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Antequera vuelve a recibir trenes sin solventar el acceso peatonal a la nueva estación

Entrada de un tren en la nueva estación Antequera-Centro | N.C.

Néstor Cenizo

Antequera —

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Antequera es, desde este miércoles, la segunda ciudad española que cuenta con dos estaciones de alta velocidad en su término municipal. A diferencia de Madrid, no es la capital del Estado, ni siquiera de la provincia de Málaga, y cuenta con una población mucho más limitada: 41.184 habitantes. Sí es un municipio de sobrada importancia histórica y un tradicional nudo ferroviario. En 2015, los antequeranos perdieron la vieja estación abierta en 1865 junto al casco urbano, desde la que podían desplazarse a Algeciras, Sevilla, Granada y Almería. Para poder ir en tren a Granada, Madrid o Málaga era necesario desplazarse a la estación de Antequera-Santa Ana, ubicada en un olivar a 17 kilómetros del casco urbano. Ahora ya no, pero este miércoles no era posible acceder andando a la estación desde la ciudad de Antequera de forma fácil y segura.

La nueva estación ofrece 22 trenes al día: ocho Avant Granada-Sevilla (en ambos sentidos), seis Avant Granada-Málaga, seis AVE Granada-Madrid y dos AVE Granada-Barcelona. Permitirá llegar a Málaga en menos de media hora, y acortará los tiempos de viaje con capitales como Córdoba, Zaragoza, Lleida, Barcelona y Madrid al evitar el paso por Santa Ana, donde seguirán parando los Avant Granada-Sevilla así como los servicios de AVE entre Granada y Madrid. Además, Renfe recupera los dos Avant diarios entre Sevilla y Granada (uno en cada sentido, salida de Sevilla a las 12.08h y de Granada a las 20.02h) que había suspendido con la pandemia. Este estreno se suma a la inauguración en abril de la primera conexión directa de alta velocidad (Avant) entre Málaga y Granada.

“Comparado con Santa Ana, gloria bendita”

“A mí me viene de lujo”, explica Jesús Serrano, un joven universitario que tiene su vida en Málaga pero que acaba de mudarse a Antequera. Hasta ahora tenía que desplazarse en coche a la capital, un pico en gasolina. También valora la facilidad para las escapadas a Granada o Madrid.

En la primera mañana, un grupo de antequeranas quieren saber si podrían viajar con su bici hasta Madrid, desde donde quieren llegar hasta León para hacer el Camino de Santiago. “La vieja estación estaba más cerca, pero comparado con Santa Ana esto es gloria bendita”, dice Elena.

La mayoría de quienes se pasan por aquí quiere informarse de los trenes a la capital. Es el caso de Rosa León: “Es una alegría tener esta estación, porque habrá más turismo, que es de lo que vive Antequera”. A ella le ayudará a visitar más fácilmente a su hija, que vive en la capital, sin necesidad de tomar un taxi o que su hijo la acerque a Santa Ana. “Es una bendición que llevábamos esperando muchos años”, dice Jerónimo Cordón.

A las 11.07, con un ligero retraso, llegaba el tren desde Sevilla, del que se bajaron tres personas. La parada previa en Santa Ana permite hacer transbordo a quienes vienen en tren convencional desde pueblos como Osuna. La previsión es que en un futuro cercano ese transbordo del media distancia al AVE pueda hacerse en esta estación en las dos vías previstas para ello.  

Manuel Barón, alcalde de Antequera (PP) cree que la apertura impulsará el crecimiento turístico e inversor en la ciudad, en la que Lumon acaba de inaugurar nueva fábrica, se anuncian proyectos millonarios de multinacionales de la construcción y se anuncia una infraestructura logística, el Puerto Seco, con una inversión público-privada prevista de 500 millones de euros. También confía en que aumente el atractivo para trabajadores, estudiantes o empresarios que quieran vivir o trabajar en esta ciudad, ahora a 26 minutos del centro de Málaga.

