“Andalucía se dará cuenta de que el único resorte que la levante no puede ser el agravio comparativo”

Manuel Sánchez (Dos Hermanas -Sevilla-, 1985) asegura que ha querido desnudarse en su primera publicación después de que con solo 20 años se diera a conocer con Guillermo Summers en 'Hagamos el humor' de Canal Sur. Siempre firme defensor de su tierra, en 'Surnormal profundo', prologado por Risto Mejide, recopila sus píldoras sobre la actualidad con su inconfundible estilo, lejano en el tiempo pero no muy alejado de aquel chico que en su primera entrevista para TVE le pidieron que hablara “como uno de Toledo”. “Busque usted uno gracioso en Toledo”, le dijo antes de salir por la puerta de aquel casting.

Asegura que se desnuda en este libro, ¿a qué se refiere?

Me apetecía mucho desnudarme. Medio parafraseando a uno de los grandes, Groucho Marx, me gusta decir que en este libro están mis principios y, si a alguien no le gustan, todavía no tengo otros. Es mi primer libro, este es el libro que tengo y ya veremos para el próximo.

Con la vista puesta en este muy próximo 4 de diciembre, ¿cómo ve esta conmemoración en el momento actual que vive España?

La veo necesaria y creo que ha llegado tarde porque tengo la bendita sensación de que el 4D empieza a ser algo que tratamos como una obviedad. No se ha venido celebrando como el 28F. La reivindicación de esclarecer el crimén de Caparrós no lleva toda la historia de la democracia encima de la mesa. Hay muchas cosas que ahora se empiezan a reivindicar y creo que estamos conociendo el 4D. Yo no lo viví, yo soy del 85. Yo me he acercado al 4D después por interés, por inquietud, por el medio en el que me muevo, los amigos, pero creo que el 4D hay que contarlo en las escuelas, en los institutos, en la radio, en la tele.

Hay que contárselo a la gente y ahora estamos en una época que puede tener muchas cosas en común con aquel momento. Parece que se reabre otra vez el melón de la organización territorial en España, que se vuelve a caer en errores de dos velocidades, que unas zonas crecen con unos privilegios diferentes a otras... Y creo que es ahí donde hay que explicar el papel de Andalucía en el 4D.

Y todo ello en con la crisis catalana de fondo, ¿no?

Andalucía, no se nos olvide, es el sitio donde hay más españoles. Mientras unos están discutiendo si son españoles o no, aquí tenemos que ser conscientes que donde más españoles hay es en Andalucía. En un juego democrático donde se supone que lo que importa son las mayorías, creo que si nos organizamos, nos reivindicamos y nos los pensamos bien, podemos ser una mayoría con voz, con votos y con algo que decir.

Volvemos a tener ese papel. Andalucía es la que hizo posible la España de las autonomías. Se replantearon el modelo y se cambió por completo. Lo que consiguió el 4D, Andalucía lo estaba peleando para ella, pero hizo que se cambiara el modelo. Ahora mismo creo que estamos en un período que tiene muchas cosas en común con aquello.

¿Qué opina de que una de las cuestiones que se discutan hoy día es si Andalucía es una de las nacionalidades históricas de España?

Eso a mí me da completamente igual. Multivitaminarse, mineralizarse, multipropiedad, multinacionalidad inversa de la historia de las naciones que en el prólogo del estatuto dice que después somos un país confederado de la federación de naciones... Es que eso me da igual. Esto va de la igualdad entre la gente. ¿Qué nombre le quiere usted poner para decir que no somos iguales? Lo que te estoy es cogiendo el truco de que me estás diciendo que no somos iguales. Tú estado, yo nación, tú rubia, yo morena, me da igual, esto va de solidaridad entre la gente, va de un modelo de sociedad en el que todos tengamos las mismas oportunidades, que unos territorios no sean privilegiados frente a otros y, sobre todo, que no sean los ricos los que les tiran la pobreza como arma arrojadiza a los pobres para tratarlos como lastre.

¿Cree que hay pueblos “ricos” que están culpando a “los pobres”?

Yo creo en la autodeterminación de los pueblos, en la soberanía, pero ¿con qué argumentos? El argumentario de “España nos roba”, que no están diciendo que les roba Bilbao sino que quienes les robamos somos los andaluces o los extremeños, o ese discurso de que la España subsidiada vive de la Andalucía productiva, o que Junqueras habla de que los catalanes tienen una genética parecida a los franceses y los andaluces a portugueses y marroquíes. Hablar de genética y de quitarnos de encima de los pobres me parece supremacista, xenófobo, racista, aporafóbico (fobia a los pobres).

Esos argumentos son los que no me gustan. A mí que no me vengan con flower power de la autodeterminación de los pueblos, la opresión, etc. La opresión con los iphone 10 ¡no! Esto no va de la opresión. Por supuesto estoy en contra de toda la violencia que se produjo el 1 de octubre pero si a día de hoy la independencia solo tiene sentido por la violencia del 1 de octure significa que los arguentos que tenían hasta entonces eran más flojitos que eso. Y si sus argumentos para la independencia no han sobrevivido el 1 de octubre es que no tenían razón de ser, no la tienen y no la seguirán teniendo. De hecho, yo no creo que esto vaya de la independencia.

¿Y de qué va?

