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IU y Más País expulsan a Podemos de la Mesa del Parlamento andaluz sin esperar a que arranque el periodo de sesiones

Archivo - Juan Antonio Delgado, Esperanza Gómez, Inmaculada Nieto, Alejandra Durán y José Manuel Gómez Jurado , integrantes del Grupo Parlamentario Por Andalucía.

Daniel Cela

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Cuatro de los seis partidos que integran la coalición de izquierdas Por Andalucía, liderada por Inma Nieto (IU), se han reunido este lunes de urgencia para expulsar de la Mesa del Parlamento a su representante, la diputada de Podemos Alejandra Durán, y sustituirla por otra de sus parlamentarias, la líder de Más País Andalucía, Esperanza Gómez, que también desempeña el papel de portavoz adjunta del grupo.

Apenas han transcurrido dos meses desde que se constituyó el Parlamento andaluz, el pasado 14 de julio, y menos aún desde que Durán entró a formar parte del órgano rector de la Cámara como miembro de la coalición de izquierdas con voz, pero sin voto. Fuentes de IU atribuyen el abrupto relevo de la diputada morada, adelantado por Abc, a “disfunciones” en su comportamiento y “falta de preparación” para ocupar un puesto fundamental en la Mesa, sin embargo, estas fuentes rehuyen dar más explicaciones u ofrecer algún ejemplo de esas “disfunciones”.

Hasta la fecha, sólo se han celebrado dos plenos en el Parlamento andaluz: el de su constitución y el del nombramiento de los nueve senadores por la comunidad autónoma (ambos de formato protocolario y escaso margen político). En estos dos meses -agosto es inhábil y la Cámara permanece cerrada- la Mesa se ha reunido alguna vez más, pero el papel de Durán está bastante limitado, ya que no puede ejercer el voto como el resto de grupos.

La ejecutiva de Podemos Andalucía, en coordinación con la dirección estatal, se ha reunido para analizar la última crisis de la coalición con un profundo malestar. Fuentes de la formación morada aseguran que no habían sido informados de la reunión de este lunes con el resto de partidos, reprochan a IU que ni siquiera hayan dejado iniciarse el primer periodo de sesiones para valorar el trabajo de Durán en la Mesa, y enmarcan su expulsión en una estrategia velada para forzar a los diputados Podemos a abandonar el grupo parlamentario. “Esto es una humillación, pero no es nuestra voluntad irnos por nuestro propio pie”, explican estas fuentes.

Alejandra Durán, cabeza de lista de Podemos por Granada, forma parte de la dirección andaluza y ocupaba una vocalía en el órgano de dirección del Parlamento en virtud del acuerdo alcanzado por IU y la formación morada para desencallar la coalición antes de las elecciones andaluzas del pasado junio. Ese pacto bilateral entre los dos partidos con más peso de la confluencia llegó tarde, minutos antes de la hora tope para inscribirse ante la Junta Electoral y, en consecuencia, Podemos quedó fuera como miembro legítimo de la coalición.

El resto de formaciones políticas que sí suscribió su alianza con IU bajo las siglas de Por Andalucía -Más País, Iniciativa del Pueblo Andaluz y Equo- no reconoce los términos del acuerdo suscrito entre los comunistas y el partido morado, y que implicaban un reparto de cargos de representación en el Parlamento y en los órganos de extracción parlamentaria, puestos de salida en las listas electorales y financiación. La decisión de expulsar a Durán de la Mesa de la Cámara se ha adoptado en la “mesa de coordinación” de Por Andalucía, un órgano aún por definir que carece de un desarrollo reglamentario, pero en el que deben estar representados los seis partidos miembros.

Podemos no estuvo en esa reunión y denuncian la falta de legitimidad de dicho órgano para adoptar decisiones políticas de este calibre sin que todavía se hayan plasmado las reglas internas del grupo en un documento validado por la Cámara.

La presidenta y portavoz de Por Andalucía, Inma Nieto, es quien ha elevado un escrito al órgano rector del Parlamento para solicitar su sustitución por Gómez. Podemos ha mostrado su desacuerdo y un visible enojo en las redes sociales, acusando expresamente a IU de traidores. Éste es el enésimo enredo de una coalición electoral que nació con expectativas de ensanchar el espacio político de la izquierda aunando las fuerzas de todos los partidos del arco progresista andaluz, pero que quedó reducido a cinco diputados, el mínimo para conservar un grupo parlamentario.

En ese grupo, IU sólo ocupa un escaño -el de Nieto-, mientras que Podemos cuenta con tres diputados, y Más País con uno. Los morados tienen más representación y peso político, pero no forman parte de la coalición inscrita, de modo que su margen de maniobra en las decisiones del grupo parlamentario es muy reducida. El último episodio de crisis interna en la coalición de izquierdas reproduce una vez más el pulso que precedió a la presentación de la candidatura, con IU y Podemos lanzándose los trastos a la cabeza.

Un instrumento político que nació a trompicones, con una imagen de desunión y deslealtad que terminó por salpicar el no nato proyecto político de la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz, a la sazón madrina de Por Andalucía y cómplice de IU en su pulso interno con Podemos. Este nuevo capítulo se produce sin que ni siquiera haya echado a rodar el nuevo periodo de sesiones en el Parlamento andaluz, que celebra su primer pleno este miércoles.

La coalición de izquierdas, bajo el paraguas de Díaz, obtuvo cinco diputados y su margen legislativo es residual: tienen cupo para presentar una proposición no de ley, una interpelación al Gobierno de Juan Manuel Moreno y dos preguntas orales por periodo de sesiones, es decir, de septiembre a diciembre (además de las preguntas directas al presidente en las sesiones de control cada 15 días).

Por Andalucía iba a ser la avanzadilla del proyecto político de Yolanda Díaz de cara a las generales -que finalmente ha adoptado el nombre de Sumar- y contó con la vicepresidenta y ministra de Trabajo durante la campaña electoral, con tres mítines multitudinarios en los que arropó a Nieto y visibilizó un acercamiento forzado a la dirección estatal de Podemos (con Ione Belarra e Irene Montero).

Tras el fracaso electoral de las izquierdas en las andaluzas, que alumbraron la histórica mayoría absoluta del PP en esta comunidad, Díaz ha marcado distancias con esta coalición, poniéndola de ejemplo de lo que no hay que hacer. En una reciente entrevista con este periódico, admitió que había dirigentes de distintos partidos bajo las mismas siglas que “no se podían ver, que ni siquiera se hablaban”.

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