La inversión es de 16,7 millones de euros, de los que 10,3 millones corresponden a la nueva estación y el resto a la plataforma para recibir trenes de ancho convencional, aún sin servicio. La estación presta servicio desde este miércoles, pero la inauguración oficial será el jueves, con la presencia de Raquel Sánchez, ministra de transportes. No hay cafetería y en ella trabajarán habitualmente cinco personas.  

Sin paso subterráneo para el acceso peatonal

La nueva estación acerca el tren a un pueblo y una comarca muy vinculada al ferrocarril, que se había ido alejando en las últimas décadas. Primero, con la apertura a principios de siglo de la estación de AVE en Santa Ana, un páramo al que necesariamente hay que llegar en coche y donde la cafetería tuvo que cerrar por falta de negocio.

El alejamiento continuó con la supresión de los trenes que conectaban Antequera con otras capitales andaluzas (Sevilla, Granada, Almería, también Algeciras) y los municipios de paso. Esa vieja estación, por la que dejaron de pasar los trenes en 2015, conserva la cartelería de ADIF, pero allí solo sobrevive una cafetería. Su dueño mantiene la concesión a regañadientes e informa a menudo de adónde deben dirigirse los viajeros despistados.

Sin embargo, la nueva estación sigue adoleciendo por ahora de un defecto similar al de Santa Ana. Aunque teóricamente esté a veinte minutos a pie del centro de la ciudad, actualmente es un planeta aparte. Llegar andando es una aventura en la que hay que cruzar una carretera de circunvalación, la antigua carretera de Córdoba y una vía de tren (sin servicio), además de saltar a la vía, caminar sobre el balasto y apartar matorral hasta encontrar una salida a la altura de la antigua estación, a un nivel superior.

La alternativa consiste en caminar durante un buen trecho por un arcén de una carretera en desnivel, en curva y sin acera. Ni hablar del acceso para personas con movilidad reducida si no van en coche. Pero llegar en coche tampoco es sencillo: no hay cartelería y Google Maps aún no ha incorporado la nueva estación.

Todo será más fácil cuando se abra uno de los dos pasos subterráneos que, por ahora, sigue cerrado. ¿Por qué? ¿Qué pasa? “Está pendiente de concretar por parte de ADIF”, dice un portavoz municipal, que asegura que el paso pertenece al operador de infraestructuras y que el municipio ni siquiera tiene las llaves del paso. También explica que hay que garantizar la seguridad. Para que el ayuntamiento lo recepcionara sería necesario elaborar un informe patrimonial, explica. A última hora del miércoles, ADIF no había contestado a este medio. “Es un tema de la dirección de obra ajeno a la estación”, explicaban allí.

En proyecto desde 2008 y terminado en 2021

El lastre en el acceso a la estación es el último desencuentro entre ADIF y Antequera, en una ristra que la apertura, por muy positiva que sea, no disimula del todo. El ministerio de Fomento dio el visto bueno a una estación del AVE en el casco urbano antequerano en 2008, hace 15 años. A partir de ahí se sucedieron los problemas: la decisión de soterrar o no las vías enfrentó a administraciones y partidos, hasta que se optó por el semisoterramiento. “Antequera no podía permitir que la estación y sus vías fueran una llaga entre la ciudad y su Vega”, explica hoy el alcalde, que veía en las vías un riesgo para la expansión urbana de Antequera.

Luego llegó la crisis económica, que paralizó las obras cuando iban a arrancar y obligó a adjudicarlas de nuevo tras quebrar la adjudicataria. Finalmente, la pandemia. A pesar de todo, la estación estaba prácticamente terminada desde junio de 2021, pendiente de cuestiones administrativas y de suministro eléctrico. Esta nueva demora llevó al regidor a remitir varios escritos a ADIF solicitando información y a presentar una queja al Defensor del Pueblo. En diciembre le dijeron que faltaba el permiso de la Agencia Estatal Ferroviaria y que llegaría en breve. El 25 de enero, a las 7:21 de la mañana, Antequera ha visto cómo los trenes regresaban a la ciudad. 

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