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La española que denuncia la retención de su hijo en Egipto: “No me están dando la ayuda que necesito”

Néstor Cenizo

  • El Ministerio de Exteriores reconoce en un documento situaciones de coacción hacia la mujer, a la que ha ofrecido regresar a España a ella (sin su hijo ya que la justicia egipcia no le deja sacarlo)

La mujer española que denunció la retención de su hijo en Egipto por parte de su marido sigue en El Cairo, donde se prepara para librar una batalla, probablemente larga, para recuperar la custodia de su niño, de tres años de edad. “Estoy en manos de la justicia egipcia”, asume la mujer en conversación telefónica con eldiario.es/Andalucía. También lo cree el Ministerio de Asuntos Exteriores. “Son procesos largos y dependen de la legislación local”, explican fuentes del Ministerio, que le ofreció sufragar el coste de su regreso a España. La mujer, que actualmente reside en Benalmádena, ha denunciado malos tratos y amenazas por parte de su marido.

Farah Mohamed tiene la nacionalidad española y su marido es egipcio. Se casaron en 2014 y el niño tiene la doble nacionalidad. El 20 de diciembre, Farah viajó a Egipto con su marido y su hijo nacido en Lleida, que cumplirá tres años la próxima semana.

Según asegura, su intención era que el crío visitase a la familia egipcia y resolver cuestiones legales del proceso de separación de su marido que iba a iniciar. Tenía previsto volver a España el 5 de enero, pero un día antes, su marido le presentó un documento que prohíbe que salga de Egipto junto a su hijo, según denunció en un vídeo publicado en redes sociales la pasada semana. En ese vídeo, explicaba que su marido la amenazó diciéndole: “O vuelves sola o en una caja de pino”.

La mujer sigue en El Cairo, dice tener las cuentas bloqueadas y atiende la llamada de este medio desde la habitación de un hotel que le sufraga su hermana, según cuenta. “He llegado aquí porque he confiado en el padre de mi hijo. Traje al niño para que viese a su familia. Lo acordamos para iniciar los trámites de divorcio”, explica por teléfono.

“Me anula como madre”

El 4 de enero, Farah recibió un papel de manos de su marido. En ese documento, de cinco folios y escrito en árabe, las autoridades egipcias prohíben que salga de Egipto con su hijo. “Le otorga plenos derechos sobre el niño, y a mí me anula como madre. Al menos eso es lo que dicen que pone, porque yo no leo árabe”, comenta la mujer, que en un primer momento quedó desconcertada por ese papel. “El traductor me dijo que el motivo es que alega que el niño tiene que estar aquí para recibir educación musulmana”, añade.

Fueron los servicios consulares de la Embajada española en El Cairo quienes tradujeron el documento. Varios funcionarios de la Embajada y una policía visitaron a Farah el mismo 5 de enero, en la vivienda en la que ésta estaba siendo supuestamente retenida por su marido. Comprobaron la existencia del documento y le explicaron a Farah su contenido, hasta que apareció el marido y tuvieron que abandonar la vivienda. Al día siguiente, Farah se reencontró con el personal de la Embajada. Recibió la asistencia consular habitual, una lista de abogados que podían defenderla y el nombre de un organismo “que vela por la protección de las mujeres”, según fuentes de Exteriores.

El 7 de enero, Farah telefoneó a la embajada para lanzar una llamada de auxilio. Decía que su marido le había amenazado y que su integridad corría peligro, por lo que pidió ayuda para salir de la casa de su marido. Según consta en un acta que este medio ha podido consultar, dos rottweiler impedían salir o entrar de la vivienda. Finalmente, el marido permitió a Farah salir de la casa.

Desprotección confirmada

Ese documento firmado por personal de la Embajada da cuenta de otro episodio que confirma la desprotección que dice sentir la mujer. Mientras ella interponía la denuncia acompañada de los funcionarios de Exteriores, el mismo día 7, el sobrino del marido irrumpió en el despacho del comisario, alegando ser juez de profesión. Después de hablar con el comisario durante unos minutos, el hombre abandonó el despacho, y volvió a entrar, acompañado esta vez por el marido de Farah.

Exteriores reconoce en el acta que esta situación vulneró la protección y privacidad de la mujer, que estaba denunciando una situación de presuntos malos tratos y coacciones, por lo que el funcionario protestó ante el comisario.

Una legislación que “muy protectora” del hombre

El Ministerio de Asuntos Exteriores asegura que ha ofrecido a Farah la ayuda habitual, y además la posibilidad de costear su regreso a España. Después de abandonar la casa de su marido, Farah pasó los primeros días en un hotel costeado por el Ministerio. Ahora, sin embargo, dice sentirse abandonada. La cuenta conjunta con su marido habría sido vaciada de fondos, y ella asegura que sigue en un hotel porque su hermana lo costea.

“Asesoramiento tengo lo que quieras. Pero no me están dando la ayuda que necesito, que es un abogado, un sitio donde pueda vivir, una llamada a Egipto para preguntar qué ha pasado”, se queja ella. Exteriores explica que no puede contratar a un abogado, y asegura que mantiene la interlocución con la Policía egipcia y con la dirección consular del Ministerio de Exteriores egipcio.

Fuentes del Ministerio insisten en que siguen realizando gestiones ante las autoridades egipcias, aunque no precisan cuáles. También advierten de que se trata de un “conflicto entre legislaciones”, y que la legislación egipcia sobreprotege al marido en este tipo de procesos.

“He iniciado trámites en los juzgados, pero es un proceso lento y costoso. No conozco la ciudad, el idioma, ni la cultura”, lamenta Farah, que sigue en El Cairo a la espera de una solución que no se ve cercana.

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