de jóvenes de su mismo instituto habían decidido convertirlo en el blanco de su acoso. “Fueron tiempos muy complicados que me llevaron a tener un comportamiento en casa bastante negativo porque me hacía sacar la rabia. Mi madre pensaba que podría ser algo de la adolescencia, pero era mi manera de sacarlo todo. Luego llegaba a mi cuarto y me dedicaba a escribir”.

Por eso, no es casualidad que el videoclip de su canción, grabado en el Instituto de Educación Secundaria Ángel Ganivet de Granada, la madre de la víctima sea también protagonista al encontrarse con la carta de suicidio de su hijo. Algo que Annarce no llegó a hacer, pero que sí confiesa que le hizo llorar cuando grabaron esa escena. “Me sentí identificado con lo que estaba ocurriendo”. De hecho, la propia elaboración del videoclip ha sido una terapia de choque para este joven granadino.

“Para mí, entrar en un instituto significa tener miedo y al principio me resultó difícil grabar la canción en el Ángel Ganivet porque me tocó revivir muchos momentos”. Sin embargo, la propia experiencia le ha hecho reencontrarse consigo mismo y con la posibilidad de ayudar a los jóvenes que, como él, están pasando por episodios de acoso escolar que pueden acabar en suicidio. “Desde que la canción ha llegado a todo el mundo, no paran de escribirme muchos chicos contándome que están en una situación parecida, casi desesperados”.

Annarce, que se dedica a la canción social desde los 16 años, admite que este tema contra el bullying ha sido muy importante para él y para afianzarse en la idea de tener algo que contar para ayudar a los demás. Fantasea con la idea de ser un referente en esta lucha como llegó a serlo Jesús Candel 'Spiriman' en materia sanitaria. “Estoy viviendo este momento con muchísima ilusión. Llevo días en los que casi no duermo nada. La verdad es que lo estoy viviendo de forma desbordada. Me escriben muchos adolescentes que se ven en esa situación y me lo cuentan casi como última esperanza. Esta fama repentina me sirve para ayudar a cuantas más personas mejor”.

Una canción nacida de la necesidad

“La canción la escribí en diciembre del año pasado porque estaba tirado en mi habitación leyendo noticias en el móvil sobre bullying que acababan en suicidios. Cuando leí eso pensé en mí porque podría haber sido yo y me removió los sentimientos. Fue casi automático”. Annarce, que dejó los estudios por culpa del bullying que sufría, tiene claro que su futuro está en la música y en darle voz a quienes no la tienen. “Voy a seguir viviendo para erradicar el acoso escolar luchando lo máximo posible”.

Esta fama repentina me sirve para ayudar a cuantas más personas mejor

Una lucha en la que no está solo y en la que ha encontrado el apoyo de Ana C. Martínez, coordinadora de salud y bienestar del IES Ángel Ganivet. Gracias a ella, el sueño de Annarce de poder grabar el videoclip de su canción en un centro escolar ha sido posible. “Tras conocer a Ismael, como soy profesora de instituto, pensé en llevármelo al centro para hacer alguna actividad; y lo que en principio era hacer un taller, acabó en que hace cosa de un año él me dijo que había sacado una canción sobre bullying y que quería grabarla en un instituto”.

Así, muchos alumnos del centro han querido participar en esta canción prestando su imagen. Llegaron incluso a hacer un casting para determinar los perfiles. “Las familias han estado también muy involucradas y se ha creado una sinergia muy bonita”, asegura Ana. “Algún chico participó en la creación. Pensamos también que es una buena oportunidad a través de entrevistas concienciar sobre esta problemática”. Además, considera que “no es lo mismo preguntar si han sufrido bullying que crear un proyecto así que permita reflexionar sobre ello”.

“Hemos recibido ingentes cantidades de mensajes de gente anónima que se ha mostrado preocupada porque eso les pueda pasar a sus hijos. Si todo esto sirve para concienciar, perfecto, pero nuestro objetivo este año es lanzar una campaña a nivel estatal para solicitar un plan nacional contra el bullying”. Ana C. Martínez asume que la labor de centros como el suyo tiene que ser periférica y no detenerse en el éxito de la canción de Annarce que está llegando a todo el mundo.

“Nuestro plan se basa en crear jóvenes emocionalmente inteligentes”. Una empresa que han iniciado ya con éxito precisamente en el centenario del suicidio del escritor granadino que le da nombre a su instituto: Ángel Ganivet. Una curiosa casualidad del destino que es otro impulso más para luchar contra esta lacra que afecta a niños y a adultos y a la que Annarce le ha puesto letra y vídeo. “La música social es mi camino y pienso enfocarme ahí”, concluye el rapero.

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