Adiós a la gaditana Alicia Cifredo, actriz veterana y gran defensora del papel de la mujer en las artes

A pesar de ser una persona tranquila, de esas que irradiaba calma y confianza a su alrededor, Alicia Cifredo era como artista y creadora un rabo de lagartija que siempre estaba pensando en el próximo proyecto. Escritora, actriz, directora, desde muy temprana edad fue un volcán imaginativo y una enamorada de la cultura en todas sus facetas, especialmente de la escena. Defensora del papel de la mujer en las artes, será recordada, además de por su extensa filmografía como actriz, como directora del celebrado documental Tocaoras, donde reivindicaba a las olvidadas y marginadas féminas guitarristas del flamenco.  

Nacida en la capital gaditana, Alicia Cifredo Chacón presumía de haber podido estudiar gracias a las becas públicas, pues procedía de familia humilde. Se acercó a la creación por pura necesidad de sentirse querida, según ella misma confesaba, y encontró en la lectura precoz la respuesta a todas sus demandas infantiles. A los once años participó en un curso en la escuela de cómo elaborar un storyboard de cine y supo que algún día ese sería su camino.

Quiso estudiar Periodismo en Madrid, pero acabó matriculándose en Filología Hispánica en Cádiz, carrera que compaginó con cursos de ballet y danza contemporánea y teatro, además de lanzar algún que otro fanzine. En 1987 se mudó a Sevilla e ingresó en el Instituto del Teatro, pero no tardó en abandonarlo para dedicarse profesionalmente a la interpretación y a la escritura dramática.

Directora laureada

Ya en los años 90, se implicó en múltiples proyectos. Escribió el guion del cortometraje Cortito de bragas, Polvos pendientes (en colaboración con Nathalie Seseña y Manolo Caro), El limbo verdadero, Oh peyote; De Serrano a Yeserías en un par de días, e integró el equipo de guionistas de la serie Castillos en el aire, dirigida por un viejo amigo de los años sevillanos, el actor Pepe Quero.

Asimismo, como directora ensayó propuestas tan valientes como Alicia enamorada de un Dios, el clip Bocaítos o el largometraje Me suena tu cara, estrenado en la muestra Alcances en 2011. No obstante, su obra más aclamada fue la mencionada Tocaoras, que en 2015 obtuvo seis candidaturas a los Goya y fue premiado con la Biznaga de plata, del Festival de Málaga y con una Mención especial del Jurado en el Festival Internacional de Bogotá, además de recorrer México, Chile, El Salvador, Uruguay, Colombia o Luxemburgo, entre otros países.

Para el gran público, sin embargo, Alicia Cifredo será siempre uno de esos rostros familiares que aparecen en infinidad de películas y series, en su caso desde la Dolores de Los lobos de Washington a Malaka, pasando por Los hombres de Paco, Compañeros, Horas de Luz, La Tama, Belmonte, Extraños, El Bola, Shaky Carmine, El corazón de la Tierra, Como alas al viento, Cuenta atrás, Todos estamos invitados…

Buenos consejos

“Talento, intensidad, intuición. Alicia Cifredo nos regaló una vida breve pero plena. La echaré de menos”, escribía en sus redes el poeta y periodista Juan José Téllez, mientras que otro escritor gaditano, Manuel Ruiz Torres, manifestaba sucintamente: “Estarás siempre, Alicia”.

El director Antonio de Cos, que contó con ella en su documental 20 años no es poco. Cambalache Jazz Club, todavía golpeado por la noticia, comenta que “de ella destacaría la generosidad, tanto para levantar un proyecto como fue nuestro documental, como por sus constantes palabras de apoyo y consejo para los que empezábamos hace 20 años. Siempre aportaba algo en nuestra relación que se desarrolló entre Cádiz y Madrid, las ciudades entre las que vivíamos”.   

“Nos hemos quedado heladas”, confesaba su paisana y compañera de oficio, la actriz y directora Ana López Segovia. “Alicia fue una mujer super valiente, que nunca paraba de hacer cosas, muy poderosa. Su desaparición nos ha impactado, es una gran tristeza”.

Según ella misma contó a sus seres cercanos, las secuelas del covid habían resentido en los últimos años la salud de Cifredo y arrastraba varios males, pero nadie esperaba un desenlace así tan pronto. Aquella mujer que empezó en el mundo del arte porque ambicionaba sentirse querida, que hizo de todo y todo lo hizo bien, sin duda cumplió con su propósito.