Zaragoza derribará los tres bloques de pisos desalojados en Zamoray-Pignatelli: “Irse deprisa y corriendo no es tan fácil”

La veintena de vecinos de los edificios 72 y 74 de la calle Ramón Pignatelli de Zaragoza han sacado sus enseres personales de las que, hasta hoy, eran sus casas. Lo han hecho tras la declaracion de ambos inmuebles como ruina inminente, lo que provocará su demolición por parte del Ayuntamiento. Desde las 13:00, cuando han llegado los efectivos de la Policía Local y los Bomberos, los inquilinos han comenzado a sacar sus pertenencias a la calle en un ambiente de tensión y desconcierto. Son cinco las viviendas habitadas en estos dos bloques, una en el número 74 y cuatro en el 72. En ellas vivían ocho menores de edad.

Mientras, hay un tercer inmueble que se va a derruir, el de la calle de Zamoray 13, donde aún no está claro cuántas personas residen, aunque el Ayuntamiento contempla cinco vecinos según los datos del censo.

Los únicos inquilinos del número 74 de Pignatelli han sacado gran parte de sus pertenencias, incluidos electrodomésticos con ayuda de los bomberos. El próximo martes, podrán salvar los muebles que les quedan en el interior, una de las grandes preocupaciones de uno de los habitantes de esa casa, que resaltaba a gritos que son enseres conseguidos “con mucho sudor”.

Mantas, bolsas con ropa y hasta una orla del colegio han llenado la calle de Pignatelli a la espera de la furgoneta que iba a llevar estos objetos a un trastero, mientras aguardan a una alternativa habitacional definitiva para esta familia. Uno de sus hijos, que no ha querido dar su nombre, asegura que la notificación les llegó “hace muy poco”: según ha podido saber este medio, la carta oficial ha llegado esta misma mañana a las 10:00 horas.

En el número 72 son cuatro las viviendas que estaban habitadas, y todos han salido de forma pacífica del edificio, aunque lamentando la situación. A pesar de no querer dar declaraciones a los medios de comunicación, han mostrado su descontento con la rapidez con la que se ha procedido al desalojo. Uno de los vecinos, que vive solo, ha llegado en medio del desalojo y ha tenido que guardar sus pertenencias en una maleta: “Irse deprisa y corriendo no es tan fácil”, decía en la puerta, mientras esperaba que alguien de su entorno cercano le viniese a recoger.

Todas las personas desalojadas van a ser acogidas en su red familiar, en el módulo familiar del albergue y en habitaciones individuales, según ha informado el Ayuntamiento. A partir de ahí, en los próximos días, los servicios sociales municipales realizarán el seguimiento, valoración individualizada y acompañamiento de cada una de estas personas, para apoyarles en la búsqueda de una solución habitacional mientras se resuelve la situación de seguridad en estos edificios.

Miguel Ángel Abadía, gerente de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, ha explicado que el proceso ha sido tan rápido por el mal estado de los edificios: “Hemos detectado en Pignatelli 72 y 74 que habia una fuga de agua importante en al red de evacuacion de aguas sucias y de aguas pluviales, una rotura que lleva años, ha aportado aguas al subsuelo y se ha descalzado el apoyo del pilar principal del 74 que coincide con el del 72, ambos pilares se han movido y han desplazado toda la edificaion. Eso provoca un riesgo de colapso en cualquier momento”. Por este motivo, tanto estos edificios como el ubicado en Zamoray 13 han sido desalojados y declarados en ruina inminente.

Zamoray, 13

En este último caso, no había nadie en el edificio, por lo que se han tabicado los accesos para evitar su entrada y se ha puesto información al alcance de los inquilinos para que conozcan la situación y los pasos a seguir. La evaluación del Consistorio de este edificio arrojó un alto grado de insalubridad, gran carga de humedad y algunos apuntalamientos sin control, además de tener parte de la fachada trasera al descubierto. El Ayuntamiento también sostiene que se encontraron “numerosos enseres y basuras en zonas comunes, no hay conexión eléctrica y un deficiente estado de conservación”.

La propiedad es múltiple entre varios herederos y, según fuentes municipales, hay un “alto índice de rotación e inestabilidad de los residentes, que no aportan documentación de sus relaciones contractuales o patrimoniales con el edificio”.

Se trata de desalojos coordinados que responden a cuestiones de seguridad y salubridad que deberán resolverse por parte de las respectivas propiedades. Todas estas deficiencias en los inmuebles se detectaron dentro del Plan de Inspección de Edificios de la zona, que se está ejecutando por Urbanismo y que en su día recibió el respaldo de los vecinos y grupos políticos.

Los servicios sociales del Ayuntamiento de Zaragoza han contactado en los últimos días con las familias afectadas por los desalojos de los tres edificios ubicados en Pignatelli 71, Pignatelli 74 y Zamoray 13, para procurar un alojamiento de emergencia a las personas afectadas que no dispongan de ella. De esta manera, el Ayuntamiento, de manera subsidiaria, va a cerrar los accesos de los inmuebles y acometerá un apuntalamiento de los edificios para garantizar las medidas mínimas de estabilidad. A partir de ahí, la semana que viene, en presencia de Policía y Bomberos y bajo coordinación con servicios sociales, se accederá con los inquilinos para que terminen de retirar enseres. Y posteriormente se procederá a la demolición de los edificios.

Abadía ha explicado también que se va a intentar mejorar la coordinación con servicios sociales, avisando de las inspecciones que se van a realizar cada semana para que puedan acudir y, así, actuar si es necesario en el momento que se detecta el mal estado de un edificio.