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Eskarnia: el 'flow' de Gloria Fuertes

Eskarnia

Nacho S. Corbacho

A Elena Casanueva los poemas de Gloria Fuertes le cambiaron la vida. Fue en 2014. Entonces, los organizadores del ciclo de poesía escénica El Mal de Tourette le pidieron que adaptara algunos de los versos de la poeta madrileña al rap. Estaba preparando los temas del que sería su primer disco y su extrañeza inicial -“nunca había leído nada suyo”, recuerda- se convirtió pronto en asombro. “Empecé a leer y me quedé muy sorprendida: hablaba de lo mismo que yo estaba escribiendo para el disco”, cuenta Casanueva, que se mete en la piel de Eskarnia en su faceta musical.

De ahí surgió el espectáculo multidisciplinar No se nace al nacer, estrenado aquel año en el Teatro Cánovas de Málaga y donde poemas de Gloria Fuertes se convirtieron en temas como Este Monstruo o Sola en la sala. Precisamente, éste último dio nombre un año más tarde al primer larga duración de Eskarnia, que ahora va a reeditarse con motivo del centenario del nacimiento de Gloria Fuertes.

“La suya es una poesía muy triste, pero también con mucho humor. Dice cosas muy fuertes pero desde un punto muy irónico. Y me sentí muy identificada: ella está como en un limbo, no quería estar sola pero tampoco acompañada, no quiere estar en ningún bando, se siente mujer pero no le gusta que le llamen poetisa”, relata Eskarnia, que descubrió también la parte más social de Gloria Fuertes: su pacifismo, su voz contra la corrupción o las bombas. “Lo que dice es muy actual y su estructura muy rapera”, subraya la artista malagueña, que -además de conciertos- ha llevado su música a ferias de teatro como Teatralia e incluso imparte talleres de rap en distintos municipios de Málaga.  

La adaptación musical de poemas no es algo casual en Eskarnia. Licenciada en Arte Dramático, sus primeros proyectos empezaron a mezclar teatro y música, hasta que poco a poco se decantó por la disciplina en la que se sentía más cómoda y más representada. “No me gustaba ni lo que veía ni lo que hacía”, explica. Y, aunque pasó por películas como 321 días en Michigan, decidió tomar su propio camino y combinar el estilo escénico del teatro con la música que siempre corrió por su venas. “Yo tenía un grupo en el barrio, pero cuando empecé a escuchar discos como el de Frank T, me llamó mucho la atención el rap: esa gente decía lo que le daba la gana y eso me hizo escribir; me enganchó y ahora no puedo parar. Además, me ha ayudado a canalizar muchas cosas”, destaca la rapera.

Sus primeras creaciones las rapeó con una banda de hip hop llamada La Suprema Dinastía, hasta que posteriormente sacó una maqueta denominada Piedra Angular. Su primera adaptación fue de un texto de Kafka para la compañía La quinta esencia, para posteriormente continuar con Sueño del infierno de Quevedo junto al artista malagueño Alberto Cortés (“él sí que consigue motivarme con el teatro, me encanta trabajar con él”, dice). Ahí apareció El Mal de Tourette y, desde entonces, todo gira en torno a la poesía. De hecho, el próximo mes publicará una versión del poema La araña de España para la obra La Abuela Rockera, de Subterráneo Teatro, y guarda en la recámara un proyecto en el que adapta al rap textos clásicos de Góngora, Calderón de la Barca o Marlowe.

Pero el proyecto basado en el Siglo de Oro debe esperar guardado en un cajón porque 2017 ha llegado cargado de trabajo para Eskarnia. El aniversario del nacimiento de Gloria Fuertes ha supuesto un impulso a Sola en la sala, así que a corto plazo, la rapera está planificando la que será la reedición de este su primer disco. Se lanzará pronto y contará con una cuidada presentación diseñada por Brigada Estudio donde se incluirán las letras de los temas y diversos poemas de Gloria Fuertes. El material musical será el mismo, con las bases instrumentales de Liibe, el saxofón de Daniel Hidalgo y la colaboración de Las flores no lloran y Tiritando.

Sin embargo, todo cambiará en los temas de su próximo disco. “Será bastante más electrónico, con mucha frescura, más libre”, asegura Eskarnia, cuyo segundo trabajo se denominará Yo no soy de aquí y se prevé que llegue al mercado antes de que acabe el año, aunque sus seguidores podrán ir conociendo algunos temas en el canal de Youtube de la rapera, donde también está publicando distintas versiones de temas anteriores.

“Las letras incluirán temáticas con mucha conciencia social, pero siempre desde un lenguaje fácil y directo con el que intento transmitir mis dudas. A mí me gusta lanzar preguntas, no respuestas”, aclara la artista canaria afincada en Málaga, que en sus letras se plantea temas como el antiespecismo o incluso el uso que se realiza actualmente del lenguaje. “Creo que cada vez la forma de expresarnos es más pobre, nos explicamos menos. La gente es menos concreta al hablar y eso hace que nos entendamos peor. Cuando le preguntas a alguien cómo está y dice 'bien', ¿Bien, qué es? Igual 'bien' no es la mejor palabra para definirte”, precisa Eskarnia. “Las palabras son muy importantes: no es lo mismo igualdad que equidad, por ejemplo”, añade la artista, que también habla de violencia machista: “Es un tema que me toca, que me interesa y me gustaría ser un punto de apoyo a través de lo que escriba para que las cosas puedan cambiar. Yo estoy en contra de cualquier tipo de violencia: en una guerra, entre hombres, cuando se comete violencia contra la mujer...”.

En otra de sus letras cuenta que Todo son quejas pero nadie actuáis, una referencia a la necesidad de que las personas luchen por acabar con situaciones injustas: “Cuando alguien dice una barbaridad que representa violencia y una gran falta de respeto, nadie dice nada. A todo el mundo le parece mal, pero agachamos la cabeza. ¿Cómo vamos a cambiar las cosas así? Yo valoro lo que la gente dice por las acciones: no me vale cuando una persona dice que no es tal cosa o no piensa de determinada manera para quedar bien y luego hace lo contrario”. De ahí, cree, surgen problemas que parecen endémicos de esta sociedad y que a ella le parecen, a veces, “una tomadura de pelo”.

“Mira los periódicos, los casos de corrupción, cómo la justicia actúa con unos y otros...  Es una injusticia brutal: faltan revueltas, que la gente se mueva”, destaca la rapera. Su tema Dichosos lo deja aún más claro: Nos arrebatan los derechos, la sanidad, la educación, la razón, no quieren que pensemos, distraídos, imbuidos, en esta dictadura camuflada sometidos, ¡griten y hagan ruido!

Pero a Eskarnia también le preocupan temas del día a día, de cómo la sociedad mira hacia otro lado en cuestiones como el maltrato animal, el antiespecismo, la identidad de género: “Yo siempre me estoy cuestionando cosas y creo que es algo importante. Sin embargo, la gente te mira con cara rara si no haces lo que es supuestamente normal, lo que debe hacer todo el mundo”. Pero normal, ¿para quién? Desde luego, para Eskarnia, no.

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