Se crucifica ante su banco para que le devuelvan los gastos de hipoteca
Manuel Ramírez, un vecino de Huelva de 54 años, plantó este viernes una cruz ante la oficina de La Caixa de la calle Lima de Huelva capital, se subió a ella y se “crucificó”. Es la única forma que ha encontrado de llamar la atención para que esta entidad bancaria le devuelva 3.000 euros que entiende que son suyos, en relación a la devolución de los gastos hipotecarios del préstamo pedido para comprar su casa. Harto de hacer gestiones sin resultado, ha decidido pasar a la acción.
Nada más abrir las puertas la oficina, Manuel se subió a la cruz, a la que ha colocado el nombre del banco en lugar de “INRI”. “Los 3.000 euros son míos, y me los tienen que dar”, repite a todas las personas que se acercan, muchas de ellas a darle su apoyo. Este viernes ha estado varios horas protagonizando esta acción de protesta, y tiene pensando repetirla a diario, hasta que consiga su objetivo.
Hasta ahora, lo que ha hecho es dirigirse al banco, una vez hecho el cálculo, pero la entidad le ha ignorado. Ha admitido que podría denunciar por vía judicial para obtenerlos pero “no lo va a hacer porque no creo en la Justicia”, al tiempo que ha manifestado que “tampoco va a esperar a que Europa, dentro de dos o tres años, reconozca el derecho a que se devuelva el cien por cien de esos gastos -como ya ocurrió con la cláusula suelo- y empiecen a pagar”.
“Yo no quiero eso. Por ello, me quedaré en mi cruz hasta que consiga que me lo paguen, y si me tiene que costar el pellejo, me costará el pellejo pero no me voy a bajar”, lamenta.
De hecho, algunas de las personas que se han acercado a él durante la mañana le han intentando persuadir de su actitud, sobre todo por el intenso calor que ha sufrido.
Precedente en la protesta
Manuel ha explicado esta mañana que ya hace algunos años recurrió a esta misma forma de protesta, entonces por el tema de la cláusula suelo. Estuvo peleando cinco años, incluso cuando la Justicia le reconoció el derecho a que le devolvieran lo pagado de más. El Gobierno sacó una ley en la que estipulaba como fecha a partir de la cual se abonaría ese excedente de cobro “abusivo” mayo de 2013 y su hipoteca era de 2006. Por eso, en desacuerdo, “pese a esa ley, me subí a mi cruz y logré que me devolvieran todo lo que pagué de más”, ha dicho, insistiendo en que por eso ahora vuelve porque “no hace más que reclamar lo que entiende es suyo”.
Sus circunstancias personales le han obligado ahora a repetir la protesta. Lleva siete años desempleado, período en el que “sólo he trabajado un mes” y se le han agotado todas las posibilidades de pedir ayudas.
Nadie de la entidad bancaria se ha interesado por su situación, sin que tampoco haya explicación oficial desde La Caixa a este asunto.