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DIARIO DE CAMPAÑA
A, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde y demás preposiciones que fragmentan la izquierda andaluza

Teresa Rodríguez, líder de Adelante Andalucía, comparece junto a David de la Cruz, candidato por Cádiz, y Sandra Heredia, por Sevilla.

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En 2009, la Real Academia Española (RAE) publicó una edición de la Nueva Gramática de la Lengua Española que incluía cuatro nuevas preposiciones a las 19 reconocidas hasta entonces. Varias generaciones de españoles son capaces aún de recitar de corrido aquella primera lista: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hasta, hacia, para, por, según, sin, so, sobre, tras. Cambiar el ritmo con cuatro preposiciones nuevas -durante, mediante, versus, vía- es de esas decisiones de la RAE que polarizan la sociedad española, entre la revolución y la provocación.

Las preposiciones no sólo dividen a los académicos, también dividen a los partidos a la izquierda del PSOE. En Andalucía, después del fiasco de las autonómicas del año pasado, los grupos del espacio progresista han hecho un esfuerzo por concentrar sus fuerzas en coaliciones compactas, conscientes de que la Ley Electoral castiga la dispersión del voto.

La sensibilidad local y la presión federal no es la misma en todos los municipios, por eso los ingredientes de un puchero de izquierdas en Cádiz no son los mismos que en Sevilla o Málaga

Pero la sensibilidad local y la presión federal no es la misma en todos los municipios, por eso los ingredientes de un puchero de izquierdas en Cádiz no son los mismos que en Sevilla o Málaga. En Cádiz, IU se ha puesto al servicio de Adelante Andalucía, la formación de Teresa Rodríguez, que fue expulsada por los comunistas cuando compartían grupo en el Parlamento autonómico. En ese puchero no está Podemos. En Sevilla, en cambio, los ingredientes recuperan la receta original del partido morado que nació del 15M: Podemos, IU, Más País y otras tantas formaciones andalucistas.

Para llegar hasta ahí, fueron necesarias muchas horas y esfuerzo de negociación a puerta cerrada. El éxito se ha logrado allí donde los líderes locales han conseguido imponer la realidad de sus municipios al interés geopolítico de sus direcciones federales. Pero los microcosmos no existen en una campaña electoral, y menos en ésta, donde las municipales cargan con el peso de las próximas generales.

La sufrida negociación para reconciliar a IU con Adelante en Cádiz capital se ha visto contaminada por la denuncia de IU y Podemos ante la Junta Electoral para expulsar a la candidata de Adelante en Sevilla, Sandra Heredia, del debate electoral pactado en RTVE. Se emitirá el próximo viernes sin la presencia del partido de Teresa Rodríguez. En Cádiz necesitan encapsular su propia realidad local, pero sus rivales del PP y Vox sobre el terreno no han tardado en explotar las diferencias internas de sus partidos en la provincia vecina. ¿Cuánto durará la foto de unidad aquí?, se preguntan con el colmillo afilado.

El veto de Podemos e IU a la candidata de Adelante en Sevilla es un calco de la estrategia que trazaron en las andaluzas para invisibilizar a Teresa Rodríguez de la campaña. El efecto conseguido fue el contrario, porque los medios de comunicación dieron eco a la pelea, que arrastraba toda una historia de desencuentros y episodios de una crónica que se escribía sola: transfuguismo, expulsiones, denuncias, reforma exprés del reglamento del Parlamento, recursos al Constitucional. El intento de vetar a Rodríguez terminó victimizándola y visibilizándola más de lo que sus recursos económicos le permitían, y las urnas tradujeron todo aquello en dos escaños. Una proeza.

La situación ahora es pareja, pero la Ley Electoral funciona muy distinta en las municipales. El corte para entrar en un ayuntamiento es del 5% de la participación, no del 3% como en las andaluzas, y los codazos en público entre antiguos socios de izquierdas no sólo fragmentan el voto del bloque, también desfondan a su electorado. La encuesta del CIS sitúa al PSOE de Antonio Muñoz a un paso de la Alcaldía de Sevilla, siempre que la coalición Podemos-IU logre tres concejales. Adelante no obtendría representación, según este sondeo, pero el empujón para echarles del debate de TVE puede agitar más a su electorado. Los socialistas tienen un ataque de nervios.

537 candidaturas juntos y revueltos

Siempre se ha dicho que IU, Podemos y Más País comparten el 90% del programa electoral, las prioridades políticas y la sensibilidad por la cosa pública, pero en el estrecho margen de discrepancia está el gen de la autodestrucción de la izquierda. La bronca por configurar la lista conjunta para las andaluzas dejó en evidencia -escrito negro sobre blanco- que en ese estrecho margen se habla de reparto de fondos públicos, peso en las listas electorales y puestos de dirección: dinero, poder y visibilidad en los medios y las instituciones.

Ahí ni siquiera se ponen de acuerdo en el nombre, por eso el último nexo de unión de sus candidaturas son las preposiciones. La marca de la coalición para las autonómicas fue la preposición Por, del grupo parlamentario hoy llamado Por Andalucía.

En las municipales de Andalucía, hay dos tipos de confluencia. En las dos está IU, que es la única fuerza de izquierdas con verdadera implantación territorial, unas 70 alcaldías y casas del Partido Comunista tanto en grandes urbes como en pueblos de la campiña. Pero en las dos no está Podemos. En algunas no está porque está Más País, y en otras no está porque sencillamente no existe en el municipio donde se presentan. La coalición de cada pueblo tiene su explicación local, pero a grandes rasgos se puede sintetizar la división interna en dos: con Podemos y sin Podemos.

A cualquier advenedizo le parecería un caos, pero todo caos tiene un orden lógico en su estómago: las siglas de los partidos que conforman las coaliciones unifican el voto de izquierdas en los partidos judiciales para garantizar su presencia

Las confluencias de IU y Podemos, presentes en cinco de las ocho capitales de provincia, militan en la preposición “Con”. Con Andalucía. Son 302 candidaturas en municipios que aglutinan a 3,8 millones de habitantes. Las confluencias de IU y Más País y demás actores del tablero andalucista militan con la preposición “Para”. Para la gente. Son 206 candidaturas en municipios que aglutinan a 1,2 millones de habitantes. En medio hay 26 pueblos donde sólo está la marca IU, para 470.000 vecinos; y otros tres municipios donde prima una marca local, con una población de 138.636 habitantes.

El magma completo suma 537 candidaturas de 785 municipios de Andalucía, con un alcance para 5,7 millones de electores de los 6,5 millones que participan el 28 de mayo. Estos son datos que ofrece IU, desglosado en preposiciones. A cualquier advenedizo le parecería un caos, aunque todo caos tiene un orden lógico en su estómago: en este caso, las preposiciones y las siglas de los partidos que conforman las coaliciones unifican el voto de izquierdas en los partidos judiciales para garantizar su presencia proporcional en las ocho diputaciones provinciales.

Esa es la parte pragmática. Luego está la lectura política de estas cifras, que reflejan el potencial del voto de izquierdas que asoma tras la futura candidatura de Yolanda Díaz en las generales de final de año. Si de aquí a entonces logran sintetizar todas las preposiciones en una -Sumar con Podemos- o prescindir directamente de todas: Podemos Sumar.

Estas son las credenciales de las formaciones andaluzas para el yolandismo, los pactos que se lograron antes de que expirase el plazo para registrar coaliciones ante la Junta Electoral. Pero una cosa es la gramática y otra la política. Durante, mediante, versus, vía...

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