Me da lástima la gente que han convencido porque creo que serán los grandes estafados. Creo que esto va de negociar otra vez. Ya estamos empezando a escuchar otra vez el cupo catalán, la nueva reforma fiscal, que si esto era una cosa simbólica y que lo que queríamos de verdad era reabrir el debate. ¿Cómo va a reivindicarse Andalucía como histórica o no histórica si los fenicios fundaron Cádiz hace 3.000 años, si aquí tuvimos Tartessos, si el Imperio Romano venía aquí a retirarse porque era el sitito bueno donde se jubilaban los generales aquí en Itálica, ....? ¿De qué? Si estamos con el Daesh y el Isis queriendo conquistarnos por ser precisamente el más histórico de todos sus territorios históricos. ¿De qué estamos hablando? ¿De qué la historia empezaba en los que votaron un estatuto en la Segunda República? ¡Pues anda que lo histórico empieza hace cuatro días! Si vamos a hablar de histórico, nos la sacamos, la ponemos encima de la mesa y a ver quién gana.

¿Qué le diría a las personas que miran hacia el sur por encima del hombro?

El único problema de los andaluces es que somos pobres. El ataque a los andaluces viene solo porque somos pobres. Nuestro acento hay que disimularlo porque es acento de pobres, de incultos, de no estar bien formado, de haber sido una tierra de analfabetos durante un período muy oscuro de nuestra historia. En las empresas desconfían: “Uy, empresario y andaluz”. El único problema es que somos pobres. Los árabes que son pobres son inmigrantes que hay que devolver y a los árabes que no son pobres en Marbella les abren las zonas VIP y las tiendas por la noche. El racismo y la xenofobia de verdad viene por la pobreza. Es nuestro gran problema de verdad.

¿Posibles soluciones a esos problemas?

Si conseguimos crear industria, si conseguimos salir de la cola, de ser el generador y el cobrador de la riqueza. Claro que aquí hay grandes cantantes pero lo que hay que ver es de quién es la discográfica. Claro que hay grandes escritores pero luego tenemos que ver dónde se factura la editorial. Y claro que el agua de Sierra Nevada es de Sierra Nevada, lo que hay que ver es quién la cobra y quién tiene Lanjarón. Claro que el Puerto está en Algeciras, lo que hay que ver es quién hace la factura de los contenedores que pasan por allí. Lo que de verdad nos tenemos que centrar en arreglar es lo de que somos pobres. Cuando dejemos de ser pobres, nuestro acento no será un problema, nuestra cultura será divertidísima y maravillosa. Nadie querrá corregir la zeta cuando sea una zeta de ricos. Desgraciadamente, porque yo me siento muy orgulloso de mi zeta, de mi gente, de dónde vengo. Y cada palabra de este libro se lo dedico a mis cuatro abuelos, que eran analfabetos.

¿Qué significa Surnomal profundo?Surnomal profundo

Es la normalidad del sur. No hay que reivindicar ni estar por encima ni estar por debajo. El surrealismo no está por encima ni por debajo del realismo, es algo que va más allá del realismo. Y la surnormalidad no está por encima ni por debajo de la normalidad, va más allá de la normalidad y es la normalidad del sur. Quien entienda otra cosa al encontrarse con este título es porque le ha vuelto a pasar lo que de alguna manera señalo en este libro: que no ha visto el sur. El sur la gente no lo ve, no lo escucha, cree que es un error de imprenta, que es algo que hay que corregir, que es algo que ni existe, como una cosa anecdótica a la que se viene en agosto en Tarifa y que luego cerramos cuando llega septiembre y estamos esperando a que vengan otra vez en junio. Hay algunos que no solamente tienen la prepotencia de pensar que el sur no existe sino que, incluso pensando que no existe, se atreven a decir que tenemos que arreglarlo, que tenemos que corregirlo y que cambiarlo. La surnormalidad es eso: la normalidad del sur, nuestra normalidad.

¿Cómo cree que puede derivar esa visión de Andalucía que usted tiene?

Yo soy optimista crónico. Siempre creo que todo puede ir a mejor. Me agarro fehacientemente a la ilusión de que tengo el convencimiento de que Andalucía se levantará, se reivindicará, se empezará a querer bien, porque Andalucía tiene amor a raudales pero le falta uno muy importante que es el amor propio. Andalucía se dará cuenta de que el único resorte que la levante no puede ser el agravio comparativo. Tiene que reivindicarse desde el convencimiento, gastar las energías e invertirlas precisamente en eso, porque muchas veces se nos van en cosas que no son tan importantes o tan urgentes. Creo que no debemos de ensimismarnos con nosotros mismos, que podemos ser nuestro mejor amigo y nuestro peor enemigo. Yo confío en que Andalucía va a saber levantarse y reivindicarse.

¿Es Andalucía la única culpable de esos males a los que se refiere?

Todo esto no es culpa solo nuestra. Hubo un ministro de Franco que dijo que Andalucía con el sol, la gracia y las playas no necesitaba industria. Por eso los Altos Hornos están donde están, la Seat se abrió donde se abrió y se desmanteló de alguna manera cualquier atisbo de revolución industrial en Andalucía. El apunte estaba claro: nos estaban diciendo que nuestra única manera de sobrevivir iba a ser el turismo. En eso, que fue lo que nos dejaron, somos líderes mundiales. En lo que nos ponemos, somos los mejores. Creo que debemos ponernos con más cosas. ¿Andalucía es lo mejor del mundo? No, lo mejor del mundo es el mundo, pero Andalucia no es mal sitio para empezar a querernos. Somos un lugar con mucho potencial en el que podemos morirnos peinándonos mientras nos miramos el potencial o podemos utilizarlo para hacer lo que nos dé la gana.