El PAR tramita la expulsión del 'histórico' Biel en plena descomposición interna

Ni un día de paz en el PAR, que ve cómo su grave crisis y proceso de descomposición interna se profundiza progresivamente. La comisión ejecutiva, con su nuevo presidente, Clemente Sánchez Garnica, ha tomado hoy una decisión trascendente: tramitar la expulsión del partido de José Ángel Biel, a quien han suspendido cautelarmente de militancia. Biel no es un militante cualquiera. Durante 15 años, de 2000 a 2015, ejerció la presidencia del partido y de 1999 a 2011 fue vicepresidente del Gobierno de Aragón, en una etapa en la que su liderazgo político y orgánico fue indiscutible. Las razones de la tramitación de este expediente disciplinario es por haber apoyado “de forma explícita a otras formaciones políticas”. Además, le ha desautorizado para hablar en nombre del PAR. La situación es crítica, después de que el pasado viernes una moción de censura desbancara a Aliaga de la presidencia y en marzo se vayan a celebrar unas primarias para dilucidar las candidaturas a las elecciones autonómicas de mayo. Asimismo, una gran parte del partido, liderada por Elena Allué, se dio de baja hace dos semanas y ha formado un nuevo partido que se presentará a las elecciones bajo el nombre de Aragoneses y el propio Biel ha anunciado que le votará. Pero el histórico dirigente aragonesista ha ido más allá, puesto que ha considerado que todo el voto de centroderecha debe pivotar en torno al actual candidato del PP, Jorge Azcón. Unas declaraciones que han propiciado el inicio de este expediente y que deja aún más tocado al PAR.

Aunque retirado de la primera línea de la política desde 2015, la sombra de Biel es muy alargada y muchos ven en él uno de los cerebros de una operación fraguada hace un año para desbancar a Aliaga de la presidencia del PAR y virar a esta formación hacia el PP. En estos momentos, el Partido Aragonés es un socio preferente del PSOE y del actual presidente del Gobierno, Javier Lambán, que necesita un PAR fuerte para poder volver a pactar con él, como desea tanto él como el expresidente aragonesista Arturo Aliaga. Con un PAR desarticulado, los populares verían el camino más despejado para posibles pactos, ante las dificultades que tendría el PSOE para formar un nuevo gobierno en una comunidad autónoma que siempre necesita pactos, en este caso a varias bandas, para formar gobierno.

José Ángel Biel ha sido una figura clave en la política aragonesa desde la transición. Si bien empezó su carrera política en la UCD, formación por la que llegó a ser diputado en el Congreso por Teruel y fue decisivo para relegar a Aragón a la vía lenta del Estado autonómico, posteriormente se incorporó al PAR. En 1999 formó Gobierno con el PSOE y durante tres legislaturas ejerció la vicepresidencia del Gobierno y ocupó diversas consejerías e incluso la portavocía del Gobierno autonómico, con un estilo siempre polémico. En 2011 rompió con el PSOE y formó Gobierno con el PP, y llegó a ser presidente de las Cortes de Aragón. En 2015 se retiró de la primera línea, pero antes dejó atada su sucesión, apostando por Arturo Aliaga. Sin embargo, pronto fue crítico con la gestión orgánica de Aliaga y comenzó a criticarlo tanto en privado como en público, a través de cartas a militantes y tribunas en prensa. En los últimos meses se ha considerado que Biel está detrás de una operación para desmontar el partido, al menos así lo han visto muchos dirigentes aragonesistas y el propio PSOE, que se ha erigido en el mayor defensor de Aliaga, destronado de la presidencia de su partido pero que aún mantiene la Vicepresidencia del Gobierno autonómico. El PSOE y el PP se han enzarzado desde hace unas semanas en una gran bronca política por acusarse mutuamente de entrometerse en la vida orgánica del PAR, que ha pasado de ser el socio deseado por todos a estar, en este momento, en horas críticas. Y todo ello a las puertas de unas elecciones que se antojan muy complicadas para los aragonesistas.